Basta de animales que hablan El cine mainstream de Hollywood viene subestimando al espectador hace rato. En El planeta de los simios (R) Evolución (Rise of the Planet of the Apes, 2011), se busca la identificación con un mono que resulta ser más inteligente que los humanos. En El guardián del zoológico (Zookeeper, 2011), es un humano el ser más estúpido entre los animales. La historia viene así: el cuidador del zoológico es torpe, infantil pero de un gran corazón. Los animales lo quieren y por ello intentarán ayudarlo a reconquistar a su ex novia. Para tal función, los animales del zoológico dialogarán -literalmente- con él. La estupidización del espectador se viene pronunciando cada vez más con un cine tonto, pasatista, carente de ideas e innovaciones que le otorga todo digerido al público. El guardián del zoológico es un claro ejemplo de esta perversa movida que se viene acentuando año tras año. Si bien hay una adolentización de la platea, la identificación con un mono o con un ser humano de características similares (o inferiores) es demasiado. El guardián del zoológico está dirigida al público infantil (de hecho iba a estrenarse en vacaciones de invierno pero se postergó hasta ahora) aunque no es motivo para subestimar de manera tan ofensiva al espectador. Sea de la edad que sea. La película protagonizada por Kevin James (de la serie The King of Queens), es una comedia familiar y no pretende otra cosa. El problema es que reposa toda su imaginación en los gags físicos de su protagonista y los reiterativos diálogos con los animales. Dos grandes ideas si no fuera porque se inventaron hace más de cien años. Todos los años Hollywood insiste con pavadas de esta índole. El año pasado fue Marmaduke (2010) distribuida por la Fox, antes Una chihuahua de Beverly Hills (Beverly Hills Chihuaha, 2008) de la Disney, que ya tiene una segunda parte. Ahora el turno de persistir con la ultra gastada fórmula de “animales que hablan” es de Columbia Pictures, hoy en manos de la distribuidora Sony. Nadie busca ni buscará jamás ideas innovadoras en películas de estas características, que quede claro. Pero no por ello uno debe dejar insultar su inteligencia gratuitamente. Sobre todo cuando la entrada supera los treinta pesos.
Con películas como El Guardián del Zoológico a veces se hace difícil elaborar una opinión. Uno anda deambulando por las letras del teclado pensando: “¿Por dónde empiezo?”, mientras las imágenes y los diálogos siguen rondando por ahí. La primera escena tiene a Griffin (Kevin James con bastante sobrepeso) y a Stephanie (Leslie Bibb –bellísima-) paseando románticamente a caballo en una playa. El preparó todo para proponerle matrimonio incluyendo unos mariachis, pero ella pone cara de asquito y rechaza la propuesta porque piensa que su novio no tiene futuro económico como guardia de un zoológico y que le ve mas potencial como vendedor de autos en la concesionaria del hermano (¿!?!¿!?). Okey. Sé que suena ridículo pero también lo es pensar en alguna razón por la cual estos dos estaban juntos en primer lugar. Cinco años después… Iba a decir “las vueltas de la vida” pero en realidad no, porque Griffin sigue trabajando en el zoológico. Digamos, el guionista escribió que el hermano se casa y en la fiesta vuelve a ver a Stephanie. Cimbronazo al corazón. Este hombre es increíblemente tímido e influenciable y le pide ayuda a Kate (Rosario Dawson) su compañera de trabajo para darle celos a su ex y lograr que vuelva ¿Le suena? Esto debe ocurrir en la fiesta de casamiento. Toda esa secuencia es una antología del ridículo pero en realidad Griffin no es un genio, todos estos consejos fueron dados por los animales del zoológico que oh sorpresa, hablan como usted o como yo y no están dispuestos a perder a su guardia favorito. A partir del primer animal que habla, toda la película parece caer en un pozo sin fondo ayudada por la fuerza de gravedad de algunos de los diálogos. Para colmo, los animales (un elefante; una jirafa; un cuervo; dos osos; un monito -robado de Una noche en el museo-; un avestruz y un gorila) parecen haber fumado de la buena o estar enchufados a una silla eléctrica. No paran de gritar(se) cosas, hablar fuerte y moverse como neuróticos por el set. Un gorila aislado será de todos, el animal que establecerá el equilibrio en la historia y el generador de los momentos mas… bueh! Pongámosle graciosos. Huelga contarle el resto del argumento pero es cierto que El Guardián del Zoológico se las arregla para levantar un poco al final (siempre y cuando ud haya cedido su inteligencia a todo el resto de las propuestas del director, esta claro ¿no?). Lo técnico no es un prodigio. La sensación es de un abuso y/o mal uso del CG y otros efectos, por ejemplo en la velocidad del movimiento de la boca de los animales al hablar resultando este poco convincente. La banda de sonido de Rupert Gregson Williams tiene de todo en la orquesta pero mal utilizado y en lugar de subrayar alguna escena parece querer taparla. También hay un rubro poco usual en el cual El Guardián… resulta floja. El doblaje. En líneas generales, esta realización no está bien doblada en cuanto a la elección de las voces pero sobre todo en la dirección actoral de las mismas. Hay algo estridente en casi todo el elenco, como si no hubieran podido atemperar con su talante, lo que se adivina mal manejado en el idioma original. Apenas se destaca el gran trabajo de Octavio Rojas en a voz del gorila y el de Carla Falcón en la voz de Stephanie. El resto es una caterva de acentos latinoamericanos que en la mayoría de los diálogos resultan forzados. La suma de todos estos factores atentan contra la posibilidad de engancharse en una trama que no invita precisamente a dejar volar la imaginación. Si todo depende de las secuencias con animales, es demasiado poco.
El film tiene varias cualidades negativas ya que el cuento es demasiado pobre y simple, está repleto de clichés, es super predecible, tiene pocos gags muy divertidos, etc. etc. Y como si fuera poco empieza a decaer cerca de la mitad. Creo que si no hubiera animalitos hasta los chiquitines se aburrirían bastante. Si se viera gratis por TV...
Animalito de dios Que difícil hablar de esta película. Tantas preguntas surcan mi cabeza. La primera es sencilla: ¿Por qué vi esto? Y por extensión ¿Porque Kevin James? El film comienza con Griffin (Kevin James) paseando a caballo por la playa con su novia Stephanie (Leslie Bibb) para declararle su amor eterno. Claro, sale todo mal. Un salto temporal nos lleva cinco años en el futuro. Griffin continúa trabajando como cuidador en el zoológico (algo que en su momento le reprochó su ex novia en pleno rompimiento) y es un hombre feliz. Hasta que Stephanie regresa. No sé porque pero intentará reconquistarla. Y como es tan buen cuidador los animales decidirán ayudarlo y se descubrirá el gran secreto, ellos hablan. Este es un viaje a la humillación y Kevin James es el ser más estupido del mundo. Porque no solo quiere regresar con la mujer que lo despreció, lo olvidó y lo humilló, sino que además toma consejos de animales para intentar hacerlo. ¿Porque llegué a creer alguna vez que podías hacer las cosas bien Kevin? Cuán lejos quedó Hitch y King of Queens. ¿Porque crees querido Kevin que caerte y pasar papelones es algo divertido? ¿Es para chicos se podría decir? Pero entonces no me pongas una historia amorosa inútil ¿A los chicos les interesa eso? Pobres chicos, son la excusa perfecta para hacer una mala película. "Es para chicos" como si estuvieran lobotomizados. Un poco de respeto, hay productos infantiles de calidad, o al menos no son un papelón. Ok, esta Yogi. Pero también esta Lluvia de Hamburguesas, Como Entrenar a tu Dragón, Una Noche en el Museo (que en comparación con esta parece una obra maestra). Los animales no aportan absolutamente nada. Hay un momento en que el absurdo se libera, Griffin y el gorila salen de gira nocturna. Uno no puede más que reírse ante tal locura. Ese delirio es el único riesgo que toma el director Frank Coraci. Después todo resulta tan predecible y anodino como uno adivinó desde el primer minuto. Es claro, lo predecible no hace mala a una película, estás funcionan con: insulsa historia de amor + aprendizaje personal + no hay nada como el hogar + golpes + chistes expresados por frases animales. Pero si ese camino no es mismamente interesante, los chistes son de malos a pésimos, la historia de amor es idiota, que querés que te diga. Dejad a los chicos libres, y vos, no la veas.
Kevin James es un muy buen comediante que en los últimos años logró hacerse conocido a nivel internacional a raíz de las series Everybody loves Raymond y The King of Queens que se emitieron en Latinoamérica por el canal Sony. También llegó a la pantalla grande con filmes como Hitch y Yo los declaro Marido…y Larry, donde estuvo amparado por figuras populares como Will Smith y Adam Sandler. El guardián del zoológico es la primera película que se estrena acá con él como protagonista y lamentablemente resultó un proyecto totalmente fallido. James es un buen artista, pero en este caso lo dejaron muy solo remando una película mediocre, donde los realizadores no tuvieron muy claro el target de público al que querían llegar. Ese es el gran problema de este estreno. Se trata de una película familiar que no termina de funcionar. Para los adultos la historia resulta demasiado estúpida, pero tampoco es lo suficientemente infantil como para atraer la atención de los chicos con lo animales que hablan. Este concepto que era el principal gancho para los niños no estuvo bien aprovechado y los animales tienen un rol muy secundario y deslucido en esta historia. El film es un refrito aburrido de Hitch combinado con el Doctor Dolittle. En este caso el consejero sentimental de Kevin James no es Will Smith, sino los animales del Zoológico donde trabaja. La dirección es absolutamente mediocre y debido a este tema los 107 minutos se hacen eternos. El realizador Frank Coraci (Click) tarda una eternidad en mostrar a los animales hablando y a lo largo del film es como que no supo hacerlos interactuar adecuadamente con el protagonista e intentó sostener toda la película con escenas bobas de comedia física, que la verdad no causan mucha gracia. Te podés reír una vez cuando Kevin James se tropieza y se cae en el piso. Ahora cuando repite lo mismo cada cinco minutos deja de ser gracioso. Hay un par de momentos simpáticos con un gorila, pero esta no es una propuesta que te robe una carcajada. No ayuda tampoco el doblaje latino que es insoportable, sobre todo el de algunos animales. Tal vez la versión original con las voces de Stallone, Cher, Nick Nolte y Adam Sandler hacían un poco más llevadera la película, pero al tener una mala dirección no sé si esto resolvía las falencias de esta producción. Como propuesta familiar la mejor recomendación que se puede hacer es apostar a la película del delfín Winter que por lo menos brinda una historia superior y está mejor realizada.
Animalada en clave...familiar? Tengo sensaciones encontradas con Kevin James. De a ratos, mi hija y mi esposa lo aman (aún no entiendo el porqué) y varias noches me torturan cada tanto viendo "Mall Cop" y "Grown ups", aunque yo solamente lo soporto cuando lo veo por cable haciendo "The king of Queens", esa sitcom americana simpática que veía en Sony ET. Siempre me pregunté que le veía el público del gran país del Norte, porque más allá de tener cara de bueno, nunca terminé por sacarle la ficha al hombre. Así es que con mi hija a cuestas, me dispuse a ver "Zookeper". Cuando miré la gacetilla de prensa, algo me tranquilizó, detrás de las cámaras estaba el director de una de mis comedias románticas favoritas de los 90': "The wedding singer". El hombre en cuestión es Frank Coraci, director que habitualmente trabaja con Adam Sandler, su gran amigo, a quien dirigió en "The Waterboys", y "Click" también. Experiencia en comedias familiares había, actores de renombre? Bueno, está Rosario Dawson... Y también Ken Jeong (el famosísimo Mr Chow de la saga "The hangover") y la blonda Leslie Bibb (ya vista en "Law abide citizen" y "Iron Man 2"). Se podía esperar algo que valiera la pena. Básicamente, que entretuviera a la platea menuda, por lo menos. No, no fue así. La historia nos presenta a Griffin (James), quien arranca la historia proponiéndole matrimonio en una solitaria playa a su novia Stephanie (Bibb). Ella lo rechaza de mala forma y le rompe el corazón (pobre! frente a los mariachis que preparaban una canción!), por lo que el hombre entra en una profunda depresión. Su trabajo es ser guardián de un zoológico. Ahí el transita sus días, llorando su separación a todo el reino animal, contandole la historia uno por uno. Cinco meses más tarde, decide dar un vuelco a su vida y replantearse que quizás sea bueno volver a intentar reconquistar a su novia, aunque muchas ideas no tiene al respecto. Es entonces cuando descubrirá que los animales a quienes él tanto cuida y protege, hablan. Si, así, de una. En realidad, ellos no hablan para no asustarnos, se imaginarían que pasaría si lo hicieran? Hay un...pacto? por el cual ellos guardan silencio pero... teman porque hablan y su concepción de nuestro mundo es... bastante particular... Luego de la sorpresa inicial, todos sus nuevos amigos parlantes del zoo, comenzarán a sugerirle líneas de acción para recuperar a su novia. Claro, relacionadas con el mundo animal...Se suma al concierto una veterinaria simpática, Kate (Dawson), quien siente cosas por Griffin pero pondrá lo mejor de ella para ayudarlo a volver con Stephanie. Hay una fiesta en ciernes (un casamiento) y ahí apuntará el guardián para recuperar a su ex. La película tiene un corte familiar esperable dentro de lo que se espera de este comediante. James nunca se caracterizó por hacer otra cosa que de gordito bueno y aquí repite su estereotipo sin ninguna gracia. La fauna que lo rodea lo supera en carisma y llegada, como por ejemplo, el gorila, quien compone la mejor escena del film en la hora feliz de TGI Friday's (la única que vale la pena a lo largo de todo el metraje). El guión (cinco escritores para esto?) busca establecer un correlato entre las reglas del mundo animal y las del nuestro, en una comparación, no sólo forzada, sino deslucida a la luz de los diálogos que se escuchan. Lo absurdo e ilógico busca ser el ariete humorístico pero falla por su poca profundidad y la pobreza interpretativa del cast. Una animalada. Los chicos más grandes, la soportan como pueden. Los más pequeños no son un público muy exigente y alguna risa escucharán en la sala. Serán las únicas. A los adultos, dudo que se los escuche, ya que la cinta es por demás aburrida. En algún lugar leí que hasta Rob Schneider (en "Animal", aquel legendario bodrio casi de culto del 2001) supera a Kevin James libra por libra. Es preocupante que nuestro otrora "Rey de Queens" no pueda encontrar gente que le escriba buenos libros y le proponga buenos productos. De mediocre para abajo. Evitarla, apenas un alquiler si hay peques en la casa. Nada más.
Animales sueltos Un hombre habla de amor con jirafas, gorilas y leones. Así como existe la Factoría Apatow en la comedia de Hollywood (por el responsable de Vírgen a los 40 ), hay otra “factoría”, menos respetada pero igualmente prolífica que es la que encabeza Adam Sandler, con películas e nlas que actúa o produce para sus amigos. En este caso es para Kevin James quien, dirigido por Frank Coraci ( La mejor de mis bodas ), protagoniza esta historia acerca de Griffin, un tierno cuidador de un zoológico quien viene de un rechazo sentimental fuerte que lo ha dejado algo deprimido. Años después Griffin sigue en el zoo y no hace más que contarles sus penurias a jirafas, elefantes, leones y primates. En una fiesta previa a la boda de su hermano, reaparece Stephanie (Leslie Bibb), la chica que lo dejó y que ahora lo vuelve a mirar con interés. Ahí es cuando los animales deciden reunirse y, hablando en perfecto inglés (una lástima que la película aquí sólo se vea doblada ya que las voces de Nick Nolte, Sylvester Stallone, Cher y Sandler le otorgan una cuota extra de humor), se ponen de acuerdo para ayudarlo a reconquistarla. Lo que ellos no saben, pero el público sí, es que Stephanie quiere que Griffin abandone el zoo. Ni tampoco ven, como nosotros, que la colega que encarna Rosario Dawson (lo mejor de la película) es una mejor conquista para él. Griffin escuchará a los animales y, luego del shock inicial, cual Dr. Doolittle podrá entablar relaciones con ellos, en especial con un gorila triste y recluído. Hasta la mitad, el asunto podría calificarse como bastante divertido. Pero llegado un punto la trama se estanca en las complicaciones prácticas de “conseguir a la chica” y, como comedia familiar que es, apuesta a un humor físico poco original (con excepción de una escena de baile en la boda). De ahí en adelante, casi es más interesante la amistad entre Griffin y el gorila que su problemática entre dos mujeres que, a decir verdad, uno nunca termina de creerse que puedan estar interesadas por él. Sin apostar del todo al absurdo ni tampoco a la comedia romántica, El guardián del zoológico se queda a mitad de camino y no llega a ser la muy buena comedia que prometía. De cualquier manera, con sus desniveles, encuentra varios momentos de humor inesperados con algunos comentarios de los animales. Bah, al menos en inglés son divertidos. Doblados, ¿quién sabe? «
Lo primero que conviene dejar de lado frente a El guardián del zoológico es el lugar común: no estamos ante una película más de animales parlantes y humanos que se sorprenden o se mantienen indiferentes ante ese mundo armado a fuerza de efectos especiales y de animatronics. Los recursos para hacer hablar a las bestias del zoológico existen, pero aquí se ponen al servicio de otra clase de historia. Lo que resuelven leones, elefantes, gorilas, jirafas y osos es romper una suerte de código de silencio para que el protagonista del relato pueda salir de perdedor. La víctima es Griffin (Kevin James), versión más inocente y fornida del eterno y ciclotímico adolescente encarnado por Adam Sandler, cuya escudería aparece de un modo muy visible como artífice de este proyecto. Al macizo astro de The King of Queens lo vemos al comienzo fracasando en su intento de proponerle matrimonio a la chica de sus sueños (Leslie Bibb), una rubia tan bella como vacía. Tiempo después, la muchacha reaparece y el desafortunado héroe, que se gana la vida como jefe de guardianes del zoológico de Boston, sólo acepta probar suerte de nuevo con la inesperada ayuda de algunas fieras, capaces de expresar una vasta gama de sentimientos que van de la ironía a la comprensión. El más cercano es el gorila Bernie, todavía más frustrado que Griffin y arrojado casi a la depresión a fuerza de abusos y maltratos dentro del mismo zoológico. Sin perder el espíritu de la comedia familiar convencional, el film se propone rescatar a los perdedores, reivindicar cierto comportamiento animal por parte de los humanos y cuestionar desde allí la trivialidad de los excesos en el lujo y la sofisticación. Una trama con suficiente brío y un par de secuencias muy logradas (la primera salida compartida entre Griffin y el gorila, la escena de la boda) contribuyen a ese propósito. Sin embargo, las cosas quedan al mismo tiempo descompensadas por culpa de algunos bruscos cambios de ritmo, cierta sobrecarga en el énfasis de la idea fuerza original y, sobre todo, un muy desafortunado doblaje a la mexicana que arruina chistes enteros y nos priva de disfrutar las voces originales de Nick Nolte, Sylvester Stallone, Maya Rudolph y el propio Sandler.
Los animales se divierten... el público no ¿Cinco guionistas? Sí, ni más ni menos que diez manos metieron su cuchara en este plato poco apetitoso que se ha dado a conocer como El Guardián del Zoológico; una comedia muy poco graciosa al servicio de un actor bastante ignoto por estas latitudes como Kevin James. Lo único que puede salvar comercialmente a esta producción de Adam Sandler dirigida por su habitual colaborador Frank Coraci es el “concepto” que intenta vender: los animales hablan (aunque nunca frente a los seres humanos) y deciden revelarle el secreto al personaje del título para ayudarlo a reconquistar a una ex novia. ¿Qué se puede rescatar de una película cuyas escenas de humor involucran a un tipo copiando el comportamiento animal en situaciones cotidianas? Nada, diría yo. O apenas dos o tres pequeños momentos, sumamente aislados, en los que surge a pleno la espontaneidad de un Kevin James que ha dado muestras de eficiencia con un material superior. Con el mismo Sandler en una comedia discretísima como Yo los Declaro Marido y… Larry o en la sitcom The King of Queens el muchacho de aspecto voluminoso ha salido bien parado. Ahora que sobre él recaiga todo el peso de una historia, y una tan finita como la de El Guardián del Zoológico, seguramente no es una idea brillante. Hasta ahora sus aportes más interesantes han sido como partenaire del actor protagonista (recuérdese también Hitch, Especialista en Seducción junto a Will Smith). Es ahí, en mi opinión, donde relucen sus mejores armas para la comicidad: expresividad, un lenguaje corporal que incorpora astutamente las peculiaridades de su físico y un perfil bonachón recurrente que se mete al espectador en el bolsillo con suma facilidad. Como es costumbre en la filmografía de Sandler –por lo menos la de los últimos años- hay un “mensaje” humanista detrás de las payasadas, el slapstick y los clichés de tantas comedias románticas que hemos consumido en aras del entretenimiento. Griffin Keyes está obsesionado con recuperar a la tilinga Stephanie (Leslie Bibb) quien tiempo atrás se le riera en la cara al ofrecerle matrimonio. Roto el noviazgo Griffin no ha vuelto ha conocer a nadie que saque de su mente el recuerdo de la bella Steph (aunque la veterinaria que compone Rosario Dawson lo mire con buenos ojos). Como es un pan de Dios y no sabe qué hacer con su vida, los animalitos del zoo a los que ha cuidado con cariño y respeto por largos años empiezan a darle consejos con resultados catastróficos. ¡Y menos mal que desestimó la sugerencia del monito de arrojarle excremento a la hembra! A todas las demás pavadas Griffin las sigue a pie juntillas generando un montón de micro escenas embarazosas, de esas que dan vergüenza ajena y disparan la preguntas más obvias: ¿en qué estaban pensando? ¿Cómo se les ocurrió hacer semejante mamarrachada? ¿Nadie se percató de que los gags no funcionaban? ¿Existe el buen gusto en Hollywood? Por más delirante que esto suene el compañero de andanzas de Griffin es un gorila. Que, no lo voy a negar, tiene una secuencia módicamente graciosa cuando salen de reviente a TGI Friday’s (tremendo chivo dicho sea de paso) pero teniendo en el elenco al divino botón al talentoso Ken Jeong (el asiático amanerado de ¿Qué pasó ayer?) como el encargado del serpentario uno hubiese preferido verlo a Kevin James interactuando más con otros comediantes de su talla. El tema aquí es que como producto dirigido al público familiar el filme fracasa sin discusión. Los animales no son simpáticos y todo el tema de conversación gira siempre sobre cómo atraer y seducir a Stephanie. Es una temática adulta con un tratamiento estupidizante. Y para colmo ni siquiera las voces originales de intérpretes de gran trayectoria como Nick Nolte (el gorila), Sylvester Stallone (el león), Cher (la leona), Adam Sandler (el mono), Maya Rudolph (la jirafa) y Jon Favreau (el oso Jerome) logran elevar a esta realización de la más rotunda mediocridad. Un paso en falso que quizás pueda remediarse con la próxima comedia de este mismo equipo: Here Comes the Boom, a estrenarse en el 2012. Mientras tanto un aserto lapidario: El Guardián del Zoológico es en verdad impresentable…
Pasatiempo razonable, sólo para los más chicos La premisa de esta comedia infantil romántico-zoológica es que en realidad todos los animales pueden hablar, sólo que no lo hacen abiertamente para no asustar a las personas. Viendo que el mejor guardián del zoo sufre problemas amorosos, con una chica que ya le rompió el corazón hace años y que ahora lo acepta si consigue un trabajo mejor remunerado, los animales se unen para ayudarlo, lo que redunda en romper el pacto y dialogar sin problemas con su amigo humano. El asunto es bobo de por sí, y sería original si no se notara la influencia obvia de «Dr Doolittle» y la saga de «Una noche en el museo». Por supuesto, hay gags con los animalitos parlantes que son graciosos, especialmente los que tienen que ver con dos osos peleadores y las constantes recriminaciones en público de la leona al león. El protagonista, Kevin James -también coguionista- hace un personaje entre naif y tonto con demasiados toques sentimentaloides, pero también interviene en algunos momentos eficaces de humor. La chica insoportable, Leslie Bibbs, realmente lo es, y la que podría haber estado mejor aprovechada es la talentosa Rosario Dawson como otra empleada del zoólogico que, tal como hasta los chicos se darán cuenta desde el comienzo del film, es el verdadero amor del protagonista. No hay mucho más que agregar, salvo que técnicamente los animales digitales están bien resueltos, y que para chicos chiquitos éste puede llgar a ser un pasatiempo razonable.
Diálogo entre animales Griffin Keyes parece haber nacido para cuidar animales. Trabaja en el Parque Franklin y ninguno de sus "pensionistas" es un desconocido para él. Conoce sus mañas, sus habilidades, sus picardías y es capaz de exceder las horas de su turno habitual por estar con ellos. Hasta parece que se lleva mejor con ellos que con sus compañeros humanos. El problema es que su vocación de cuidador, no es comprendida por su novia, que aspira a una pareja mejor posicionado y con una actividad más lucrativa y de nivel. La ruptura se acerca y el pobre Griffin empieza a pensar seriamente en cambiar de trabajo. Pero todavía le queda una oportunidad que se le presenta cinco años después, cuando la novia reaparece. Claro que la sorpresa coincide con la súbita conversación que los animales de su amado zoológico, comienzan a brindarle, para su asombro. CONSEJOS Comprendiendo que su amado cuidador está pasando por un mal momento, deciden darle consejos amorosos para que recupere a su amada. Pero animales y personas no tienen las mismas costumbres. "El guardián del zoológico" es una liviana comedia romántica que como "Babe, el cerdito valiente" o "Dr. Dolittle", muestra animales que hablan y también un buen conjunto de bichos, desde osos a jirafas. Eddie Murphy y Rex Harrison hace tiempo tenían el don de charlar con los animales en aquellas películas y ahora se lo pasaron a este simplón de Kevin James, del que nadie puede pensar que tenga la novia que tiene. El filme muestra problemas de verosimilitud y reiteraciones, porque luego de la exposición de cada animal sobre las tácticas amorosas para que Griffin pueda encontrar novia, la cosa se repite y las bromas y las situaciones no dejan demasiado para imaginar. Conocidos actores doblaron a los animales como Cher, en la leona, Maya Rudolph es la jirafa, Nick Nolte, el gorila y Sylvester Stallone, el león Joe, mientras los animatrónicos como Bernie, también tienen su lugar (el poderoso orangután). Total, una comedia pasatista, para todo público y sin demasiadas pretensiones.
Al guardián con amor Con un comienzo prometedor, el film de Frank Coraci (quien dirigió a Sandler en The waterboy) muestra a Kevin James como un solitario guardián de zoológico que decide dejar su trabajo porque la mujer de sus sueños se lo pide. Es ahí cuando los animales intervienen, le enseñan sus hábitos de apareamiento y cómo se marca territorio en el reino animal. El actor Adam Sandler presta su voz en esta película en la que los animales de un zoológico deciden romper su código de silencio para ayudar a su más querido cuidador para que conquiste a la mujer de sus sueños, Rosario Dawson. Entre enredos, un tercero en discordia y carreras de bicicletas, el tímido guardián del zoológico va transformándose en otra persona y deberá decidir en quién convertirse. En la película, su mejor amigo termina siendo Bernie, el gorila, que estaba aislado y marginado por una errónea percepción de lo que es peligroso. Como elementos sorpresa The zookeeper cuenta con las voces de Cher, Nick Nolte, Adam Sandler y Sylvester Stallone en la versión original. Este relato sobre animales parlantes cumple su cometido, acumula buenos momentos de humor, tiene un ritmo adecuado y un final previsible.
El guardián del zoológico es una típica película de la factoría Happy Madison, productora de Adam Sandler especializada en llevar adelante proyectos que, a algunos años del estreno, alimentan la grilla matutina de los canales de cable. La compañía empezó a funcionar a fines de los noventa, tiempo después que las recordadas comedias del actor, y no tuvo participación en los mejores trabajos del humorista en la década siguiente, como Funny People o Punch Drunk Love. Es una empresa que parece más orientada a dar trabajo a los amigos, generalmente repite actores y directores, a raíz de lo cual todas las realizaciones acaban por verse similares. Dr. Dolittle ya hizo su parte hace 13 años con el tema de los hombres que hablan con los animales. De hecho el éxito de la original justificó que se hicieran otras cuatro iguales. Nick Nolte, Sylvester Stallone, Cher, son algunos de los que prestan sus voces para los “divertidos” animales, algo que se hacía en su momento y actualmente se hace en todas las películas animadas. La voz del elefante precisamente es de Judd Apatow y eso es lo único que acerca a Zookeeper a una de las películas de este. Y es que, como una clásica película de la productora arriba mencionada, es igual a las demás. Kevin James es simpático, pero en todas hace el mismo papel, sea secundario o protagonista es el gordo buenazo, al que le sigue faltando esa pizca de intento de viveza que tenía su Doug Hefferman de The King of Queens y que lo hacía tan desastrosamente divertido. Sin embargo, como es tan parecida al resto, bien podría haber estado protagonizada por Adam Sandler, David Spade o Rob Schneider, o dirigida por Dennis Dugan en vez de Frank Coraci y el resultado hubiera sido el mismo. Es entonces un producto poco original, repetitivo, predecible, sin gracia, que todo lo resuelve con un golpe a la cabeza o una caída y en ningún momento busca apartarse del molde con el que parecen hacer comedia. Si bien está Ken Jeong, un actor que en cualquier papel la rompe y a todo le suma uno o dos puntos, es un film demasiado infantil, pensado exclusivamente para los chicos.
UNA NOCHE EN EL ZOO Cuando una idea es utilizada varias veces sin importar brindarle al espectador algo distinto, novedoso o sorpresivo, esa chispa de originalidad, de entretenimiento y de ingenio desaparece inmediatamente. Esto es lo que sucede en esta película protagonizada por Kevin James, la cual toma un hecho que ya se vio repetidas veces, más precisamente en las dos películas de "Una Noche en el Museo", para regalarle al público una serie de incómodas escenas de comedia, sin lucimiento actoral y con un guión que no logra aprovechar los detalles que va creando, y se basa en el golpe sencillo, práctico y poco divertido. Griffin es un hombre que está enamorado de una mujer, pero hace cinco años ella le rechazó su pedido de matrimonio por no estar a la altura económica y laboral que ella merecía tener. Él es guardián de un Zoológico y, cuando los animales se enteran que posiblemente cambie de trabajo para tratar de reconquistar a su amor, deciden quebrar un pacto secreto y le comienzan a hablar. Con la ayuda de ellos el hombre va a tratar de volver a enamorar a Stephanie. La historia es muy similar a otras del mismo género, no aporta novedades ni situaciones que no se hayan visto con anterioridad. El hecho que por las noches los animales del zoológico se liberen, hablen e interactúen entre sí, le aporta poca originalidad y destaque a la propuesta. Pero, pese a que este es uno de los grandes problemas de la película, son otros los inconvenientes que perjudican aún más la experiencia: Por un lado, el humor es físico, poco ingenioso y algo elevado para el público infantil al que la cinta va dirigida. No hay escenas cómicas bien construidas, siempre se finaliza el acto con algún golpe o caída y no se crean diálogos que tengan un inventivo y sentido que le aporten inteligencia al relato. Son muchas las escenas incómodas que aquí se van presentando y se crea un sentimiento de "más bajo que esto no se puede caer", que increíblemente se va intensificando mientras los minutos van pasando. Hay un personaje que tiene una descripción muy mal lograda: un gorila que está solo; que es víctima de ciertos abusos por parte de otro cuidador; que no entiende a los humanos y que, sobre todas las cosas, quiere descubrir el mundo exterior, pero no la selva ni su lugar de origen, sino la ciudad y vivir la vida como los humanos (así de incoherente como suena). Hay una secuencia en la que el protagonista lo lleva a pasar "la mejor noche de su vida", van a un bar y recorren la ciudad. Una serie de escenas que dan vergüenza ajena. Por otro lado, el trabajo actoral es bastante pobre y, si bien Kevin Jones es un buen comediante que logró destacarse en otras películas, aquí, producto de un guión poco interesante, su personaje se hace tedioso, aburrido y previsible. Quienes lo acompañan tampoco logran lucirse, Rosario Dawson es quien, dentro de las pocas exigencias de su libreto, logra sacarle un poco el sentido humano de su rol; mientras que Leslie Bibb, en un papel totalmente estereotipado, sobreactúa y hace lo posible por encajar en las necesidades del guión. Otro de los problemas que aquí aparece, es la utilización de la voz en los animales. El director tarda mucho en mostrar dicha característica, no se logra entender a qué público fue destinada la propuesta, se puede apreciar un caos visual y sonoro cada vez que ellos aparecen, provocado por una dirección desordenada y poco fluida, y dichos personajes no poseen el destaque merecido, lo que ocasiona que se conviertan en roles secundarios innecesarios para contar la historia. "El guardián del Zoológico" es una película mal lograda, con actuaciones que no se lucen, un humor poco inteligente y un guión que no aporta algo nuevo ni novedoso. Una comedia fallida y poco divertida.
VideoComentario (ver link).
El responsable de los bichos de un zoo (Kevin James) está enamorado de una bella chica. Hay otra chica más linda, de paso. Los animales deciden charlar con él (los animales hablan) y enseñarle lo que necesita saber para ser feliz. Las cosas no salen del todo bien y hay caídas, golpes, torpezas y -perdón la redundancia- animales que hablan. El chiste es que hay animales que hablan. Ya sabe, pues, a qué atenerse si extraña a Mr. Ed.
Anexo de crítica: Por tratarse de una comedia atp, El Guardián del Zoológico resulta demasiado extensa para lo poco que entrega y demuestra que Kevin James rinde mucho mejor cuando comparte cartel con gente talentosa a pesar de los enormes esfuerzos realizados en este mediocre producto para levantar la puntería de un guión impresentable. No pasa de simpático un argumento elemental donde la excusa de los animales que ayudan y hablan simplemente es una anécdota que quitará una que otra sonrisa a los más pequeños. Los padres sufrirán la decadencia de la comedia liviana en carne propia.
Kevin James es un muy buen partenaire y su performance en “El guardián del zoológico” deja en claro que todavía no tiene el carisma y la importancia suficientes como para encabezar un reparto. Estrenada sólo con copias dobladas al español, el filme tiene pocas ideas nuevas: animales parlantes, hermosas chicas desalmadas que se enamoran del perdedor de turno, un loser sensible e ingenuo… Además surge una incógnita, ¿por qué casi todos los animales tienen voces centroamericanas? Esto tampoco tiene explicación… ni importancia.
Ignoren a los mariachis (spoiler) ¿Cómo sentirse atraído a ver una película como El guardián del zoológico? El enésimo filme con animales que hablan y que van a ayudar al buenazo de turno, en este caso, el “king of Queens” Kevin James. Aquí, los animales romperán su pacto de “no hablar nunca a los humanos” para ayudar a que Griffin reconquiste a su ex Stephanie (Leslie Bibb), que cree que su trabajo es patético, y no abandone sus tareas en el zoológico, ya que, obviamente, ha sido el mejor cuidador que han tenido. Así se presenta este filme en el cual se acumulan todos los lugares comunes de las comedias románticas más chatas. Y, en realidad, es una película más fallida que mala. Lo peor que tiene es que es tan lineal y predecible que agobia. Logra sí, algunos buenos chistes y sobre todo buenos momentos de inspiración de Kevin James, que es alguien con gracia. No hay mucho más que eso en una historia que se va diluyendo al mismo tiempo que el poco interés que suscita. Frank Coraci se embarca en la dirección de este film que hace 15 años hubiera tenido seguramente a Adam Sandler como protagonista. De hecho, Coraci ha dirigido algunos films de Sandler como La mejor de mis bodas, de 1998, El aguador (en la Argentina directo a DVD) de 1999, y la más interesante Click, perdiendo el control, de 2006. Claramente, El guardián del zoológico es de lo más flojo de su producción aunque, en definitiva, es un filme menor con un guion inconsistente y plano, con lo cual Coraci realiza un trabajo bastante digno. Además, los personajes y las actuaciones están correctos y, más allá de que el peso de casi todo el film recaiga sobre James, también hay algún destacado, como el oriental lascivo Venom interpretado por Ken Jeong. Lo que resulta por momentos insoportable son los animales, que en un tono al estilo Madagascar, se la pasan gritando y diciendo chistes viejos robados a algún mal comediante cordobés. Sólo se salva el querible gorila o el monito cappuccino (sólo cuando alardea por tener pulgares), y quizás las pequeñas apariciones del cuervo y el avestruz. El resto es un grupo insufrible. Reiterando ideas, El guardián del zoológico es una cinta menor, sin pretensiones, un producto que por momentos aburre y a veces hace reír por acumulación de chistes, algunos de ellos buenos. Posiblemente todo esto hubiera funcionado mejor en el contexto de alguna aventura, pero así como comedia romántica es un pasatiempo olvidable aunque no tan malo como para indignar, por suerte.
El Guardián del Zoológico es la última comedia de Kevin James, el gordito divertido de "Yo los declaro Marido y Larry" y "Hitch, especialista en seducción", que debo decir es un moco total y carece de inteligencia humorística casi en el 100% de la duración total del film. Creo que hay 2, a lo sumo 3 momentos realmente divertidos en toda la película a cargo de James y eso es todo. Los animales de este Zoo, son de los más aburridos y cursis que he visto de todas los animales parlantes que han tenido lugar en la gran pantalla... y eso que no han sido pocos, basta con recordar las insufribles Dr. Doolittle 1, 2, 3, 4 y ¡¡5!!... sí sí, 5 películas sacaron de ese fiasco. Para empezar, el animal con más protagonismo en Zookeeper, es un gorila escenero y cursi que está triste todo el tiempo, por otro lado está el elefante que es realmente insoportable, en especial la voz que se encargó de darle Judd Apatow, y luego viene una fila de bichos (con voces de Sylvester Stallone, Nick Nolte, Adam Sandler, Maya Rudolph, Jon Favreau y Cher) con bajo carisma que aparecen bastante poco a lo largo del metraje y que no aportan casi nada en lo cómico. La historia es trilladísima, mostrándonos a un tipo enamorado de una linda chica con poco cerebro que no lo acepta como es y quiere cambiarlo para que sea digno de estar con ella, mientras frente a sus narices, nuestro protagonista tiene al verdadero amor de su vida (Rosario Dawson), que por ser una compañera de trabajo y amiga, no entraba en la categoría de posibilidades románticas. Los animales del Zoo intentarán ayudar a Griffin (Kevin James) elaborando un plan para recuperar a su Ex (Leslie Bibb), cuestión que obviamente no saldrá como lo tenían planeado y que supuestamente derivará en una serie de situaciones graciosas (que en realidad brillaron por su ausencia). Dirige Frank Coraci, un tipo que en el pasado nos entregó algunos bodrios como "El Aguador" con Adam Sandler, o "La Vuelta al Mundo en 80 Días" con Jackie Chan, por lo que, si tuvieron la mala suerte de ver estos films, se darán cuenta del tipo de humor que le gusta ofrecer en pantalla. Para rescatar de su trabajo en el campo de la comedia podemos acordarnos de "El Cantante de Bodas", también con Adam Sandler, aunque tampoco es una perlita regia del género. Para redondear, creo que ni los niños se van a divertir mucho con esta película, que carece de algún tipo de inteligencia narrativa para atraer a los adultos y que es lo suficientemente insulsa como para embolar a los más pequeños.
La comedia, que avanza con vaivenes y un poco a los tropezones. No sería ilógico pensar que El guardián del zoológico era un producto pensado para Adam Sandler, pero que algo pasó en el camino y el actor se quedó apenas como productor y poniendo la voz a uno de los animales protagonistas. Es decir, además de Frank Coraci en la dirección y el amigo de la casa Kevin James en el protagónico, la película tiene todos los elementos típicos de la comedia sandleriana: obviamente, el malo es el dinero o, en todo caso, lo que nosotros hacemos cuando tenemos dinero y nos alejamos de nuestras pasiones. Lo que dejaría en evidencia que al Sandler actor/autor, hay que sumarle también un Sandler productor/autor. Lo que ocurre, por otra parte, es que el personaje Sandler está atravesando una etapa bastante crítica y El guardián del zoológico tiene todos los desaciertos de las últimas películas del comediante. James es el personaje del título, alguien que tras sufrir un desengaño amoroso decide ocultarse en su trabajo, distanciarse del mundo y centrar su atención en su profesión: así se convierte en el mejor guardia de un zoológico, o al menos eso es lo que dicen los propios animales. Bueno, no les dijimos: El guardián del zoológico es de esas películas que hacen hablar a los animales. Es decir, al estilo Sandler más familiar le incorporamos unos animalitos parlanchines, algo de humor físico y una trama bastante simple, con lo que tenemos un producto infantil en la cancha. Además, la reaparición de la ex una vez que el protagonista había logrado olvidarla, permitirá jugar también con la comedia romántica. No es por puritano, pero sí hay que señalar que a veces no se comprende de estas películas hacia qué público van dirigidas: si bien estamos ante un evidente relato infantil, algunos chistes y secuencias buscan incluir a los adultos, pero no como en Pixar sino de una manera un tanto grosera. Esa confusión es la propia de la comedia, que avanza con vaivenes y un poco a los tropezones. Si existe un elemento que permite que veamos al film como algo simpático y sin mayores pretensiones, ese es el talento de James para sostener hasta la secuencia más tonta, la simpatía de Rosario Dawson (compañera de trabajo del protagonista) y los momentos que el guardián comparte con un solitario orangután. El guardián del zoológico no evitará la moraleja, aunque la misma no esté tan subrayada, y pasará sin hacer demasiado daño. Lo peor para decir sobre ella es que resulta bastante perezosa en sus resoluciones. Y no mucho más.
Mi mejor amigo es un gorila Este tipo de comedias no persiguen otro objetivo que el de entretener livianamente al público durante un par de horas. No se les exige, por lo tanto, profundas reflexiones o el planteo de dilemas morales. Pero si apenas a un cuarto de hora de proyección el espectador ya sabe exactamente todo lo que va a pasar y cómo va a pasar, las posibilidades de lograr la meta de no aburrir descienden dramáticamente. Después de ver a la chica que rechaza la propuesta matrimonial del protagonista, de apreciar la preocupación que despierta entre los animales del zoológico la depresión en la que se sume el guardián y sobre todo, de conocer a la compañera de trabajo de éste, simpática, comprensiva y atractiva, no hay dudas de cómo se va a desarrollar el argumento y de qué manera se producirá el desenlace de la historia. El director Frank Coraci no aporta absolutamente nada nuevo. Intenta hacer pie en la comicidad de Kevin James (conocido por los televidentes sobre todo por su participación en "The king of Queens") y le da rienda suelta en largas escenas en las que los animales intentan aleccionarlo sobre los métodos más eficaces para seducir a las hembras de la especie. Pero, en el mejor de los casos, sólo consigue dibujar una leve sonrisa en el rostro de los espectadores. Hay toda una subtrama en la que uno de los animales en cautiverio, un gorila (al que se presenta como un ser melancólico y reflexivo), se convierte en una especie de amigo y confidente del protagonista; tampoco en ese tramo alcanza el filme vuelo propio o momentos de originalidad como para sumar puntos a la propuesta. La trama tampoco ayuda, y todo se reduce simplemente a admirar la perfección técnica con la que los animadores y los creadores de efectos especiales logran hacer interactuar a los animales con los humanos. Llega el punto en el que el público tiene la sensación de que las bestias (ayudadas por la electrónica) son intérpretes más dúctiles que sus colegas humanos.
Ahora lo entiendo… Kevin James se pondrá en la piel del solitario cuidador de un zoológico, un hombre que quiere abandonar su trabajo porque es incapaz de mantener una cita con una chica, de ahí que los animales a los que atiende quieran echarle una mano. Cuando uno se encuentra con los avances de una película cómica, con animales parlanchines y una historia de amor en el medio, enseguida desconfía pero a la larga espera una sorpresa… un antes y un después en ese filme. Estamos hablando nada más y nada menos que de: Perdón, me equivoqué de póster… aunque nadie me puede negar que ya empezamos mal… este es el póster de “El guardián del zoológico”… (Parece un juego de busque las siete diferencias con “Una noche en el museo”). Pero la primera gran diferencia la marca... una es en un museo, y la otra en un zoológico… La historia es muy básica, Kevin James interpreta a Griffin un cuidador del zoológico que no tiene suerte en el amor. Su novia lo deja porque cree que tiene que dejar el trabajo en el zoo y progresar. Después de 5 años, se reencuentran y el decide reconquistarla y está dispuesto a abandonar su trabajo por ella… ahí es donde sus queridos animalitos entran en acción, rompiendo el pacto de silencio para con los humanos y aconsejándolo en su intento de conquista… UNA PAVADA! Pero, una pavada que suma a la hora de comenzar con algunos diálogos graciosos entre el cuidador y los animales y más que una escena de golpes y blooppers que acompañan algunas risas. En mi caso, debo decir que he disfrutado de muchas películas de Kevin James, destacando sobre todas el papel que interpreta en “Hitch: experto en seducción”. Por ese mismo motivo tenía pendiente este filme y tenía algunas fichas puestas en él… pero la banca siempre gana y las expectativas se fueron por la borda. En cuanto a los efectos especiales, no son en absoluto destacables, los efectos de movimientos de boca de los animales y la interacción con los personajes humanos en algunas instancias dejan que desear… o será que uno ya se pone en exquisito… pero bueno, la desilusión puede más… Una comedia familiar, con ninguna sorpresa para destacar, algunas que otras risotadas y más animales parlanchines… que no han parado de hablar desde Dr. Dolittle (para ser contemporáneos). El otro día me preguntaba por qué había tardado tanto en sentarme a ver la película “El guardián del zoológico”, o como su título original lo establece: “Zookeeper”… ahora lo entiendo…