Buddy movie con curvas Dos locas en fuga toma la estructura de la buddy movie para explotar las posibilidades histriónicas de Reese Witherspoon y la simpatía con un plus de enorme sex appeal de la colombiana Sofía Vergara, en una trama sencilla, aunque no por ello poco efectiva a la hora de introducir alguna que otra escena de acción –hay pocas- para transitar por los andariveles de lo que cada vez se consolida como fórmula efectiva: comedia policial. Bajo la dinámica de los opuestos que se atraen, la combustión entre Witherspoon y Vergara no se da desde el convencionalismo que se puede especular, es decir la rubia no hace aquí de fea, en comparación a la despampanante latina, sino que representa la rectitud y el orden ante el libertinaje y la libertad. Para ello, el pretexto es resguardar la integridad física de Vergara, cuyo marido debía declarar como testigo en reserva contra uno de los narcotraficantes más peligrosos. Como es de esperar, las cosas salen torcidas y es a partir de ese cruce en que las dos féminas en plan de huída toman las riendas de su destino. El atractivo en la trama es que ninguna de las dos quiere a la otra, una buddy movie hecha y derecha pero que por suerte no apela a la masculinización de la pareja protagónica, sino que maneja con coherencia los atributos de cada una de ellas, resaltando los diferentes tipos de femineidad. La fórmula por momentos cansa al no encontrar en el desarrollo situaciones que superen las obviedades y los lugares comunes esperados pero que por ese detalle no desentonan del todo con la idea de comedia y tampoco con la de policial. Cabe destacar que hay química y correspondencia sin egos por delante entre las dos actrices, a pesar de que para Witherspoon el desafío es más arriesgado que en el caso de Sofía Vergara, a quien a esta altura se le perdona absolutamente cualquier exabrupto: incluido ese inglés único e irrepetible que ha hecho escuela gracias al talento de los guionistas de la serie Modern Family.
Dos locas en fuga es una comedia irregular y regular, que de todas formas es eficaz si querés pasar un momento distendido y el precio de la entrada no es tu preocupación. El trabajo actoral de Reese Witherspoon se siente forzado, intentando siempre de lograr la frescura natural de Sofía y no quedarse atrás...
El título (o al menos su traducción local) les debería bastar para entender la magnitud de este bodrio, pero igual me voy a tomar unos momentos para tratar de analizar que quisieron hacer la directora Anne Fletcher y los guionistas David Feeney yJohn Quaintance al juntar a Reese Witherspoon y a Sofía Vergara en la misma comedia. Acá, el término “controvertido” es comedia, porque a lo largo de sus noventa minutos “Dos Locas en Fuga” (Hot Pursuit, 2015) no nos arranca ni media sonrisa. La película de acción se agarra de todos los lugares comunes, los clichés más horrendos y los peores chistes que hayan aparecido jamás en una “buddy cop movie”, de la que copia su estructura, como por ejemplo, la clásica “48 Horas” (48 Hrs., Walter Hill, 1982). Acostumbrada a las historias romanticonas con toques humorísticos como “27 Bodas” (27 Dresses, 2008) o “La Propuesta” (The Proposal, 2009), Fletcher desaprovecha las (pocas) dotes de sus actrices protagónicas que, acá, ni siquiera llegan al nivel de Sandra Bullock o Katherine Heigl. Pero, admitámoslo, milagros no se pueden hacer cuando el guión de base es tan tonto y previsible, escrito por dos tipos más acostumbrados al ritmo de una sitcom televisiva. La cosa viene más o menos así. Cooper (Reese Witherspoon) creció bajo la influencia de su padre, un correctísimo policía de San Antonio. De la madre nunca sabemos nada, pero la chica terminó convirtiéndose en una aplicada oficial, demasiado apegada a las reglas, actitud que la metió en varios problemas y ahora pasa su tiempo en el cuarto de evidencias tratando de hacer buena letra para poder volver a la calle a perseguir criminales y cosas por el estilo. Su jefe le ofrece una oportunidad única, acompañar al detective Jackson (Richard T. Jones) para escoltar a Felipe Riva y su esposa Daniella (Sofía Vergara) hasta Texas, donde testificaran en contra del notorio líder de un cartel antes de entrar en el programa de protección a testigos. Los oficiales llegan antes de lo esperado y caen en una doble trampa siendo atacados desde dos frentes diferentes. Cooper y Daniella logran salir ilesas y darse a la fuga, pero pronto se enteran que son tan sospechosas como los matones que las persiguen. Se supone que acá empieza una serie de enredos y gags que resaltan las diferencias entre estas dos mujeres: una muy poco femenina y estricta, y la otra voluptuosa, glamorosa y atrevida, que deberán aprender a confiar mutuamente y trabajar en equipo para salir de este embrollo. Nada funciona. Ni los chistes sobre la pronunciación de Vergara (ya sabemos que habla para el tujes), ni el forzado interés romántico, ni lo escatológico, ni la trama policial de fondo que hace agua por todos lados. Obviamente, los realizadores intentaron copiar una fórmula ganadora del policial humorístico femenino como “Chicas Armadas y Peligrosas” (The Heat, Paul Feig, 2013), pero Witherspoon no es graciosa y ya se le notan los años para hacer de “novata” y Vergara no puede escapar del eterno estereotipo latina voluptuosa y narcotraficante. Las chicas de “Dos Locas en Fuga” son tontas por donde se las mire, o eso nos hacen creer el 99% de las veces que aparecen en pantalla. Es molesto y poco divertido, sobretodo en un Hollywood actual que lucha a cada segundo por la igualdad y por cambiar esta visión del género femenino. Se entendería si tuviera algún propósito concreto, pero es obvio que cualquiera de los propósitos de esta película se quedaron por el camino.
Dos clichés en fuga. Las mentes publicitarias y creativas de nuestro país lo hicieron de nuevo, pusieron su palabra favorita en el título de una comedia norteamericana. Lo que originalmente lleva el título de Hot Pursuit en su país de origen, algo así como “Persecución Caliente/ Sensual”, se dio a conocer en nuestras tierras como Dos Locas en Fuga. Porque sí, aparentemente para nuestros creativos la palabra “loco” y todas sus variantes (loca, locura, locos) se asocian automáticamente con el género cómico en el cine. Como si la neurosis fuese el único recurso disponible con la cual tentar a los inocentes espectadores en busca de noventa minutos de distención frente a la pantalla. Y si de neurosis se trata, los personajes de Reese Witherspoon y Sofía Vergara se acercan mucho a la descripción. La Sargento Cooper (Witherspoon) es una oficial de policía torpe y acelerada, encargada de la protección de la Señorita Riva (Vergara), la esposa de un ex traficante colombiano puesta en un programa de protección de testigos, a quien debe llevar hasta Dallas para testificar en un gran juicio contra el capo más capo de los narcotraficantes (que también es colombiano, obviamente). Sobre esta trama inicial se da paso a una road movie cruzada con una buddy movie, donde parece que el único recurso a mano de la directora Anne Fletcher para mantener al público interesado es: A) mostrar las gracias voluptuosas de Vergara, B) sugerir algún tipo de tensión sexual del orden chica-chica, o C) poner a las protagonistas en medio de un tiroteo, persecución motorizada o escape fortuito. Y cuando todo lo demás falle, combinar A, B y C en una misma escena, como se puede apreciar en cierta secuencia arriba de un micro lleno de jubilados. Flecther es una directora con antecedentes en el género (27 Vestidos, 2008, y La Proposición, 2009), pero esta puede llegar a ser una de sus obras menor logradas. Nadie está en contra de una comedia liviana que podamos ver con el cerebro en “modo off”, pero cuando desde lo narrativo y desde la construcción de los personajes se obtiene algo tan básico y elemental, la primera sensación que tenemos es la de estar ante un producto que subestima al espectador. Poco ayudan los esfuerzos de Witherspoon y Vergara, cuya química en pantalla se nota bastante forzada. En particular Witherspoon, a quien no sentimos natural con la misión de ser el comic relief de la película. El exotismo y la vibra latina tal vez le funcionen a Vergara en series corales de corta duración como Modern Family, pero cuando se la lleva a un largometraje y se pretende extrapolar al medio cinematográfico a ese personaje hiper-sexual con un acento durísimo para el inglés, el yeite nos cansa muy rápido puesto en el centro de la escena. Los personajes son víctimas de los propios límites estereotipados en los que los guionistas los obligan a moverse, por ende todos los chistes y tiros por elevación a la raza latina y los sureños (de Texas) se sienten gastados y repetidos. Curiosamente, los momentos más graciosos del film se encuentran al final del mismo, en el reel de gags que vemos cuando pasan los títulos. Al menos sirve para dejar constancia que quienes estuvieron involucrados en la producción pasaron algunos momentos divertidos. No todos podremos decir lo mismo.
Por cada The Heat y Spy, siempre habrá una Hot Pursuit, es casi una máxima de Hollywood. Es increíble, pero lo que Paul Feig ha venido logrando con el rol femenino en estos años es aplastado casi por la tarea de Anne Fletcher en un refrito absurdo que se vale de los clichés de siempre y ni siquiera atina a agitar un poco las aguas. Hot Pursuit nunca llega a ser tremendamente graciosa o excitante en sus cortos noventa minutos de duración, sino que es tan ruidosa como la caricatura de personaje que representa la latina de Sofia Vergara o la policía pueblerina de Reese Witherspoon. Ambas hacen lo que pueden con el pobre guión de David Feeney y John Quaintance, quienes las describen como una oficial de policía que añora salir de la sala de evidencias y seguir casos policiales grandes, mientras que la otra es la latina bocona que se ve perseguida por las huestes de un traficante de drogas antes de que testifique contra él. Una es hermosa y glamorosa, la otra es desaliñada y muy pacata. Y eso se supone que es comedia por estos días. Witherspoon y Vergara mastican sus líneas con corrección, aportándoles a sus personajes bastante carisma, que se desprende de las personalidades radiantes de las actrices. Juntas hacen un buen combo, se relacionan bien, hay buena química de por medio y la pobreza de la trama se aliviana con su trabajo. Hay una gran intención por seguir metiendo mujeres en territorio exclusivamente masculino y hay buenos resultados -la reciente filmografía de Feig, si vamos al caso- pero cuando los gags recurrentes son la ropa interior de abuela y bromas sobre el lesbianismo, no hay carisma que alcance de parte del dúo protagónico para sobrellevar este avión en picada. Hay algún que otro momento interesante cuando la trama no se reduce a ser totalmente transparente, y la risa puede brotar fácil y rápida, pero mayormente es gracias a la fuerza interpretativa de Reese y Sofía, no gracias al guión o la dirección carente de energía de Fletcher. Hot Pursuit se miente a sí misma, pensando que con dos de las actrices del momento están salvados y que no importa mucho si el guión es pobre y la dirección deja bastante que desear. Pero que esto sirva de lección, hay proyectos que ni todo el carisma del mundo pueden sobrellevar. Éste es uno de ellos. Procedan con precaución.
Thelma y Luisa Qué lástima cuando se desaprovechan grandes actrices para convertir una idea -que podría funcionar- en un pastiche que sólo genera algunas leves sonrisas y que termina confirmando el mal gusto de una industria que ya no sabe cómo atraer a la gente a los cines con productos menores. Dos locas en fuga (Hot Pursuit, 2015) podría haberse transformado en una gran comedia pero lamentablemente con un guión que atrasa años, y que toma los peores estereotipos del género, termina volviendo predecible, aburrida y cuesta arriba, una trama que tenía todo para ganar, principalmente en el carisma de sus protagonistas. En la historia de Rose Cooper (Reese Witherspoon), una policía que fue relegada al escritorio de objetos perdidos luego de un incidente en la vía pública, y que de un día para otro es trasladada hacia un caso de custodia de protección de testigos, había una premisa que en el contraste facilitaría el humor y el gag. Porque en vez de potenciarse el humor se suma el tedio y el lugar común hasta niveles insospechados: Rose es nerd, exagerada, sabihonda, con poca calle y mucho por aprender, mientras que Daniela Riva (Sofía Vergara) es una de las damas del narco, hueca, materialista, obsesiva de los detalles. Rose debe acompañar a Daniela para que llegue a testificar contra uno de los capos de la mafia latina. Claramente Cooper contrastará con Riva, pero a pesar de que ésta le falte el respeto, la ningunee y la desatienda, ella sigue con su misión de protegerla hasta las últimas consecuencias sin percibir las verdaderas intenciones de la latina. Ni cuando se den cuenta que serán víctimas de los allegados al capo mafia, que intenta a través de sus secuaces liquidarlas antes que lleguen a testificar. Ambas escapan en busca de un lugar tranquilo sin saber que no deben confiar en nada ni en nadie con el fin de salvarse el pellejo. La trama es simple, pero con el aditamento de información exagerada sobre la cultura latina, y con el estereotipo y el trazo grueso. Ningún chiste termina de redondear una idea que atrasa y que con una dirección de cámaras tradicional no suma nada a la propuesta. Cuando una dupla no funciona, pero no por un tema del guión sino porque la química exagerada y construida cae de maduro, es cuando un producto como Dos locas en fuga termina por convertirse en un film menor, muy menor y que no genera risas, sino todo lo contrario. La directora Anne Fletcher lamentablemente se ocupa más de intentar contener a la sobreactuada Sofía Vergara (quien termina repitiendo más clichés en su interpretación de la mafiosa reconvertida), que en aprovechar las ganas de Reese Witherspoon de sobresalir en las pocas oportunidades que le dan a su personaje (el gag Justin Bieber es lo mejor del film). Película olvidable que busca un rumbo que pierde a los pocos minutos de iniciada la acción. Hay que dejar pasar a estas dos locas para que sigan en fuga hacia otros lugares.
"Escapando de la injusticia" La nueva comedia de Anne Fletcher, “Dos locas en fuga”, se centra en Rose Cooper (Reese Whiterspoon), una policía que sigue las reglas al pie de la letra, pero que todavía no encontró su momento para explayar todo su potencial. Hasta que le asignan la misión de acompañar a un agente a cuidar a una pareja, el Sr. y la Sra. Rivas, quienes testificarán en contra de un narcotraficante. Es así como buscará proteger a la Sra. Rivas (Sofía Vergara) por sobre todas las cosas. “Dos locas en fuga” reúne a dos grandes actrices como lo son Reese Whiterspoon y Sofía Vergara y es por eso tal vez que se esperaba un poco más de esta comedia. Si bien existen personajes secundarios, la fortaleza de la película recae sobre el hombro de estas dos actrices que encarnan a dos protagonistas distintas: por un lado Whiterspoon se pone en el papel de una oficial rígida y estricta que quiere hacer las cosas bien siguiendo las reglas, mientras que Vergara es una mujer de una clase social alta, preocupada por sus posesiones y mucho más libre que su compañera de ruta. A pesar de que el dúo funciona bien, a Sofía Vergara se la nota en un papel que le queda mucho más cómodo que a Whiterspoon, ya que puede mostrar esa frescura y sensualidad que la caracteriza, incluso ya su mera presencia nos transmite esa gracia que tiene. De todos modos los gags son buenos y es todo lo que podemos esperar de una comedia de estas características. “Dos locas en fuga” consigue hacer reír al espectador (aunque no de forma constante), a pesar de que nos encontramos con varios lugares comunes y muchas de las escenas son bastante predecibles. En síntesis, “Dos locas en fuga” nos propone una hora y media de divertimento, a cargo de dos actrices que se fusionan muy bien, mostrando dos tipos de mujeres distintas. A pesar de no ser una comedia que sobresalga por encima de tantas otras, pasaremos un buen momento viendo cómo dos personalidades diversas buscan sobrevivir y escapar de las personas que las buscan, atravesando situaciones hilarantes. Samantha Schuster
Gran dupla en un guion de poca audacia Reese Witherspoon y Sofía Vergara se muestran opuestas y cómplices en esta comedia de enredos donde una oficial debe custodiar a la esposa de un traficante para que dé testimonio. En el cine desde siempre se trató de explotar la fórmula de los opuestos que se atraen, ya sea en el formato romántico, en el policial e incluso en el western, pero sin ninguna duda fue la comedia la que le sacó más provecho a la fórmula, a veces recurriendo al resto de los géneros para provocar situaciones graciosas. En ese sentido las llamadas buddy movies (películas centradas en una pareja o un grupo reducido de amigos) es un subgénero que recorrió un largo camino transitado principalmente por hombres hasta que desde hace poco tiempo, las mujeres comenzaron a ser protagonistas, como en las recientes Armadas y peligrosas, Damas en guerra y ahora, Dos locas en fuga. La película dirigida por la inocua Anne Fletcher (La propuesta, 27 bodas, Step Up) va por lo seguro y se autoimpone explotar hasta la nausea las diferencias sociales, de formación, de origen y claro, de femineidad entre la severa agente de policía Cooper (Reese Witherspoon) y Daniella (Sofía Vergara), a quien tiene que custodiar para que de testimonio ante la justicia de una red de narcotraficantes de la que también forma parte su marido arrepentido que va a declarar a cambio de una nueva identidad. Por supuesto, la comedia exige que las cosas salgan mal y es en ese contexto que las dos mujeres empiezan a interactuar, para comprobar casi de inmediato que son muy diferentes aunque claro, la adversidad va a acercarlas para hacerles comprender que no son tan opuestas. Más allá de la efectividad relativa de los gags que van desde el humor físico -un punto a favor de Witherspoon que no teme al ridículo y sale bastante bien parada-, pasando por una detallada explicación sobre la menstruación y cuestiones como la edad, la falta o el exceso de sex appeal entre la caucásica vs. la bomba latina, el relato oscila entre respetar las reglas del género y a la vez, intenta algunas variantes perfilando a Cooper con características como el orden, la masculinización y cierto comportamiento inocente, mientras Daniella se muestra más centrada, es hábil para sobrevivir y su aparente frivolidad es nada más que un recurso defensivo. Ideas viejas, torpe aggiornamiento, chispazos de las screwball comedy y si bien es cierto que el acento de la colombiana Vergara hablando en inglés ya probó ser graciosísimo en la serie Modern Family y efectivamente, Witherspoon puede reírse de si misma y es una buena comediante, queda la sensación de que se desperdició la química de una buena pareja en pantalla que podría haber dado para más si el relato hubiera sido un poco más audaz.
Torpe y sobreactuada comedia Las buddy movies (esas historias de camaradería entre dos personajes aparentemente opuestos entre sí, pero que luego terminan uniendo fuerzas y complementándose) han conformado uno de los subgéneros predilectos y más rendidores de Hollywood. En un principio dedicadas casi exclusivamente a protagonistas masculinos, en los últimos años la tendencia se amplió a las mujeres. Así, tras el reciente éxito de Chicas armadas y peligrosas, con Sandra Bullock y Melissa McCarthy como la pareja despareja, llegó el turno de Dos locas en fuga. Pero allí donde el film de Paul Feig funcionaba razonablemente bien, en esta comedia policial con Reese Witherspoon y Sofía Vergara todo resulta torpe, obvio, redundante y -su pecado mayor- poco divertido. La excusa argumental es que la estricta y reprimida agente Rose Cooper (Witherspoon) debe trasladar de San Antonio a Dallas a la extravertida y sensual Daniella Riva (Vergara), esposa de un mafioso asesinado, para que testifique contra el líder de un cartel del narcotráfico. En el camino, claro, se las verán con un par de policías corruptos, con sicarios y con las fuerzas del orden que las creen fugitivas. Más allá de la elemental apuesta del guión, lo peor del caso es la tendencia a la sobreactuación de Vergara (que grita todo el tiempo y parece llenar todos y cada uno de los casilleros del juego de estereotipos con que se suele reducir a los personajes latinos en el cine) y el escaso lucimiento de una otrora muy buena comediante como Witherspoon. Cuando los autores David Feeney y John Quaintance, y la directora Anne Fletcher (La propuesta) nos someten por enésima vez a los mismos "chistes" (la escasa altura de Rose o las prominentes curvas de una Daniella que sufre porque ya ha superado los 40 años) quedan expuestas las limitaciones del material y la absoluta falta de creatividad de sus creadores. Para aquellos que suelen disfrutar y reivindicar los valores de las comedias populares de Hollywood, Dos locas en fuga resulta, por lo tanto, una absoluta decepción.
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Chicas en aprietos En los últimos años Hollywood vio en el público latino estadounidense un jugoso mercado en pleno crecimiento que no estaba siendo bien aprovechado. Es de esa manera que de la mano del crecimiento de la población hispanoparlante en los Estados Unidos han crecido también las producciones dirigidas a ese potencial nuevo público. Dos locas en fuga es una muestra de lo que este nuevo ¨movimiento¨ confluye, dando lugar a una dupla que intenta representar a dos mundos opuestos enfrentándose, como lo son la cultura latina y la norteamericana, y como también logran apoyarse mutuamente para derrotar al malhechor de turno. La historia suena liviana y trillada, y ciertamente lo es, el film basa su comicidad en una suerte de malos gags denigrantes hacía el personaje llevado a cabo por la bellísima Sofía Vergara (Chef, Modern Family) dando a entender su poca capacidad cognitiva por ser linda y de origen latino, pero lo más contradictorio del film es como constantemente refuerza a base de errores, que no quedan debidamente demostrados si son a propósito, que el caso termina siendo totalmente el contrario, dando al personaje de la ¨legalmente rubia¨ Reese Witherspoon una constante vapuleada en el sinsentido que refiere su personalidad y caracterización. Llama la atención como en esta película se concentran dos fuerzas opuestas para intentar atraer al público latino y norteamericano por igual. Por un lado el innegable contexto del film y la intrusión de actores afines a la cultura; y por otro lado la continua degradación que demuestra hacía los mismos, convirtiendo a la película más en un mal chiste que una comedia que intenta atraer a dos públicos yuxtapuestos. Si bien ninguna actuación se destaca y Reese Witherspoon deja bastante que desear en su nuevo papel como policía despistada podemos decir que por lo menos Vergara consigue controlar la trama con cierta calidez y profesionalismo, haciendo uso también de su innegable belleza, reforzando su papel desde la mitad de la película en adelante haciendo que la dupla funcione a un nivel momentáneamente aceptable. Dos locas en fuga es la muestra de cómo no intentar incursionar en un nuevo segmento de público, demostrando que no solo basta con posicionar actores hispanoparlantes en sus elencos para tener una buena acogida, sino que también el respeto mutuo es invaluable para lograr un producto mínimamente aceptable, más cuando este repite una formula argumental tan trillada y vista anteriormente que la hace tan previsible como exasperante.
Buddy movie. De chicas. Eso podría ser un resumen bien conciso sobre la nueva comedia “Dos locas en fuga”. A simple vista podría rememorar, sólo por mencionar un ejemplo reciente, a “Chicas armadas y peligrosas”, ya que la premisa es juntar a dos personajes bien distintos y juntarlos a la fuerza para cumplir un mismo objetivo, en medio de una historia de acción y comedia. No obstante acá el resultado es muy distinto a esa película de Paul Feig. Por un lado tenemos a Reese Whiterspoon. Actriz nominada al Oscar, hoy en día también productora, en fin, una figura muy reconocida y un talento indiscutible. Por el otro lado, Sofia Vergara, actriz conocida mayormente gracias a la televisión (la multipremiada “Modern Family”) y por sus atributos físicos. Una rubia, petisa, dura y un poco torpe y muy poco femenina. La otra morocha, exuberante, esposa de un narcotraficante que tiene testificar en contra del jefe de un importante cartel, y es eso lo que los pone en peligro. En este intento de comedia, los chistes se van tornando reiterativos (siempre nos burlamos del acento de Vergara, o de la altura de Reese) y ni siquiera la primera vez logran generarnos algo de risa. La trama, predecible por donde se la mire, se desarrolla sin nada de gracia y las pocas escenas de acción no aportan nada a este producto tan insulso y superficial. Que los bloopers de los créditos finales sean lo único que te hagan reír un poco dice mucho más de esta película que lo que podría haber escrito en toda una crítica. Lo cierto es que Dos locas en fuga es una comedia fallida porque principalmente no causa gracia y es más bien tonta, tanto como sus dos protagonistas. Llama mucho la atención que Reese incluso decidiera producirla, que apostara tanto a una película tan floja. Y como si fuera poco, hay que fumarse la voz y acento insoportables de Sofia Vergara durante la mayor parte del metraje.
Dos locas y una sola buena actriz en fuga Una mujer policía debe participar de la escolta a un contador y su esposa para que declaren contra el jefe de un cartel narco. Pero las cosas salen mal y la diminuta y varonil agente debe huir junto con la sofisticada exreina de belleza colombiana perseguidas tanto por policías corruptos como por sicarios narcos que obviamente no quieren que la mujer testifique. Como "Dos locas en fuga" es una comedia disparatada con un ángulo femenino, el guión se preocupa más por hacer chistes con la esquemática disparidad entre las dos protagonistas que por cualquier otra cosa, como por ejemplo la construcción argumental que es bastante floja. Reese Witherspoon es la policía que prácticamente creció en el patrullero manejado por su papá (de hecho lo mejor del film es la secuencia de créditos en la que se ve cómo una nena va creciendo en medio de las pesquisas de su padre uniformado, aprendiendo perfectamente los números de código de cada delito) y que no consigue novio, ni tampoco respeto de sus colegas debido a un pintoresco incidente con una pistola eléctrica aplicada con muy poca suerte. Sofia Vergara es la ultrafashion esposa del narco que no puede dejar su maleta llena de zapatos carísimos ni aun cuando su vida corre peligro. A lo largo de esta road movie hay algunos buenos chistes en medio de muchos gags bastante medianos, y tampoco está muy cuidado todo lo que tiene que ver con la acción propia de una comedia policial. Los mejores momentos están a cargo de Reese Witherspoon que, como buena comediante, está muy por encima del nivel de la mucho más sexy pero también sobreactuada Sofia Vergara. Un detalle curioso es el uso intensivo del castellano en muchas más escenas que en la típica comedia hollywoodense, incluyendo verborrágicas discusiones en español entre la pareja estelar. La potente banda sonora rockera de Cristophe Beck da un poco de dinamismo a un asunto que da más para un zapping en el cable que para la pantalla grande.
Una comedia que une a dos atractivas comediantes: Reese Witherspoon y Sofia Vergara. Y aunque el argumento se delira, todo esta al servicio de ellas, que responden, pero la acción no fluye a pesar de lo graciosa que son. Entretiene
Carne latina de cañon La agente Cooper (Reese Witherspoon) pasó su infancia sobre una patrulla; mientras acompañaba a su padre policía se divertía jugando con pistolas de juguete al tiempo que se aprendía todo el protocolo policíaco. Hoy, ya adulta, es parte del personal policial dedicado a la logística dentro de una comisaria, lejos de la acción, algo que está a punto de cambiar. Un conocido y pelgroso narcotraficante ha sido capturado y pronto irá a juicio, para declarar en su contra hay un par de testigos protegidos que deberán ser escoltados hasta su llegada al tribunal. Esa misión será asignada a Cooper, ya que uno de los testigos es mujer. Lo que parecía algo sencillo de pronto se convierte en un infierno, especialmente cuando Cooper sea considerada una fugitiva y su protegida, Daniella Riva (Sofía Vergara), una testigo en peligro. El esquema de policía-testigo que fugan luego de caer en una celada no es novedoso, ni menos el juego de opuestos que se propone aquí entre la recontra MILF Sofía Vergara y la mata pasiones Reese Witherspoon. La primera se devora la película por prepotencia de lomo y simpatía, aunque su registro esté diez cambios arriba del de Witherspoon, con más y mejor oficio en el género. Pero el problema es un guión ligero, muy desparejo en cuanto a gags que para peor no cuenta con una dirección que imponga el ritmo que la comedia necesita. Queda para un aparte la eterna estigmatización de los latinos como narcos y pendencieros, aunque en este caso nos permite disfrutar de una pequeña participación a cargo del siempre notable Joaquín Cosio ("El Infierno", "Matando Cabos").
En DOS LOCAS EN FUGA, REESE WITHERSPOON encarna a una oficial de policía debe proteger a la viuda de un traficante de drogas (papel que compone SOFÍA VERGARA) de delincuentes y policías corruptos que la persiguen. Esta comedia en formato de road movie explota una fórmula recurrente: la de la pareja despareja pero en versión femenina. VERGARA sensual y exuberante, WITHERSPOON pequeña pero incorruptible, se valen de sus atributos para burlarse de los hombres que las persiguen. Si bien la pareja tiene química y se complementan a la perfección, esto no es suficiente para redondear una cinta que abusa de los clichés, tiene poco vuelo narrativo, chistes anacrónicos, poco efectivos y sexistas.
Efectiva comedia pero… Hay ciertas películas que no pretenden inventar la pólvora sino que la usan para entretener. A pesar de que Dos Locas en Fuga cumple como entretenimiento, me cuesta, muchísimo, recomendarla a pesar del rato ameno que me hizo pasar. Salsa latina La Oficial Cooper es estricta y sigue las reglas al pie de la letra, no obstante esto le trajo alguna que otra desgracia que la convirtió en el hazmerreir de la fuerza. Ella tiene una oportunidad de redimirse a través de vigilar la integridad física de la mujer de un testigo, a pocas horas del juicio a un peligroso barón de la droga. Naturalmente, hay policías corruptos que le van a dificultar el trayecto de punto A a punto B, por no decir los cruces que se van a presentar entre ambas. Tenemos la típica comedia de pareja dispareja, con enredos diversos y esos tics de personalidad que pueden llegar a sacar alguna que otra risita. Aunque hacen el intento por meter algún que otro giro, hay algunos de esos trucos que se ven a la legua. El guion, en definitiva, es una excusa que tapa la realidad: la de ser un mero documento destinado para el lucimiento interpretativo más que una historia en su propio derecho. En el costado técnico no hay mucho que decir. Sigue los mínimos requerimientos técnicos para que los actores se vean bien y pueda haber coherencia en las pocas escenas de acción que expone la película. El costado actoral diría que es la única virtud que destaco de Dos Locas en Fuga. Reese Witherspoon y Sofía Vergara tienen muy buena química. La primera encara a una histérica obsesiva siguiendo el registro que tan buenos resultados le trajo en Election y Sofía Vergara compone una obviamente planeada parodia de la típica latina de sangre caliente que se enoja histéricamente por cualquier cosa. Pero a pesar de lo efectivo de su química, no logra que se pase por alto lo estandarizado del guión. Conclusión Dos Locas en Fuga es una película efectiva, incluso entretenida, que posee una buena química entre sus dos protagonistas. No obstante, lo que no me hace recomendarla es que es más de lo mismo. Solamente lo haría si lo que se desea es pasar el rato y el precio de la entrada no les supone un gran miramiento. Si para vos es un factor, despreocúpate; no te estás perdiendo de nada.
Una de fugitivos que se quedó a mitad de camino Sofía Vergara y Reese Witherspoon protagonizan Dos locas en fuga, una road movie con una trama bastante previsible, escenas de acción que poco deslumbran y chistes con poca gracia. La colombiana retoma el personaje de la misma gritona que nos acostumbró en Modern Family -con un poco de Florencia Peña y Valeria Bertuccelli- para huir de los narcotraficantes que asesinaron a su esposo cuando se disponían a prestar declaraciones y así dar con un pez gordo. Se suma primero como agente en servicio y después como fugitiva Reese Whiterspoon, hija de reconocido agente y popularmente conocida cuando prendió fuego al hijo de un funcionario por el uso poco responsable de pistola taser, las mismas que implementó la Policía Metropolitana. Antes de ver esta actuación de Witherspoon podíamos confiarle cualquier cosa, venía de terminar de romper los prejuicios de carilinda en Alma salvaje. Le es muy fácil vender un lápiz labial (campañas Avon) con la misma credibilidad con la que fue novia de Johnny Cash en Johnny & June – Pasión y locura. Es magnética en la pantalla grande, a pesar de su metro y medio siempre parece imponente. La chispa y el buen uso de los recursos narrativos quedaron en el olvido cuando la juntaron -sugerencia de ella- con Vergara. Dos argumentos recurrentes en el guión son justamente las bromas con la estatura de la primera y la edad de la segunda. Casi nunca aciertan los remates, la película es corta y a la vez lenta, combinación que resulta un abismo insondable. Las escenas más rescatables son las que aporta el carácter latino de uno de sus personajes y así el choque cultural, en sintonía con la disfuncionalidad del idioma yanqui con el español. Las actrices estuvieron presentando la película en México donde pidieron más protagonismo de guionistas latinos en Hollywood, aunque para la industria en la mayoría de los casos sean los rebeldes, chicanos, negros, maricas, presos y marginados. El fogoneo (post Oscar) de la sobrevalorada Birdman y la prensa que tuvo su director, Alejandro González Iñárritu, parecieran haber incrementado de forma exponencial el interés de las compañías en el sur de América del Norte. Con el presupuesto de esta película (35 millones) hubiera sido posible filmar once veces Whiplash y hasta pagarle a la selección argentina el premio de ganador que se llevó Alemania en el Mundial de Fútbol Brasil 2014. O más bien contratar otro entrenador, porque Gerardo Martino mantiene en la Copa América un desempeño más flojo que este film, dirigido por la coreógrafa Anne Fletcher.
Para huir corriendo Vista aquí en el Bafici 2006, The Aristocrats mostró que era posible hacer una película en derredor de un único chiste contado mil veces durante una hora y media. No se dirá aquí cuál era su metodología, pero sí que el film está en Internet y con subtítulos en español para aquellos dispuestos a descubrirlo. Lo pertinente es que para hacerlo apostaba al conocimiento y el manejo del timing, a la originalidad, la convicción, la sorpresa y la autoconciencia de su previsibilidad, todas virtudes evitadas con involuntario esmero por esta comedia del montón, bautizada aquí con el impresentable título de Dos locas en fuga. Dirigido por Anne Fletcher (Step up - Camino a la fama, La propuesta, 27 bodas), el film elimina con llamativa desidia sus potenciales centros de gravitación cómica hasta quedarse únicamente con las tetas –enormes, por cierto– de la colombiana Sofía Vergara y la estatura –ínfima, por cierto– de esa otrora buena comediante llamada Reese Witherspoon.Ellas son las dos locas del título, aunque en realidad de locas tienen poco y nada. Tienen, en cambio, una pulsión insalubre por el griterío, la pose y la gesticulación exagerada, que alcanza su pico máximo en un supuesto clímax, cuyo único mérito es la brevedad. Menos de noventa minutos le demanda a esa policía algo torpe pero con una voluntad de hierro, marginada a un trabajo de oficina después de un operativo mal resuelto (Witherspoon), desbaratar el plan del capo de un cartel colombiano acusado de un centenar de crímenes. Durante ese período, debe hacerse cargo del contador del grupo, quien hizo la gran Borocotó y ahora se apresta a testimoniar contra su ex jefe. Pero cuando un par de sicarios transformen su cuerpo en un colador, ella y la flamante viuda (Vergara) estarán obligadas a recorrer Texas con un convoy de mercenarios y policías corruptos persiguiéndolas.Desde 48 horas y la saga Arma mortal hasta la gran Policías de repuesto, las buddy movies supieron ser cosa de hombres. Pero un par de años atrás Paul Feig subvirtió la cuestión cuando en Chicas armadas y peligrosas compuso una pareja despareja con dos mujeres. Sobre ese molde parte el film de Fletcher para terminar cayendo por el propio peso de sus de por sí escasas ambiciones. Lo que hay, entonces, son dos chicas todo el tiempo a los gritos, una persecución mal filmada y no mucho más hasta llegar a la siempre despreciable redención final.
"Dos locas en fuga": ¿Y si las dejan ir? Las buddy movies son aquellas películas en la que dos amigos, colegas, o compañeros del momento se juntan para vivir una aventura. Por dar algunos ejemplo: "Arma Mortal", "Tango & Cash" o nuestra "Tiempo de Valientes". La particularidad es que se han hecho en todos los géneros y casi siempre funcionan. No todas son con protagonistas masculinos. En los últimos años se dio el caso de "Chicas armadas y peligrosas" que cambió un poco las cosas. Y siguiendo este lineamiento de féminas que que se lanzan a vivir una experiencia nueva y extrema nos llega Dos "Locas en Fuga", un largometraje que dice ser una comedia y eso sí ya es un buen chiste. Desde que era bebé la oficial Cooper (Reese Witherspoon) estuvo ligada con la fuerza policial. Es que su papá, un oficial de policía, la llevaba siempre en el asiento de atrás de su patrullero. Así, por ejemplo, fue aprendiendo todos los códigos de los delitos o cómo hacer ejercer la ley con mano firme. Claro que el aprendizaje fue un tanto excesivo, y ya ejerciendo su profesión se ganó estar confinada detrás de un escritorio en el cuarto de evidencias. Es que Cooper, por un mal entendido, usó su taser sobre una persona de forma "desmedida". Ahora le llega la chance de terminar con su castigo: tiene que acompañar a un detective a escoltar a un narcotraficante y su esposa que están a punto de entrar al programa de protección de testigos, ya que el maleante está por delatar al capo de un cartel. Por supuesto que todo sale mal y el detective y el narcotraficante arrepentido terminan muertos cuando son atacados por unos asesinos. Cooper debe proteger a Daniella (Sofía Vergara), la reciente viuda, de estos sicarios y también de policías corruptos que quieren acabar con ambas. Las dos mujeres se embarcan en un viaje a través de todo Texas para poder ponerse a salvo y que Daniella llegue a testificar a tiempo contra el mafioso. Hay tantas cosas mal en esta película que es difícil empezar por algún lugar. Es que, en principio, cuando venden una comedia protagonizada por Reese Witherspoon y Sofía Vergara las expectativas son grandes. La rubia tiene sobrada experiencia en el género; y la colombiana la viene rompiendo con la serie "Modern Family". Pero este largometraje acaba con toda posibilidad de que le saque alguna carcajada a nadie. Está lejos de eso. En principio ambos personajes terminan siendo irritables. Lo que primero puede oficiar de un "defecto" gracioso en Cooper o Daniella termina sobrecargando al personaje de tanto insistir con el chiste. Las situaciones son previsibles, los gags son poco originales, hasta la trama aburre y no despierta interés. Pretender que alguien se ría de la latina malhablada o la mujer poco femenina atrasa, al menos, 20 años. Es extraño que dos actrices de esta calidad hayan accedido a hacer algo tan "berreta", a falta de una mejor palabra. La directora Anne Fletcher, que hizo cosas como "27 bodas" o "La propuesta", películas pasajeras pero divertidas, tampoco puede hacer mucho con este bodoque que le tiraron. Lo único gracioso que tiene esta película son los errores de filmación que pasan al final con los créditos. No pierdan tiempo con este filme que da vergüenza ajena. A estas dos fugitivas deberían dejarlas escapar y, si es posible, permitirles que crucen la frontera tranquilas.
En la nueva película dirigida por la coreógrafa Anne Fletcher (“La Propuesta”,”27 Bodas”, “Step-Up: Camino a la Fama”), Reese Witherspoon y Sofia Vergara -muy lejos del título original- son “Dos Locas en fuga”. El argumento, bien pero bien simple, cuenta la historia de la oficial Copper (Whiterspoon), una estricta e inepta oficial de policía que sigue las normas al pie de la letra y que -al momento- se encuentra relegada a trabajo de escritorio en el cuarto de evidencias, debido a un incidente en la vía pública que no voy a revelar para no arruinar la sorpresa. La situación pronto cambia para esta mujer que -de niña- embebió el trabajo policíaco en el asiento trasero del patrullero de su padre, cuando se le encomienda proteger y escoltar a la sensual y extrovertida viuda de un narcotraficante, la Sra. Riva (Vergara), ya que la voluptuosa latina tiene que testificar, en Dallas, contra el mafioso líder de un cartel de drogas llamado Vicente Cortez (Joaquín Cosio). A medida que atraviesan Texas, en el camino son confundidas con criminales en fuga, perseguidas por policías corruptos y pistoleros homicidas, lo cual, supuestamente tendría que haber provocado situaciones bastante alocadas e hilarantes, pero el guión escrito por David Feeney (serie “New Girl) junto a John Quaintance, Katherine Silberman (ambos de la serie “Ben & Kate) y Dana Fox (“Locura de amor en Las Vegas”), desaprovecha un poco a las actrices protagónicas, sobre todo porque son una dupla muy opuesta, elemento del que se podría haber sacado provecho de manera más inteligente. Lamentablemente, sucede todo lo contrario en gran parte de la película. La trama, aunque por momentos efectiva y con alguna pizca de acción forzada, se limita a exagerar todas las situaciones. Y en cuanto al desempeño actoral, las chicas están bien; lástima que gritan mucho, innecesariamente, en casi todas las escenas. Se burlan de sí mismas. Reese, de su poca altura y el cuerpo diminuto mientras que Sofía, de su exageración latina, su edad y la pronunciación que caracteriza a la colombiana, quien -si bien es divertido escucharla- abusa de este recurso, algo ya visto en “Modern Family”. Aunque banco mucho a esta dupla (la química entre ellas es algo muy positivo), y la película no es un aburrimiento total, me da la sensación que aquellos aspectos que -de antemano- me llevaron a pensar que esta comedia iba a estar genial, la misma se queda a mitad de camino, ofreciéndonos tan sólo algunas risas. Podría haber estado muchísimo mejor.
Cooper creció junto a su padre en un patrullero de policía. Ya de adulta, quiere seguir sus pasos, pero todos la tienen como una oficial torpe y tonta que solo sabe seguir el manual al pie de la letra. Cuando le dan su primera misión importante, custodiando a la esposa de un terrateniente de un cartel mexicano, Cooper no sabe en qué problema se acaba de meter; más aún cuando ella y la esposa, Daniella Rivera, tienen que escapar juntas de asesinos y oficiales corruptos. Estamos ante una nueva buddy movie (películas de amigos) protagonizadas por mujeres, teniendo aún en el recuerdo ese desastre llamado The Heat protagonizado por Sandra Bullock y Melissa McCarthy. Y querido lector, después de ver esta película, el film recién citado te va a parecer un clásico… El mayor problema (de los tantos) que tiene esta película, al menos para mí, es la falta total de química entre las dos protagonistas. Y eso es algo clave en estos relatos, porque el caso policial suele ser bastante genérico, el punto fuerte se da entre la relación de los dos personajes principales en su camino a resolver el crimen/frenar al villano de turno. Y acá, no solo que no hay química, sino que pareciera que Whiterspoon y Vergara tuvieran diferentes guiones, porque en gran parte de la película las vamos a ver a las dos gritando (o chillando mejor dicho) cosas sin sentido, y que no tienen relación con lo que está diciendo la otra. Y si a eso le sumamos la voz de chifle que tiene la latina, uno se empieza a plantear porqué no fue al cine con tapones para los oídos. A la falta de conexión entre las chicas, hay que sumarle que el guión que filmaron pareciera ser el primer borrador que escribieron, porque está lleno de errores que la verdad no se entiende cómo no fueron corregidos en los procesos de reescritura. Eso, o los guionistas David Feeney y John Quaintance pensaban que hacer comportarse como dos desquiciadas a las actrices le iba a causar gracia al espectador. hot pursuit En lo personal, me da pena y resulta extraño ver que Whiterspoon vuelve a caer en esta clase de comedias que provocan más bostezos que risas. Principalmente porque este mismo año la vimos nominada a un Oscar (y ya tiene otro), por lo que se sobre entiende que la chica tiene talento para elegir mejores proyectos. Mientras que Sofia Vergara sabemos que no es una dotada actuando, pero ya podría ir siendo hora que use otro registro más que chillar como loca, cosa que la vemos haciendo desde hace años. La directora Anne Fletcher tampoco aporta demasiado desde su lugar como realizadora, dándonos un trabajo bastante pobre y genérico sin personalidad, muy a tono con el resto de la película. Dos Locas en Fuga es un mal film por donde se lo mire. No aporta nada al genero buddy movie (que anda en horas bajas, y que dio grandes peliculones), ni desde las actuaciones, la historia o la dirección. Es una pena ver que Whiterspoon desperdicia talento en estas películas, pero por algo será que reiteradas veces vuelve a caer en lo mismo; mientras que los demás involucrados, no sorprende verlos dando un producto final tan plano.
Nos sumamos desde aquí a la cruzada civilizadora de títulos del colega y amigo Javier Porta Fouz, quien acusa a quienes incorporan “locos”, “locura”, “locas”, “loco/a” a títulos de comedia como si fuera gracioso. Dicho esto, esta comedia sobre una policía rígida (Reese Witherspoon) que debe cuidar a la viuda de un narco (Sofía Vergara) durante un viaje accidentado por Texas intenta traducir a femenino el viejo “buddy-buddy” (¿Alguien recuerda Fuga a la medianoche, por ejemplo, aquella de De Niro y Charles Grodin?). Lo logra a medias, más allá de que ambas actrices tienen talento suficiente para lo cómico. De todos modos, algo sucede: cada vez hay más traducciones al femenino de modelos y esquemas típicos del cine de entretenimiento y, más allá de que algunos funcionen y otros, no, traen algo nuevo, un intento, al menos, de soplar aire fresco. Aquí, por momentos, las dos comediantes lo logran. Aunque la dirección, parece, no sabe bien qué lograr con ellas.
Tonta y retonta: pulgares para abajo para lo nuevo de Reese Witherspoon y Sofía Vergara El historial de las buddy movies (películas de amigos) es muy vasto como para explayarse y recorrerlo, aunque es necesario aclarar que dentro de este subgénero hay otros parecidos pero con características bien marcadas. Uno de ellos es el buddy cop, películas en las que dos protagonistas antagónicos, por lo general uno policía y el otro convicto, deben trabajar juntos para atrapar a un criminal, lo que lleva a que se conozcan hasta hacerse amigos (48 horas, de Walter Hill, es el ejemplo más emblemático). Dos locas en fuga es una comedia dirigida por Anne Fletcher y protagonizada por Reese Witherspoon y Sofía Vergara que se inscribe en este último subgénero, aunque no obtiene buenos resultados. Rose Cooper (Witherspoon) es una agente de policía que tiene que custodiar a la esposa de un testigo clave para mandar a prisión a Vicente Cortez (Joaquín Cosio), un capo de un cartel del narcotráfico. La esposa en cuestión es Daniella Riva (Vergara), una latina voluptuosa y de carácter fuerte que tiene una gran debilidad por los zapatos cotizados en millones de dólares. Juntas tendrán que trasladarse de San Antonio a Dallas, donde se llevará a cabo el juicio. Pero las cosas no salen como lo habían planeado porque antes de emprender el viaje se arma un tiroteo que las obliga a fugarse para salvar sus respectivos pellejos. Lo que Cooper no sabe es que Riva tiene una secreta misión: vengar la muerte de su hermano, asesinado a sangre fría por el propio Cortez. Dos locas en fuga respeta las reglas y los pasos a seguir del buddy cop, y el viaje en forma de fuga se convierte en una mezcla de western movie con buddy film de mujeres. El sentido de este tipo de películas es que los dos personajes se fusionen hasta convertirse en uno, y aquí yace el problema principal de la película: una de las partes, la interpretada por Vergara, entorpece a la otra, erosionando la consistencia de esa unidad. El detonador es la sobreactuación exasperante de la actriz colombiana, que nunca logra poder reírse de sí misma sin provocar vergüenza ajena (su afán por explotar su latinidad desemboca en una actuación telenovelesca y ridícula). El resto de los personajes tampoco cumplen su función, que consiste en ayudar a las protagonistas principales, en reforzar la trama, potenciarla, dotarla de esa capacidad de sorpresa necesaria para hacer reír. A pesar de todo, la poca química que hay entre las dos es suficiente para lograr que se complementen y que la pareja, de algún modo, funcione. Dos locas en fuga tiene, entre sus escasas virtudes, una simpatía capaz de robar la risa tímida del espectador menos exigente, el que entra a la sala sin más pretensión que la de pasar el rato.
Crítica emitida por radio.
Está difícil la cosa con “Dos locas en fuga”. El lector puede ver escrito el nombre de la película en la frase anterior, asumiendo que éste humilde servidor lo recordaba al momento de sentarse a escribir. ¿Puede creer que no? Lo tuve que buscar en los mails para acordarme. Sabemos que la memoria se vuelve algo selectiva cuando se sufre un trauma, y está claro que ver ésta producción lo fue, al punto de borrar por completo el título. El arduo ejercicio de tener que recordar algo tan burdo fue más lastimoso que vivirlo en su momento. Porque la mente se esfuerza mucho por olvidar lo malo, o lo descartable. Pone todo para olvidar todo lo que sucede en la película luego de una interesante introducción, en la cual vemos a una nena crecer en el asiento trasero del patrullero de su papá policía, mientras aprendía códigos y procedimientos. Luego de esos minutos la nena se transformó en Reese Witherspoon. Ver a ésta talentosa actriz tratando de componer un personaje en un registro verbal clownesco, mientras el resto del elenco se le ríe en la cara ya es molesto, pero la directora Anne Fletcher tiene aún mejores planes para arruinar la tarde: Sofía Vergara. Voluptuosa, vedettonga, sonrisa ancha, cola parada, pinta de “come-hombres”, guarra al hablar… Su inglés de vendedora de nachos con queso delata su procedencia, por lo cual sólo le queda hacer (bien digo: hacer, no actuar) de esposa de traficante colombiano. Estas dos mujeres son las protagonistas del bofe que cuenta cómo una de ellas, respetuosa de la ley a rajatabla, se pone al hombro la tarea de llevar a la otra de un Estado al otro para testificar contra el cartel de drogas. La cantidad de malos chistes, despropósitos narrativos, situaciones sacadas de comedias ochentonas, al estilo de Los locos del Cannonball (las dos actrices disfrazadas de ciervo por ejemplo ¿hacía falta?), y diálogos fuera de contexto o de timing hacen pensar que en realidad el chiste es que a los guionistas David Feeney y John Quaintance (quienes deben estar en alguna playa de Malibú sin poder creerlo todavía) les hayan pagado por escribir el guión.. Una cosa es poner al filo el verosímil amparándose en la comedia disparatada, como de alguna manera funcionaba (por química pura) “Chicas armadas y peligrosas” (2013). La endeblez del libreto podía sostenerse, justamente como uno de los códigos a tener en cuenta, por el trabajo actoral y del vínculo de los personajes. Pero al revés de lo que sucedía con Melissa McCarthy y Sandra Bullock, acá no hay un sólo dialogo entre las protagonistas donde no se denote una forzada intención de empatía,o una obvia comparación entre los físicos o la capacidad intelectual de cada una para buscar el chiste filoso. Predecible, aburrida e insólita. Lejos, de lo peor que ha entregado Hollywood en este último tiempo.
La película debería llamarse "el humor en fuga", pero bueno, quizás en algún momento tu boca dibuje una sonrisa. Sofia Vergara y Reese Witherspoon me gustan, las banco y son buenas, pero las escenas, los gags y los momentos de acción están un poco forzados y perdidos en el trayecto de la historia. Entiendo que Sofia seguirá explotando el recurso de su horrible forma de hablar en inglés tanto en la televisión y en toooodas las películas que hará, pero señora, ya pasó el chiste. Algo que molesta bastante son los gritos desaforados de ambas, peeeeeeero, es lo que hay. Una dupla que desde la propuesta parecía interesante - por lo despareja - pero que creo que se vuelva a repetir... por ende, queda en vos correr al cine para verlas.
Dos locas que no entretienen. Todo gira en torno a dos mujeres que forman una pareja muy despareja. Una es de mediana estatura, policía y aprendió el oficio desde niña por su padre, espera tener una misión importante y es algo torpe, Cooper (Reese Witherspoon) y el detective Jackson (Richard T. Jones) tienen la tarea de trasladar Felipe Riva (Vincent Laresca) y la esposa Daniella (Sofia Vergara) a Dallas, porque Felipe es un testigo federal en el juicio del jefe de la mafia Vicente Cortés (Joaquín Cosío). Pero algo sale mal y unos tipos malos ingresan en la gran mansión y matan a todos. Las únicas que quedan vivas son: la inhábil Copper y ahora la viuda Daniella Riva una sexy latina, comunicativa, aventurera y esposa de este narcotraficante, ellas terminan siendo perseguidas por pistoleros asesinos y policías corruptos, entre otros. Ante una serie de confusiones e infortunios terminan transformándose en dos fugitivas pero no se llevan nada bien, se pasan huyendo de quienes la persiguen y se viven peleando, no logran ser amigas y sus vidas se encuentran en constante peligro. La comedia se encuentra llena de acción pero cargada de clichés, varios gags y se cargan a sí mismas, esto se encuentra relacionado con el idioma yanqui-latino. Aquí la directora Anne Fletcher (“La Propuesta", “27 bodas”) y los guionistas John Quaintance (“Aquamarine ") y David Feeney nos ofrecen una historia algo artificial, con un ritmo rápido pero dada su sencillez, su poca originalidad y sus momentos poco agraciados, como cuando se ponen la piel de un venado, la escena de autobús y tantas otras ridículas, la película termina siendo soporífera, pese a la buena química de sus protagonistas. Pensar que Reese Witherspoon obtuvo un premio Oscar por su interpretación en "Johnny y June, pasión y locura" (2005) y fue nominada por “Alma salvaje"(2014). Dentro de los créditos de “Dos locas en fuga” hay escenas extras.
Si contamos el guión, son tres los que se fugaron "Hot Pursuit" es de esas películas malas que ya desde el trailer nos dice que es una comedia bastante descerebrada pensada por dos o tres chistes buenos que funcionaron en una cena de brainstorming. La trama no tiene razón de ser... es básica, es inverosímil y no tiene nada de original. La policía ha logrado enjuiciar a un pez gordo del narcotráfico, pero para lograr encarcelarlo deben hacer que algún antiguo socio/empleado testifique en su contra antes de que sea asesinado por el enjuiciado en cuestión. Los únicos testigos vivos son Felipe Riva y Daniella Riva (Sofía Vergara), que deben ser puestos en custodia por sus seguridad personal. ¿A quien envían a custodiarlos? A un detective que dura en la película lo que tarda un petardo en estallar, y a la agente Cooper (Reese Witherspoon), una policía relegada al depósito de la fuerza policíaca debido a su poca destreza como oficial. ¿Por qué le darían semejante trabajo a alguien incompetente? Primer error grave de la trama que spoilea lo que sigue. Este simple hecho deja en evidencia algo que se supone debería mantenerse oculto hasta el clímax del film. Como esto no le importa mucho a su directora Anne Fletcher ("27 Dresses", "The Proposal") y a los guionistas, David Feeney y John Quaintance, prosiguen con la revelación anticipada de todos los villanos y se concentran en la interacción de las dos protagonistas como pilar del entretenimiento, algo que evidentemente no fue suficiente. Reese Witherspoon despliega un personaje a lo Tracy Flick ("Election") pero con 1 kilo de cocaína encima... insoportable. Me parece raro que con las buenas películas que venía haciendo se haya prestado para esto. Algún compromiso contractual quizás. Lo de Sofía Vergara es un poco más digno pero tampoco sirve como para levantar el film. La interacción entre ambas nunca llega a convencer y conectarse con el público. Todo se ve muy forzado y estereotipado. Lo peor de todo es un tipo que aparece de la nada durmiendo en la caja de una camioneta, se engancha con el personaje de Reese, luego desaparece totalmente de la trama (acá se nota un recorte editado de manera bien bruta) y reaparece al último otra vez para quedarse con ella... si no hubiera estado en el guión, era exactamente lo mismo. Una comedia demasiado básica que sólo puede ofrecer dos o tres momentos divertidos, una trama casi inexistente y personajes pobres.