Diablo

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

Un mundo violento y complejo

Nicanor Loreti muestra la historia de un boxeador ya retirado que recibe a su primo en su casa. Con su pariente empezará la aventura con la cual el protagonista, Juan Palomino, deberá demostrar todo lo que aprendió en su profesión. De acuerdo con el género que representa, Diablo genera en los espectadores un cúmulo de sensaciones opuestas. Es de esas películas en las que el sonido se termina de componer con los sustos y las risas de la gente.
Hay que remarcar que Diablo logra captar la atención mediante la vacilación constante de la narración, momentos de acción y otros de comedia. Además hay una perfecta visión sobre el universo de su personaje central: la vida de un boxeador tiene varias facciones que son trabajadas en la película. Entre estos tópicos podemos mencionar la presión de los managers; la violencia como deporte con los riesgos que conlleva; así como también pasar de la pobreza a gloria.
Sin embargo Loreti no trabaja sólo la superficie, sino que crea un personaje con particularidades como persona: así es como en la película se representan ciertos símbolos como Perón y Eva y algunas protestas como el repudio al antisemitismo. En ese aspecto también resulta interesante la existencia de un dejo de ideas revolucionarias, así como la impotencia ante mundo injusto y desigual.
NdR: Esta crítica es una extensión de la ya publicada durante el Festival de Mar del Plata.