Dovlatov

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

Dirigida por Aleksey German Jr. y escrita junto a Yulia Tupikina, Dovlatov repasa seis días en la vida del escritor Sergei Dovlatov, durante los cuales intenta ser publicado en la Rusia Soviética de los ‘7o.
Dovlatov es un periodista y escritor de origen judío que se pasa la vida buscando ser publicado. La película de Aleksey German Jr. retrata al autor de La maleta durante seis días de 1971 en los que el escritor deambula intentando que publiquen sus textos para poder entrar al Sindicato de Escritores y sólo recibe rechazo o propuestas de notas intrascendentes.

El director filma mayormente a través de largos y virtuosos planos secuencias que se pasean entre la galería de personajes que van a ir acompañando al protagonista en su recorrido, como su amigo escritor Brodsky (quien ganaría el premio Nobel años después), su hija pequeña o su ex mujer. Hay entonces un gran uso del espacio, especialmente de aquellos cerrados. Son destacables el diseño de producción de parte de Elena Okopnaya y la fotografía de Lukasz Zal.

Durante dos horas se van pasando estos seis días, como un mal sueño que nunca se termina para Dovlatov, quien acaba de volver a casa de su madre tras separarse y tiene constantes pesadillas. Seis días apenas anteriores a que el escritor termine emigrando, que pretenden retratar una cotidianidad, entre anécdotas, rechazos y la búsqueda de una muñeca grande que quiere su hija. El relato se construye con escenas algunas más efectivas que otras a nivel narrativo y con cierta sensación de repetición en algún momento.

“La literatura no puede ser optimista o pesimista. Está ahí o no está”, es una de las reflexiones a las que se llegará entre tertulias. Quizás por eso el film apuesta a un tono amable más allá del contexto y de la introducción de algunos momentos de fuerte carga dramática. De todos modos no consigue transmitir ese tono irónico que caracteriza al escritor. Milan Maric lo interpreta de manera sutil, con su rostro aniñado que le aporta picardía y calidez al personaje.

Por otro lado, más allá de estar enfocado en un escritor, la película no bucea demasiado en el trabajo literario de su protagonista quien siempre está escribiendo una novela que no está escribiendo. Esto impide un mayor acercamiento a Dovlatov como artista, a través de su letra.