El cisne

Crítica de María Laura Paz - El Espectador Avezado

Sólo cinco películas parecen haberse estrenado comercialmente procedentes de Islandia, ese país que apareció en nuestros radares por tener una democracia activa y electrónica, que mandó a paseo a su gobierno y a los banqueros porque se habían portado mal con sus ahorros, que tiene una selección de fútbol, una de las sorpresas del Mundial de Rusia, en la que la mayoría de sus integrantes tienen un primer trabajo fuera del campo de juego...
Bien, la quinta de entre esos filmes que aparece por este rincón del Hemisferio Sur es "El Cisne", una obra que atrapa en la belleza de los paisajes y la fotografía pero cuya historia no tiene atenuantes, que es tan agreste como la naturaleza que la nutre.
Me llamó la atención que los personajes no tienen nombre en los créditos finales: se muestran como el rol del personaje en la trama, como si fuera un guión: la niña, el joven noruego, la hija del granjero, el granjero... etc.
No es la sola curiosidad, pues cuando se encuentren con el filme, las costumbres también serán extrañas.
La primera de ellas es que Sòl, una niña de 9 años, es enviada a la casa de sus tíos porque está en una etapa de rebeldía y ése es el "castigo" asignado en esas latitudes para la pre adolescencia efervescente. Lo molesto no es ir a ver a los tíos, aunque Sòl no está muy contenta con ello, sino el trabajar en el campo como cualquier peón mayor y amoldarse a las viscicitudes del hogar al que la mandaron.
Ella parece enojada y desconfiada, hasta que arriba un joven, que ya hace varios años que cumple la misma rutina, ir a la granja y ayudar al tío de Sòl. No es muy bueno para el trabajo de campo, si para escribir, tarea que le lleva noches de insomnio bajo la mirada de Sòl, que se interesa por su diario. La razon de que el ayudante no falte a los veranos del inhóspito pero bello lugar es la hija de los granjeros.
Este año, Asta volverá más rebelde que nunca a visitar a sus padres, parece que esta estadía se extenderá un poco más: se peleó con su pareja y está embarazada. Sòl se enfrentará silenciosamente a su prima cuando descubra que tiene una relación con el escritor, del que la pequeña está ¿enamorada? ¿deslumbrada?
La película lleva el título de la novela homónima Guobergur Bergsson y adaptada para la pantalla por su directora Ása Helga Hjörleifsdóttir y hace referencia a una leyenda que une a la niña y a la joven, Asta.
El Cisne es parte de un proyecto independiente de la Fundación internacional The Sam Spiegel Film & Television Lab, que tiene su sede prinicipal en Jerusalem pero capìtulos en todo el mundo por los que da estímulo a cineastas independientes como en el caso de "El Cisne" que incluso tuvo su premiêre mundial en el importante Festival de Toronto.
No subraya, es cruda en ciertos pasajes, es una historia del mundo al que muchas veces no tenemos acceso por otro medio, cine arte y opción para los que estén buscando algo distinto en la cartelera.