El eslabón podrido

Crítica de Alejandro Lingenti - La Nación

Un festival de asesinatos

Todo es muy turbio en El Escondido, el pequeño pueblito asentado en medio de un bosque en el que se desarrolla la sórdida historia de esta nueva película del director de La memoria del muerto, un decidido amante del gore que vuelve a pergeñar un festival de sangrientos asesinatos, esta vez perpetrados por el perturbado personaje interpretado con solvencia por Luis Ziembrowski.

El tramo final de la película, cuando se desata la frenética ola de venganza que extinguirá definitivamente el entramado de miserias y perversiones del lugar, es lo mejor de una historia cargada de dilemas morales que incluye prostitución, relaciones incestuosas y algún atisbo de brujería.

Diment apuesta de nuevo al género, pero se apoya en la solidez de un elenco eficaz en el que también se luce la experimentada Marilú Marini. Gente impresionable, abstenerse.