Feliz día de tu muerte 2

Crítica de Nazareno Brega - Clarín

Las secuelas suelen seguir al pie de la letra los pasos de sus originales en la persecución de la popularidad lograda por esas primeras partes. Los personajes están obligados a recorrer una y otra vez el mismo camino, sin apartarse del sendero que alguna vez condujo a la franquicia al éxito, y el espectador es quien termina alejándose con el correr de las secuelas al darse cuenta de que está viendo siempre lo mismo. ¿Cómo se hace entonces la secuela de una película conceptual sobre el déjà vu? En una simpática cruza entre Hechizo de tiempo y Scream, Feliz día de tu muerte seguía a la protagonista Tree (la carismática Jessica Rothe) que vivía el mismo día de su cumpleaños en loop sin poder evitar que un encapuchado con máscara de bebé la asesine una y otra vez.

Feliz día de tu muerte 2 parece hacerla fácil y le pasa esa maldición que cargó Tree a un personaje secundario de la primera. Pero el director y guionista Christopher Landon sólo juega con la posibilidad de seguir a un nuevo protagonista en el día de su muerte y enseguida se va para otro lado, que no es más que el encierro, una vez más, de Tree en ese mismo fatídico cumpleaños de la original. Y, en medio de alusiones a Volver al futuro 2 como nuevo punto de referencia, Tree deja bien claro que esta vez tiene muy pocas pulgas para lidiar otra vez con ser asesinada tantas veces.

Landon reniega del slasher y deja un poco de lado al cine de terror (relegando a un papel menor al “bebé asesino”) para profundizar en terrenos de la comedia y la ciencia ficción e incluso incursionar en el drama. Jessica Rothe demuestra que es una estrella todoterreno que rinde en cualquier género, pero la desmedida ambición farolera del cineasta perjudica una película que, con tal de huir de la perogrullada, se encierra en recovecos innecesarios llenos de explicaciones que perjudican la narración. Landon se marea, embriagado de su propia originalidad, al elegir el camino hacia el final, pero el paseo tiene el atractivo suficiente como para ya empezar a preguntarse por Feliz día de tu muerte 3.