El otro verano

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

El turista accidental

En su segundo opus, el realizador Julián Giulianelli construye una pequeña historia sobre la importancia de los modelos o los maestros de la vida y en ese sentido el vínculo que se consolida entre Rodrigo y Juan más allá de la diferencia de edad teje las redes de dependencias invisibles. Modelos que se entrecruzan en sus caminos por un hecho fortuito con las sierras y la tranquilidad de un pueblo chico bastante relacionado con el turismo en época de temporada.

A la soledad de Rodrigo, a cargo del cuidado de unas cabañas que pertenecen en realidad a su padre con quien no se lleva demasiado bien se le interpone la búsqueda de Juan, un joven de 17 años que viene de Buenos Aires con un par de secretos a cuestas.

El otro verano es un film que logra crecer gracias al desarrollo de sus personajes y en ese apartado merece un elogio la labor de Guillermo Pfening sin menospreciar la química lograda con Juan Ciancio, el vínculo es creíble así como su desapego. Tal vez no ayude mucho a la propuesta integral un desenlace precipitado y un tanto forzado.