El eslabón podrido

Crítica de Mariana Ruíz - CineramaPlus+

En algún lugar recóndito del interior provincial existe un pueblo llamado “El escondido”, rodeado de árboles frondosos, sonidos naturales, caminos de tierra y algunas señas particulares en las que pareciera ser que este sitio quedo detenido en el tiempo. La historia se centra en una familia compuesta por la madre llamada Ercilia (interpretada por una correcta Marilú Marini) que padece problemas de memoria debido a su avanzada edad y, presintiendo que su muerte esta próxima, les aconseja a sus hijos lo que deben hacer cuando ya no este. Es considerada la bruja y curandera del lugar. Sus dos hijos son: un varón -el mayor- Raulo (un destacado Luis Ziembrowski) hachero con capacidades no del todo desarrolladas, a quién acompaños a través del recorrido que hace todas las mañanas para repartir la leña, conociendo de esta forma a los diferentes personajes del pueblo y sus atractivas características.

Raulo tiene una hermana menor, Roberta (una sugestiva Paula Brasca), prostituta del pueblo a la que todos desean por ser la más joven del burdel. A la relación de estos hermanos tan intimista y costumbrista, se suman a un cóctel conformado por amores no correspondidos, pasiones desmedidas, violencia sexual, cuerpos en alto voltaje, humor negro y mucha sangre. Factores que terminan desarrollando este cuento.

La película, si bien, comienza pausada, es notorio sentir el acompañar a Raulo en su camino. El sonido ambiente nos introduce en ese bosque desolado, intrigante y tétrico. La película va subiendo de tono cuando llega la noche y vemos a Roberta en acción, junto a ella las personas que saludan tan amablemente durante el día a Raulo, cambian totalmente dando lugar al morbo y a lo más bizarro de sus emociones.

Esta es la segunda película de ficción que dirige Valentín Javier Diment, antes había realizado La memoria del muerto en 2012 y el documental Parapolicial negro en 2010. El director no escatima en contar lo que quiere y mostrarlo como realmente es: desnudo o mutilado como sea necesario.

Un cine de género que nos lleva a suponer otras realidades, salir del prototipo de lo normal, corrernos de ese mundo urbano que vivimos a diario.Turbulenta película que muestra el costado sombrío de los humanos.

Por Mariana Ruiz
@mariana_fruiz