El otro lado de la esperanza

Crítica de Alejandra Sarasqueta - La Entrada al Cine

Llega a los cines la película finlandesa “El otro lado de la esperanza” de Aki Kaurismaki y el título no podría ser más acertado. ¿Qué pasa cuando nos corremos de los preconceptos y aparece un mundo desconocido?

De qué se trata “El otro lado de la esperanza”
Dos historias se cruzan en Helsinki. Un joven refugiado sirio llega a la capital finlandesa por accidente y pide asilo. A la vez, un hombre maduro abandona su negocio de venta de camisas y compra un restaurante. Cuando sus destinos se cruzan, la nacionalidad importará poco y la solidaridad hará lo suyo.

Con qué te vas a encontrar
Rara, como encendida. Así es esta singularísima película finlandesa de Kaurismaki que sorprende por su estilo narrativo, sus diálogos y hasta su fotografía. Es, para serte franca, extraordinariamente rara. Las historias se van hilvanando con naturalidad y los personajes actúan con una creíble frialdad que no puede adjudicarse solo a su geografía.

“El otro lado de la esperanza” es una película despojada, de aspecto incluso antiguo (sí, es extraño decirte esto pero cuando la veas me vas a entender), que sin golpes de efecto logra trasmitir mucho.

Como te decía al comienzo, el título no podría resumirla mejor. Los manejos burocráticos y el racismo de un país desarrollado sorprenden a quien cree que allí todo funciona bien (al refugiado sirio y a nosotros, ¿no?). Pero también reconforta la solidaridad que muestran esos rostros de gestos tiesos y palabras sin emoción. Un cocinero, un empleado estatal, una mesera, un chofer… es en ellos donde la esperanza resurge.

A las antípodas de los sentimentalismos, los golpes bajos y la música de violines, está “El otro lado de la esperanza”, una película de encantadora frialdad, que encuentra la gracia en el más crudo drama. Vale la pena verla de principio a fin. ¡No te lo pierdas!

Puntaje: 9/10

Título original: Toivon tuolla puolen
Duración: 98 minutos
País: Finlandia
Año: 2017