El chef

Crítica de Flor Salto - Loco x el Cine

Para aliviar cualquier mal; una pizca de pimienta y otra de sal.

El Chef (Comme un chef, 2012), film francés protagonizado por Jean Reno, cumple con su cometido, y punto final: entretener al espectador, o mejor dicho, al degustador. Pero mientras lo hace, también nos deja alguna que otra linda enseñanza de vida. Condimentos que son fundamentales en el camino que recorre toda persona, como la humildad, la perseverancia, el humor y la amistad, son exaltados sin escrúpulo en un guión tan sencillo como amigable. Los protagonistas logran transmitir su aura de ‘tipo común y corriente’ dentro de una historia que gira nada más y nada menos que en torno a la comida.

Jacky es un joven aspirante a chef que aprende recetas leyendo libros y memorizando cada ingrediente con cuidadoso respeto, desde que era tan pequeño como el ratoncito Remy. Está a punto de ser padre junto a su joven pareja, lo cual no le permite regalarse el lujo de cocinar por gusto propio. Todo trabajo gastronómico que consigue, termina rápido, culpa de su exquisito placer por la perfección. No está mal lo que piensa el pobre Jacky, pero su necesidad de supervivencia le obliga a realizar cualquier otra laborpara mantener a su pequeña y naciente familia.

Por otro lado Alexandre Lagarde (Jean Reno), es un exitoso chef y dueño de un restaurante ‘3 estrellas’ en plena París. Le ha llegado el tiempo de jubilarse y abrir paso a nuevos talentos culinarios, pero no sin antes darse el gusto de vencer el hambre de gloria de los despreciables críticos de la gastronomía. Así es, atender y conformar a cientos de comensales a la vez, dirigir una cocina y conducir un programa gourmet semanal, no serían desafíos sin antes haber pasado por el ojo crítico de estos jueces. Por ello, los ánimos de Lagarde no estarán para bienes como para encima recibir a un nuevo discípulo en su cocina. Sin embargo, las vidas de los dos personajes principales se cruzarán por pura obra del destino, lo que desencadenará sabrosos acontecimientos para la trama. ¿Serán capaces ambos de sortear los inconvenientes de su vida cotidiana, conservando la armonía de cada plato que se les presenta?

Lo que me simpatizó mucho de esta pequeña película fueron sus ánimos de grandeza envasados en frasco chico. Quiero decir, que el éxito se puede encontrar en los detalles más ínfimos y no necesariamente en un imperio de ideas aparentemente redituables. El hecho de que una nueva tendencia asome en el común de la gente, no significa que deba reemplazar a lo tradicional, lo cual por trayectoria siempre termina ganando. Esta sencilla reflexión se aplica en la película, a todos los aspectos de una vida llevada a cabo con total normalidad, como lo es la vida de los propios protagonistas.

Una vez más el cine europeo demuestra que no necesitamos a Hollywood y sus comedias románticas cada fin de semana y sin pausa. Podemos darle la oportunidad a films de otras características, como es el caso de este ejemplo francés. Es factible asistir al cine y tener como plan ingresar a la sala de El Chef y no salir decepcionado. Al contrario, una historia simpática que puede alegrarnos el día con las divertidas ocurrencias de Jacky y la falsa amargura de Alexandre. Antes de ver cualquier film americano con poca pimienta, existe la opción de tener esta receta para ser feliz muy al alcance de tus manos… Con los ojos vendados y todo, animate a probar la Ratatouille para adultos.

@CinemaFlor