Divorcio a la finlandesa

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Amor y Locura en Finlandia

Basada en la novela de Petri Karra, Divorcio a la finlandesa (The house of branching love, 2009) es la nueva comedia de Mika Kaurismäki (Brasileirinho - Grandes Encontros do Choro, 2005) el hermano de Aki, cuyo disparador se asemeja al de La Guerra de los Roses (The War of the Roses, 1989) pero desde un absurdo aún mucho más agudo y sutil que vira hacia una subtrama policíaca.

Juhani Helin y Paula Helin, componen un matrimonio que decide divorciarse de forma civilizada, mudarse a una casa nueva cada uno y vender la que compartieron durante años. Pero los divorcios son difíciles y los problemas empezarán cuando cada uno por su cuenta lleve a la casa a sus nuevas y ocasionales parejas. En el medio, de la guerra de divorcio, un caso policial con ribetes tragicómicos.

Resulta muy difícil disociar a Mika de Aki, sobre todo en la forma de encarar la ironía en el cine o la forma y sonidos elegidos que ambos manejan para musicalizar sus obras. La banda sonora utilizada en la primera escena de Divorcio a la Finlandesa es reminiscente a Luces del atardecer (Laitakaupungin valot, 2006), una de las películas más lograda de Aki.

Divorcio a la finlandesa maneja dos líneas narrativas que en algún momento se fusionarán en una sola y a pesar de que parezca incoherente en sus planteos finales, todo cerrará a la perfección. Una de línea las llíneas desarrolladas es la de comedia romántica centrada en los esposos separados, mientras que la segunda se articula a partir de un caso policial que de manera indirecta terminará involucrando a los protagonistas, para darle a la trama una vuelta de tuerca imprevisible sobre el final.

El cine finlandés ha mostrado en los últimos años una forma desfachatada a la hora de concebir obras llevadas al absurdo, generando un estilo propio que se ha convertido en una de las características distintivas de dicha cinematografía. Mika Kaurismäki ha sabido tomar lo mejor de ese humor propio y plasmarlo en un trabajo que, más allá de algunos altibajos, cumple y mucho.