Geo-Tormenta

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Geo-Tormenta es esa clase de película donde los ejecutivos del estudio responsable, en este caso Warner Bros, tienen clarísimo que es un fiasco y no pueden hacer nada por evitarlo.
El estreno de este film fue postergado dos veces el año pasado y ahora la compañía encontró este hueco en el calendario para sacársela de encima.
La película representa la fallida ópera prima de Dean Devlin, el histórico socio del director Rolan Emmerich (Día de la Independencia), quien en este caso ofrece una extraña y disparatada fusión de géneros que no termina de convencer.
Geo-Tormenta empieza como un típico exponente del cine catástrofe estilo Emmerich para luego mutar en un thriller de conspiraciones y terrorismo, que tranquilamente podría haber escrito Tom Clancy con el personaje de Jack Ryan, en la última etapa decadente de su carrera.
Jim Sturgess, en el rol del falso Ryan, junto a Gerard Butler hacen un esfuerzo descomunal para remar con dignidad un guión estúpido que genera carcajadas en más de una ocasión por los diálogos ridículos y las situaciones absurdas que se presentan.
Estos son los filmes que prueban que Butler es un actorazo al que le rebotan todas las balas.
La película es mala, su personaje se ve envuelto en situaciones ridículas, y pese a todo encarna su rol con muchísima dignidad y no se le puede objetar nada.
Algo que también ocurre con los trabajos de Andy García y Ed Harris, quienes muestran un profesionalismo absoluto a la hora de interpretar situaciones dramáticas que generan risa.
Desde los aspectos técnicos el trabajo de Devlin es bastante correcto pero ofrece secuencias de acción sin inspiración que copian situaciones que ya vimos en los filmes conocidos de Emmerich. Inclusive incluye al ya clásico perrito en peligro.
Al igual que en la segunda entrega de Día de la Independencia la historia plantea un reparto multicultural del personajes, donde los norteamericanos esta vez no son los únicos héroes en el conflicto.
En ese aspecto tal vez encontramos la única característica positiva, dentro de esta producción olvidable que no merece el gasto de una entrada al cine