El día que me muera

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

Dina Foguelman es madre de tres hijos que viven en el exterior y a quienes no ve hace mucho tiempo. Ellos no vienen a visitarla porque están muy ocupados, pero ella tampoco puede ir a verlos porque le tiene miedo a volar. Es así como se le ocurre la maravillosa idea de planear su propia muerte y funeral para tenerlos a todos de nuevo cerca. Sin embargo, muchos secretos ocultos saldrán a la luz poniendo en juego la integridad familiar.

“El día que me muera” es la nueva comedia de Néstor Sánchez Sotelo, quien propone una historia absurda y grotesca que se va acrecentando con el correr del metraje. En todo momento se recurre al recurso humorístico para hacer avanzar la trama, con algunos chistes efectivos y otros que no surten tal efecto debido a que se abusa de este elemento. Si bien se tocan temas serios y dramáticos como las relaciones familiares, el trato hacia la madre, la identidad, la vejez, la muerte, entre otros, no existe una mayor profundidad de los mismos sino que se los aborda desde un costado más superficial y ameno.

En este sentido también se encuentran las actuaciones del elenco, encabezado por Betiana Blum e integrado por Roberto Carnaghi, Alan Sabbagh, Alejandra Fletchner, entre otros, quienes exacerban sus acciones y reacciones con un fin meramente cómico. Es así como existe una delgada línea entre la gracia que provocan y la sobreactuación a la que recurren por momentos para lograrlo. Ocurre lo mismo que con los chistes, las interpretaciones de los actores son efectivas en algunos instantes y no tanto en otros.

En síntesis, “El día que me muera” es una comedia hilarante y grotesca, en la cual el recurso humorístico se termina convirtiendo en un arma de doble filo: por un lado es el elemento que logra que la trama avance y que la historia sea efectiva y cómica, pero, a la vez, su abuso hace que caiga en una constante repetición de gags, haciendo que por momentos pierdan su efecto, y en la sobreactuación por parte de un elenco que intenta abordar temáticas serias de una forma amena y superficial. Una película argentina pasatista para ver en familia.