El mundo según Barney

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Ácida y abrumadora historia de vida

"Barney's version" es la adaptación cinematográfica de un best seller candiense muy laureado. El libro en cuestión fue escrito en 1988 por Mordecai Richler y es recomendado por abordar, además de una historia de vida colorida, características de la cultura canadiense particulares en los últimos treinta años. Richler es judío y dueño de un estilo irreverente que hace recordar a los mejores de su escuela y en este, su trabajo más conocido, reflexiona con acidez sobre sucesos que definen a la sociedad de ese país y subrayan su particular modo de vida. Para esta llevar este desafio adelante la industria buscó a un director de amplio currículum en televisión (Richard J Lewis) y se procuró generar un guión confiable a la altura de la popular obra. Es ahí donde buscó apoyarse la adaptación de Michael Konyves, lineal y fiel a la magnética personalidad de Bareny, aunque sin los sabrosos regionalismos que no pudieron encontrar espacio en la pantalla grande. La esencia y espíritu de la obra está. Paul Giamatti la trae. Sin él, no estaríamos hablando de "Barney's version". Ganador del Globo de Oro este año por este protagónico, el veterano y talentoso norteamericano sostiene con su gran actuación una película que de otra manera habría caído fácilmente en el olvido.

Conocemos a Barney (Giamatti) en la actualidad. Es productor de televisión en Canadá, tiene 65 años y le gusta beber. Siempre quiso ser escritor, pero la vida lo llevó por otros caminos. En este momento del camino, tiene un buen pasar y muchos problemas matrimoniales, de hecho, está separado de su esposa, Miriam (Rosamund Pike) y muy enojado con la situación que le toca vivir. Barney, digamoslo claro, no es un buen tipo. Sus actos no son los que nos inflan el pecho ni nada parecido. Más bien, están unidos a nuestro lado miserable, ese que no nos gusta ver y el que actúa muchas veces cuando nos sentimos frustrados o desesperanzados. Es un hombre normal, astuto (el film siempre marca con claridad que su olfato laboral lo deposita en el camino correcto) y políticamente incorrecto. No le gusta aparentar y vive como lo siente, lo cual hace que coseche antipatías serias que le juegan en contra durante toda su vida. Mientras toma un whisky en un bar, un polícia le obsequia un libro autografiado. Eso presenta la historia.

Años atrás, Barney estuvo implicado en la desaparición de uno de sus mejores amigos y para este oficial (el detective O'Hearne, jugado por Mark Addy), él fue responsable de su muerte. Pero el cuerpo no apareció y sin él, el presunto delito no pudo ser probado. Por ende, O'Hearne escribió una novela policial para contar su hipótesis. Molesto con esto, Barney reorganizará algunos recuerdos y tendremos su versión de los hechos, que desgranarán muchos episodios significativos de su pasado, con gran detalle. Desde sus años mozos hasta el fin de sus días.

"Barney's version" es una historia de vida que atraviesa tres décadas con flashes que van mostrando cómo el protagonista se fue transformando en quien es actualmente. Digamos, en su favor, que no tuvo una existencia fácil. Se casó tres veces, estuvo implicado en un asesinato, es ícono de la televisión canadiense... Giamatti compone un gran papel y se calza sus mejores ropas: llena la pantalla a lo largo y a lo ancho todo el tiempo. Donde no aparece él, el film se cae.

Sin él, me habría ido antes de la sala, sin dudas.

Algo sucede con el interés que la trama presenta, que si no te identificás con ella, se hace tediosa. A pesar de lo bien que trabaja Giamatti, hay una extensión innecesaria en algunos tramos del relato que cansan al espectador. Hay mucha carga abrumadora en los actos de Barney por lo cual, tenerlo tanto tiempo como rol central desgasta los puentes que conectan con el interés de la audiencia: si es un mal bicho y encima la historia se hace larga, la atención se va perdiendo.

Eso sucede aquí. Promediando el metraje, miré el reloj y había pasado una hora. Me restaba otra y quince minutos más para el cierre... Uno nunca controla el tiempo cuando la está pasando bien. En general, si el goce es intenso, volvés a la realidad cuando se encienden las luces. Quizás lo tortuoso e incómodo de algunos tramos de la vida de este hombre no sean algo que uno quiera ver. Al que si hay que prestar atención es a Dustin Hoffman haciendo de su padre. Enorme actuación secundaria, cuando los dos (Giamatti y él) están en escena, el film vibra y atrae. Desgraciadamente, eso no sucede muchas veces. Al menos, no las que hubiésemos deseado.

No es una mala película "Barney's version", debemos decir. Es correcta, está bien filmada y mejor actuada. Pero no me cerró. No se si definir si fue así por una cuestión de piel. De hecho, amé "Sideways" (del mismo protagonista) y lo tengo entre mis actores favoritos pero... Hay en "Barney's version" mucho drama moral (supongo) y no siempre está bien dosificado su devenir. Su acidez a veces va más allá de lo tolerable y me nace pensar que no todo se puede tapar con grandes actuaciones. Una cinta debe lucir equilibrio entre todos sus factores, sin olvidar que su objetivo principal debe ser entretener al público. Por alguna razón siento que aquí, eso está logrado a medias. No es de las películas que volveré a ver ni de las que recomendaría, aunque no niego sus valores y la calidad de sus intérpretes. Está en ustedes decidir si le dan una oportunidad o no...