Ramón, un joven humilde sin trabajo decide buscar a la tía de un amigo en Alemania, quien le dará trabajo. Pero al llegar nunca encuentra a la tía. Sin dinero, sin papeles y sin hablar otro idioma más que el suyo, sobrevive apenas en las calles hasta que conoce a Ruth, una solitaria anciana jubilada. Ella le ofrece apoyo sin hablar el mismo idioma. Se comunican con mímica y dibujos. Utilizando el lenguaje universal de la solidaridad, ambos entablan una amistad maravillosa.