El guardia

Crítica de María Victoria Vázquez - El Espectador Avezado

El sargento Gerry Boyle (interpretado por Brendan Gleeson, para los fanáticos de Harry Potter, Mad-Eye Moody) es un policía más que peculiar. En el buen y en el mal sentido. En las primeras escenas de la película pensamos que es absolutamente inepto: se tienta probando drogas que encuentra en cadáveres, no respeta protocolos de investigación, en fin, es un tipo muy poco ortodoxo. A esto se le suma un grado importante de incorrección política, de la que al principio parece ser el único exponente, pero luego se develará, al menos desde el punto de vita de la película, como una característica típica de la Irlanda rural.
Esta comedia policial comienza con un asesinato con pistas confusas. Pero se desarrolla a partir de la llegada a este pequeño pueblo costero irlandés de un equipo del F.B.I. que investiga un posible (y millonario) desembarco de drogas en esas costas.
El líder del equipo, el agente Wendell Everett (Don Cheadle), pide la colaboración de toda la fuerza policial local para localizar a los principales sospechosos, pero ya en la primera reunión se encuentra con la desfachatez de Boyle. Paralelo a esto, desaparece el compañero del sargento, pero nadie asocia los episodios.

El guionista y director John Michael Mc Donagh nos cuenta la historia siempre desde el punto de vista de Boyle. A veces exasperante, pero también por momentos adorable, este policía cincuentón, con una madre moribunda, todavía soltero que sueña en formar una familia, aparenta mucho menos de lo que es. Hasta los delincuentes (liderados por el británico Mark Strong) se sorprenden y admiran sus cualidades.
Si bien todo el trasfondo es el de una trama policial, el tono en el que está contada pertenece al género de comedia. Incluso los momentos más duros están suavizados por ese marco, y así hasta los que serían temibles traficantes de drogas resultan graciosos, pero desde un punto de vista inteligente, sin caer en la trillada imagen del delincuente inepto (al estilo Mi pobre angelito).
Sin ser una comedia hilarante, logra demostrar un humor sutil, una trama que engancha, y termina resultando interesante, y un muy buen final, de héroe anónimo y solitario.
Un muy buen ejemplo de cine irlandés. Es bueno, y hasta recomendable, salir un poco de la masividad de Hollywood. Ésta es una excelente oportunidad.