Familia al instante

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Protagonizada por Rose Byrne y Mark Wahlberg, Familia al instante es una comedia inspirada en vivencias del propio director Sean Anders que gira en torno a una pareja de mediana edad que deciden convertirse en padres adoptivos.
Ellie y Pete están casados, tienen una casa linda y grande y de repente en una reunión familiar vuelve a sus vidas un tema que vinieron evadiendo: la idea de tener hijos. A través de un comentario en apariencia intrascendente que hace él, respecto a estar grande para tener un bebé, a Ellie se le ocurre averiguar para adoptar niños un poco más grandes, aquellos que generalmente no son la primera opción de personas que deciden adoptar, sobre todo si es a causa de no poder tener hijos biológicos.

Con más curiosidad que miedo, la pareja se anota para un curso y de a poco un mundo que ignoraban se les presenta ante sus ojos. Niños que pasan sus vidas de familia en familia, o en reformatorios, muchos que no son adoptados porque vienen en grupo de varios hermanos. Finalmente deciden ser los padres temporales de tres hermanos: dos niños pequeños y una adolescente.

De pronto toda la emoción que no venían sintiendo en su pareja la encuentran multiplicada de la mano de estos chicos, cada uno con sus manías y personalidades. Sean Anders dirige esta historia co escrita junto a John Morris, inspirada en su propia experiencia como padre adoptante.

Por un lado, Familia al instante gana a la hora de elegir el humor para contar una historia que del modo más tradicional caería en uno de esos dramas que se mueren por la temporada de premios, al mejor estilo Un sueño posible (la película se encarga de dejar bien en claro que no quiere ser esa película). Por el otro, es ese humor también el que le permite ser más honesto a la hora de expresar los miedos y las sensaciones que provocan algo tan grande e importante como armar una familia de cero con niños que ya fueron criados, o incluso los motivos que llevan a querer entrar en esto (o a salir, cuando se siente que no se puede más).

Si bien Mark Wahlberg (quien repite con el director después de Guerra de papás y su secuela) encuentra en la comedia la faceta donde mejor destacarse, es Rose Byrne, que ha demostrado funcionar en muchos registros distintos, quien se ha convertido en el rostro imprescindible de la comedia norteamericana actual. Sin dudas es ella la que sobresale, aportándole mucha naturalidad y frescura a su personaje. Pero allí se encuentra también la más joven y menos conocida Isabela Moner que interpreta a la adolescente, el personaje que más cambios va sufriendo a lo largo de todo el film. También destacan entre las actrices Octavia Spencer y Margo Martindale.