Contratiempo

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Logrado policial español

Un joven empresario, el empresario del año según sabremos más adelante, recibe a la especialista que le envía su abogado para preparar la coartada perfecta frente a una grave acusación de asesinato. Le dicen que en pocas horas el juez de instrucción recibirá a un testigo especial, así que deben apurar el trabajo. No dejar un detalle fuera. Para evitar riesgos, conviene que la especialista conozca la verdad con todos los vericuetos del caso.

El caso es que tiempo atrás él estaba con su amante en la habitación de un hotel de montaña, y de pronto un entrometido lo desmayó de un golpe. Cuando despertó, la mujer estaba muerta, puerta y ventanas cerradas por dentro, y la policía en el pasillo. ¿Por dónde escapó el asesino? ¿Quién era, quién lo envió, por qué le endosan al exitoso empresario ese crimen? ¿Y cómo explicarle a la esposa y la hija que eso era un viaje de negocios?

La profesional empieza a escarbar. El acusado requiere un sacacorchos. La verdad siempre es enredada y cada cual tiene la suya. Por ahí aparece otra escapada, un ciervo que se cruza en el camino, un feo accidente, una decisión errónea que conduce a otras, y éstas a una trama de mentiras que complican las cosas. Hay mentes frías, mentes afiebradas, mentes vengativas, nuevas teorías, las piezas van armando el puzzle, formando nuevas figuras, hasta dar con la definitiva. Inesperada para casi todo el público, y acaso también justiciera y regocijante, depende de parte de quién se ponga cada espectador.

El cuento tiene sus bemoles y artificios, pero engancha a todo lo largo, permite discusiones posteriores, y alienta las ganas de verlo de nuevo con más detenimiento. Responde a la tradición de las novelas de intriga en cuarto cerrado, el "who do it", y también al conflicto moral planteado por J.A. Bardem en "La muerte de un ciclista". Quien piense en Hitchcock o Brian De Palma puede cometer deducciones inútiles. Autor, el catalán Oriol Paulo, el mismo de "El cuerpo", acá visto solo en Netflix. Bajo sospecha, Mario Casas. Partícipes necesarios, la veterana Ana Wagener, José Coronado, Barbara Lennie. Se disfruta y aviva la inteligencia.