El cuervo

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

HORRORES Y CULPAS

Forzada y retorcida versión libre sobre los últimos días de Edgard Allan Poe, que siempre dan lugar a conjeturas misteriosas. El guión apela a los cuentos crueles del gran escritor, a su amorío con una bella joven del lugar y a sus días de miseria, cuando dejó de escribir sus perturbadores relatos para dedicarse a reseñas musicales en un diarito de la ciudad. Pero loquitos nunca faltan, ni antes ni ahora. Entre la neblina de Baltimore surge un criminal serial que toma al pie de la letra los crímenes imaginados por Poe. Lo admira tanto que lleva a la realidad los asesinatos surgidos de la ficción. Por eso la policía recurre al escritor para develar el misterio. Creen que en sus textos está la inspiración y la pista. El tema tiene aristas interesantes: ficción y realidad, crimen y castigo, admiradores que transforman en víctima a sus ídolos. Pero el libro prefiere el camino más fácil: el suspenso, el hecho policial, los golpes de efecto y resoluciones forzadas y poco creíbles, como ese encuentro final entre el asesino y el escritor, tan conversado y tan traído de los pelos, con reparto de culpas, rarezas y venenos. Pero, pese a todo, la historia a los tropezones mantiene su interés. John Cusack tiene a su cargo un Poe desequilibrado que siente culpa por haber inspirado tanta atrocidad. La realidad y la ficción suman penurias y al escritor no le quedará otra que ir al encuentro de sus fantasmas. Porque Poe -según el filme- fue la principal víctima de su inspiración.