El affaire de Sarah y Saleem

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Es cierto, primero fue un affaire. Nada fuera de lo común, salvo por un detalle: él era un simple laburante, dependía de su cuñado y estaba esperando un hijo, y ella era dueña de un local, madre de familia y esposa de un coronel. Ampliando el detalle: él era un simple laburante palestino, ella era una propietaria judía casada con un coronel del ejército israelí, y la cosa transcurría a ambos lados de Jerusalen. Cuando los descubrieron, el affaire tomó cuerpo en varios informes. En suma, hay gente que no lo deja a uno tener un adulterio tranquilo, y convierte un asunto privado en una cuestión digna de investigación militar, manipulación a cargo de servicios secretos, escándalo público y bandera política. Dicen que la historia se basa en hechos reales, lo cual es bastante posible. También la reacción de la mujer ofendida, que enfrenta los hechos con llamativa entereza. Menos posible es que uno se enganche con la mujer adúltera, que es medio fea y bastante antipática. Será una cuestión de actitud, suponemos.

Película interesante, algo amesetada y estirada, nos permite conocer a los hermanos Muayad Alayan, director, y Rami Musa Alayan, guionista, y, especialmente, a la morocha nazarena Maysa Abd Elhadi, ganadora del premio a Mejor Actriz en Durban por su rol de esposa engañada.