Dry Martina

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Lo nuevo de Che Sandoval tiene a Antonella Costa como la gran protagonista. Una mujer que supo ser una cantante famosa como su madre, una ídola de adolescentes, aunque hoy apenas se la recuerda.
No obstante, el problema principal que tiene en este momento es que desde una de sus rupturas amorosas no pudo volver a mojarse por ningún otro hombre, perdió todo tipo de excitación y eso se ve reflejado también en su carrera de cantante.
En la película que escribe y dirige Che Sandoval, el sexo funciona como motor de su protagonista. Una noche, después de que Martina se escapara de un show antes de terminar, recibe la visita de una joven que dice ser una gran fan suya, Francisca, pero además le dice que la está buscando porque cree que son hermanas. Martina no le cree en absoluto y la termina echando y todo quedaría ahí si no fuese porque entonces aparece su novio que la viene a buscar.
Un muchacho joven y atractivo que despierta en ella todo eso que creía haber perdido. Lo que siente Martina, lo que siente ahí en su entrepierna, no es cualquier cosa, no puede dejarlo pasar.
Entonces, Martina viaja a Chile a buscarlo y se arma una especie de triángulo amoroso, porque la relación entre César y Francisca va y viene. Cuando se encuentra cara a cara con Francisca, Martina termina, de manera inconsciente, haciéndole creer que viajó para poder hacerse el preciado ADN y comprobar si son o no hermanas.
Con mucho ritmo de screwball comedy, Sandoval presenta una comedia verborrágica que sigue a su protagonista y su caótica vida y forma de ser en medio de un viaje que resulta algo más que literal. Con Francisca, esa joven a la que en primera instancia no soporta y con quien luego irá creando una intimidad, y lo que la rodea, el padre interpretado por Patricio Contreras, y un curioso migo extranjero.
La protagonista de "Dry Martina" es una mujer desprejuiciada, que utiliza el sexo como liberación y cuya insatisfacción la deja trabada. Su vida se encuentra como en una especie de limbo actualmente. Su madre no está, su padre está en coma; y aparecen Francisca y su novio y le revolucionan todo el interior. Hay en esta película también mucho de choque entre culturas.
Así como los protagonistas se mueven entre Argentina y Chile, esto da pie a chistes o comentarios que no funcionan igual en un lugar que en otro.
Y acá es donde el título funciona a la perfección. Antonella Costa es el eje y alma de la película. Seductora, manipuladora pero también a veces frágil aunque lo disimule y lo niegue.
Por momentos es como una de las adolescentes que fueron sus grandes admiradoras. Y además canta y resulta hipnótica hasta el final de los créditos. Estamos entonces ante una película divertida y entretenida, pero también algo amarga por momentos. Un film que expone la necesidad de armar vínculos, de formar parte de una familia sin que familia implique necesariamente lazos sanguíneos.