El mago de los vagos

Crítica de Rodolfo Weisskirch - Visión del cine

Se estrena El mago de los vagos, de Pedro Otero, documental sobre Pajarito Zaguri, ícono del rock nacional, que participó del último Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
El último rebelde. Alberto Ramón García, mejor conocido como Pajarito Zaguri, fue uno de los pioneros del rock nacional. Junto con Moris y Litto Nebbia, entre otros, formó parte de las primeras bandas emblemáticas del género en Argentina como Los Beatniks, Los náufragos y La barra de chocolate. Desde fines de los años ’60 hasta mediados de los ’70 fue un símbolo de la rebeldía y la juventud.

Pero un día desapareció. A diferencia de sus colegas, Pajarito voló. Pedro Otero, realizador cinematográfico, descubrió a Zaguri en su propio edificio, literalmente. El legendario guitarrista y voz del tema Rebelde, vivía un piso debajo de él.

A lo largo de varios años fue juntando charlas -algunas grabadas en video, otras sólo audio- que van recopilando la agitada, divertida y exquisita vida de Pajarito Zaguri, el mago de los vagos, el músico al que no le interesó la fama ni el dinero. Incluso, en algún momento, ni siquiera su arte.

El documental de Otero, que lo tiene como coprotagonista, es una caja de sorpresas, especialmente cuando el realizador se queda imprevistamente sin protagonista. Las herramientas audiovisuales a las que recurre para completar el trabajo son de lo más imaginativas e ingeniosas. Desde la animación a la mitificación inmortal, Otero echa mano a la creatividad para armar una película que funciona como una investigación para descubrir quién fue y adónde se fue Pajarito.

Es un trabajo con mucho humor, corazón y calle. Pajarito recorriendo las pizzerías más populares de la avenida Corrientes, brindando anécdotas maravillosas, perseguido por las cámaras de Otero son el retrato más puro de una persona que revolucionó los esquemas hasta el día de su supuesta muerte.

El mago de los vagos es un meticuloso reencuentro con la historia del rock nacional y con un personaje injustamente olvidado, pero cuya responsabilidad también en parte le cabe al mismo protagonista.

No se trata solamente de un registro de una figura, de recopilación de recuerdos y material de archivo, en El mago de los vagos hay ideas, posiblemente surgidas medio por accidente, pero que se ajustan perfectamente con la personalidad retratada.