El peso de la ley

Crítica de Adolfo C. Martinez - La Nación

El peso de la ley: dilemas de una abogada

Uno de esos expedientes en los que a veces se consuma la injusticia llega a manos de Gloria, una abogada apegada a la verdad quien deberá defender a un acusado de violación, ya considerado culpable del hecho. La víctima es un joven sumiso que habita un pueblo bonaerense. En toda su carrera a Gloria jamás le tocó defender a un inocente y tal vez ésa sea una de las causas del desencanto de su profesión. Pero esa vocación adormecida parece despertarse cuando se ve obligada a litigar contra una fiscal, quien fue su admirada profesora en la facultad. El sistema legal convirtió a ésta en lo contrario de lo que enseñaba en sus clases, y su vínculo íntimo con el juez de la causa deja en desventaja a Gloria, quien no se da por vencida y comenzará un arduo camino para demostrar que el acusado no es culpable de ese delito.

Sobre la base de esta dura historia, Fernán Mirás, en su promisorio debut como director, se replantea cada uno de los vericuetos de ese episodio en el que puede rastrearse todo el dolor y la angustia de un ser atormentado por dedos acusadores y miradas torvas.

Cálido y angustioso, el film recrea con mirada inteligente ese devenir por el que debe transitar Gloria (un muy buen trabajo de Paola Barrientos) en su lucha por llegar a la verdad. María Onetto, Darío Grandinetti y el propio Mirás acompañan con convicción este trágico entramado.