El guardia

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

No es tan fácil encontrar una gran película policial o de acción por estos días, por eso cuando la cartelera ofrece propuestas como esta no hay que dejarlas pasar.
El guardia, es junto con Hot Fuzz (Simon Pegg) una de las mejores buddies movies de policías que se hizo en el último tiempo.
Hubo una época en la que propuestas como estas abundaban en las salas de cine y era un placer disfrutar de este género en la pantalla grande, pero en la actualidad las buenas producciones se convirtieron en una rareza, especialmente en Hollywood.
El cine independiente otra vez sale al rescate del género, en este caso con una propuesta de Irlanda, que representa la ópera prima de John Michael McDonagh, cuyo hermano Martin, dirigió Escondido en brujas, con Colin Farrell.
La película presenta una típica trama de dos policías que no tienen nada en común entre sí y se ven obligados a trabajar juntos en un mismo caso.
Si bien ya vimos un millón de veces este tipo de historias lo que hace especial a El Guardia es el trabajo de los dos protagonistas y la zona rural irlandesa donde se desarrolla la trama.
Brendan Gleeson interpreta a Gerry Boyle, un policía que tranquilamente podría ser amigo de Torrente y que debe trabajar en serio por primera vez en su carrera cuando una operación de tráfico de drogas llega a su jurisdicción; un lugar en el que ser policía es el trabajo más aburrido del mundo.
De esta manera, este irlandés racista y prejuicioso, amante de la cerveza, tiene que investigar el caso junto a un agente del FBI interpretado por Don Cheadle.
Desde que se hizo reconocido internacionalmente por su trabajo en Corazón Valiente, Brendan Gleeson brindó grandes interpretaciones en varias películas, pero con El Guardia consiguió probablemente el mejor papel de su carrera.
En esta película está excelente y es el alma de la historia que te mantiene enganchado por el cinismo y la apatía con la que su personaje emprende la investigación del caso.
El Guardia es una muy buena comedia cargada de humor negro y bastante cinismo donde los paisajes rurales de Irlanda, que se destacan por la excelente fotografía de Larry Smith, el mismo de Drive, le dan a la historia un escenario especial donde confluyen varios personajes patéticos que logran hacerte reír durante el desarrollo de la trama.
La verdad que la película cumple con lo que uno puede esperar del género y vale la pena verla principalmente por la dupla que conforman Gleeson y Cheadle que es excelente.