El maestro del dinero

Crítica de Diego Batlle - La Nación

El maestro del dinero es un thriller moralista que entretiene y baja línea

En su cuarto largometraje como directora después de Mentes que brillan, Feriados en familia y La doble vida de Walter, Foster narra una historia que funciona bien (aunque por momentos en términos un poco obvios) en tres diferentes niveles: como crítica a la codicia y los abusos de las corporaciones financieras (un tema muy de moda en el Hollywood de los últimos tiempos), como cuestionamiento a ciertas miserias de las cadenas informativas del estilo de CNN o Fox News y, finalmente, como thriller con un caso policial que mantiene la tensión hasta el final en las calles del sector financiero de Nueva York.

Lee Gates (George Clooney) es el exitoso y veterano (está coqueteando con el retiro) conductor de Money Monster, un ciclo televisivo sobre finanzas con mucho de show (baila, rapea, se disfraza) en el que Patty Fenn (Julia Roberts) es su productora, directora de cámaras y consejera en múltiples aspectos que exceden lo profesional. Pero el programa en cuestión no le resulta entretenido ni mucho menos gracioso a Kyle Budwell (Jack O'Connell), un joven trabajador que está a punto de ser padre y que ha perdido todos sus ahorros (60.000 dólares) por seguir una mala inversión (que en verdad es una estafa a partir de un algoritmo adulterado) recomendada poco tiempo antes por el propio Gates.

Con elementos y conflictos que en ciertos pasajes remiten a Wall Street, Network: Poder que mata, Tarde de perros y The Truman Show (todo se transmite en vivo por los medios y se convierte en un furor de consumo masivo), El maestro del dinero abarca mucho y por momentos no "aprieta" demasiado.

De todas maneras, el indudable oficio como narradora de Foster y el profesionalismo de Clooney, Roberts y O'Connell (el mejor del elenco) conducen finalmente este thriller moralista a buen puerto con su doble misión de entretener y aleccionar.