Destrucción

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Un policial potente, con una protagonista que vive un trauma del pasado, un film al estilo de los clásicos del género, desde las películas de Don Siegel a los más actuales como Takeshi Kitano, la directora Karyn Kusama logra una narración intensa pero sin trucos, al servicio del género y de una protagonista espectacular.

Nicole Kidman interpreta a la detective Erin Bell, que años atrás se infiltró en una banda de criminales con consecuencias que al comienzo de la película no conocemos pero iremos adivinando poco a poco. Lo que ocurrió la dejó marcada y hoy, cuando cree que el líder de aquella banda, Silas, ha vuelto a aparecer, ella decide emprender una cacería por mano propia sin importarle el precio.

El suspenso está muy bien logrado, aun cuando uno imagina los eventos por venir. Justamente adivinar esos eventos los vuelve más trágicos y angustiantes. La detective, alcohólica y desaliñada, no tiene otro objetivo que saldar aquella cuenta. Un personaje que pertenece a una larga tradición de detectives obsesionados con un objetivo. Pero en la detective Erin hay un costado heroico, porque ella asume la responsabilidad de lo ocurrido y lo que quiere es cerrar algo que ha quedado abierto. Para semejante papel se necesita una gran actriz y Nicole Kidman sorprende en uno de los mejores trabajos de su carrera. Una pena que la película no haya recibido el reconocimiento que se merece.