El rito

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Crisis de fe y de ideas

Particularmente, esta veta del género de terror, la de films al estilo "The exorcist", me parecen acabadas. Es decir, pueden seguir haciendose miles de películas similares, pero una vez que uno ya vió varias, el resto sigue un destino similar, en cuanto a trama y clima. Debemos reconocer que es un tema interesante, el de la existencia o no de este tipo de prácticas y el manto de ignorancia (relativa) que tenemos frente a estas manifestaciones demoníacas en nuestra vida diaria... Ese velo de misterio que la Iglesia impuso sobre ella, le dio vuelo a esta corriente, aunque, eso, tuvo su cuarto de gloria en los 70, y ahora, es difícil atraer al público con estructuras tan poco novedosas. En ese aspecto, el género ha recibido los aportes del J-Horror y eso ha revitalizado un poco la cuestión dedicandose a explorar el mundo de las apariciones, pero nada más. Digamos, en otras palabras, lo que todos ya presentimos: ideas originales no hay sobre el tema. Puede haber abordajes interesantes y guiones novedosos, pero nada más.

"The rite" sigue esa senda. Tiene sus matices, principalmente porque cuenta con dos pesos pesados de la industria, el realizador Mikael Håfström (recordado por dos muy buenos trabajos :"Derailed" -Descarrilados- y "1408") y el eterno Anthony Hopkins (quien no necesita presentación), un dúo de temer. Hablamos, por supuesto, de su gran capacidad para llevar adelante films oscuros y de climas opresivos y lúgubres. En este caso, se complementan bastante bien y presentan un producto muy bien filmado pero absolutamente convencional. Sin ideas originales pero hecho con oficio. Eso, a cierto sector del público, seguramente atraerá.

En esta oportunidad, la historia arranca con un joven, Michael Kovak (Colin O’Donoghue), que trabaja en una funeraria y tiene una compleja relación con su padre. La cinta nos trae la tarea que Michael hace en ese lugar como primera secuencia. El observar cuidadosamente el cuerpo humano inerte en ese espacio y prepararlo para su exhibición es la carta de presentación del film: Håfström se toma su tiempo en establecer ese invisible vínculo con el público cuando desde lo simbólico eso representa la fuerza de la muerte, como imagen primaria que atraviesa a Michael (o sea, su crisis de fe tendrá origen en su constante contacto con lo inerte). Hay que reconocer que es un elemento bien planteado pero demasiado sutil para lo que vendrá: nuestro protagonista se une al Seminario y busca su destino en la lectura de las Sagradas Escrituras. Cuando este presencia un accidente en la vía pública en el que se ve involucrado y ve la muerte cara a cara, entra en una profunda contradicción que le plantea abandonar la religión. Esto lleva a sus superiores a proponerle ir a Roma, buscando recuperar la confianza perdida en la Iglesia y el poder de Dios, en el marco del aprendizaje del rol de exorcista. Por qué esto? Los hombres de Dios buscan "enderezar" la mirada de Michael y le ofrecerán un trabajo original y único: ver y participar del mundo de quienes llevan adelante el rol de exorcistas. Michael acepta y así dará con el padre Lucas (Anthony Hopkins), veterano hombre de luchas que se muestra siempre didáctico y claro a la hora de explicar su tarea: Michael entonces operará codo a codo junto a él para resolver un caso en particular que desvela a los miembros de la Congregación, donde tendrá que poner en juego toda su fe para poder sobrevivir...

"The rite" es una película más sobre exorcismos, aunque actúe Anthony Hopkins en ella, no hay que perder de vista eso.

Ahora, en el último cuarto de hora, y luego de casi 100 minutos aparece en todo su esplendor este último a devolvernos el precio de la entrada con una soberbia interpretación de un sacerdote poseído. Ese es el único punto saliente del film. Hopkins en el cierre es un maestro dando cátedra y su público se emociona al verlo. Ese es el público que llena las salas de todo el mundo y lo ha elegido como uno de los mejores actores de nuestro tiempo. Un derroche de talento y experiencia para cerrar una cinta decididamente menor.

Para novatos y fanáticos de Anthony Hopkins, sí, para los fanáticos del género, ir advertidos de la pobreza del guión...(y para el resto del público, descartarla, sin dudas!).