El Crazy Che

Crítica de Lisandro Liberatto - Alta Peli

Nicolas Iacouzzi y Pablo Chehebar dirigen El Crazy Che, documental sobre la increíble historia de Bill Gaede, un ingeniero informático argentino que voluntariamente actuó como espía durante la Guerra Fría.

A Rusia con amor

La historia se dió a conocer en los medios el 8 de Octubre de 1994 cuando Guillermo Gaede es detenido en los bosques de Ezeiza intentando enterrar evidencia. La policía lo detiene imaginando que en los bultos que llevaba con él estaba el cuerpo descuartizado de algún infeliz, pero terminan encontrando cassettes con escuchas telefónicas, disquetes con microfilmaciones, pasaportes falsos y fotos que comprometen al FBI, a la CIA y al gigante de la informática, Intel. Este es tan solo el punto de partida, el comienzo de una trama tan extraña como sorprendente, sobre un espía impensado que actuaba de forma desinteresada y a favor de sus ideales, y que terminó descubriendo entre mentiras, engaños y traiciones que la linea que divide al bien del mal en este mundo, es más bien borrosa.

Muy de vez en cuando uno se encuentra con un documental que se cuenta solo. Con esto no quiero desmerecer el trabajo de los guionistas y directores Nicolas Iacouzzi y Pablo Chehebar, quienes tuvieron olfato a la hora de encontrar la historia y adaptarla al cine. Pero me refiero a que la figura de Bill Gaede es tan cautivante y su historia es tan increíble, que bastaría con tenerlo sentado y hablando frente a una cámara para que lo escuchemos atentos y sin pestañear durante una hora y media. Pero claro que eso no sería cinematográfico, y por eso mismo El Crazy Che se encarga de llevarla a la gran pantalla, contándola de una forma ágil, que se desenvuelve como un buen thriller de espionaje, y con una atractiva propuesta estética y visual.

La historia de Gaede es difícil de procesar, pero Iacouzzi y Chehebar se encargan de resaltar sus motivos y de dejarlos claros desde el principio. Y al no ser movilizado por intereses económicos, sino más bien ideológicos, uno rápidamente logra simpatizar con él y su cruzada. Al mismo tiempo la película expone el accionar -por momentos bordeando lo ridículo- de las agencias de inteligencia estadounidenses, y pone en evidencia que algunas situaciones que retrataron los hermanos Coen en Quémese Después de Leer o Steven Soderbergh en El Informante!, no están tan alejadas de la realidad después de todo.

Conclusión

El Crazy Che se presenta como un documental elegante y ágil, se va desenvolviendo como una buena película de espías. Indaga en una interesante historia que los medios de comunicación en su momento solo contaron a medias, y termina por armar el retrato de un hombre complejo que desinteresadamente, y a su manera, luchó a favor de sus ideales.