Conjuros del más allá

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Fui absolutamente predispuesto a ver "The Void". Respeto mucho el estilo "indie" que siempre generan Jeremy Gillespie y Steven Kostanski cuando se dejan llevar por sus propias inquietudes (aunque la industria los seduce, porque de hecho trabajaron en el arte de "Suicide Squad", sin ir más lejos) y esperaba con ansias esta peli.
Porque hay que decirlo, "Conjuros del más allá", se vende en todos los mercados, como un propuesta de clásico corte estilo 80' , época donde los films realmente eran claramente distinto a la actualidad.
Sin embargo, Gillespie y Kostanski se dejan llevar por los aspectos negativos de dichas producciones (la falta de sustento en la trama y enganche con el espectador, elemento que se vueve alarmante en este tiempo donde sobreabundan films berretas del género) y le imprimen a su "The void", un carácter que se va desdibujando conforme se avanza en la historia hasta llevar la cinta a un punto sin retorno, en términos de logros.
"The void" (hay que decirlo), arranca bárbaro con la estrategia de instalar la acción en un hospital de un condado casi abandonado.
Tenemos un accidente, un policía (Aaron Poole) que da con un hombre herido en el medio de una ruta abandonada, la llegada de ámbos a un alejado centro médico (que está a punto de trasladarse y no posee casi instrumental para tratamiento) y un grupo de personas que estará en el lugar y momento equivocados por esas cosas del destino.
Tres mujeres (una embarazada), un anciano y alguna sorpresa más, son quienes estarán involucrados en un evento de naturaleza paranormal que rodeará los límites más bizarros que recuerdes... Podemos anticipar que el hospital será el centro de un asedio extraño (hay una secta, una misión y muchos contratiempos), donde los enemigos vendrán desde afuera y desde adentro, por lo que se necesitará de mucha pericia para poder sobrevivir.
Los directores van desenfocando el corazón de la historia con la adición de varios elementos tomados de diferentes clásicos del género y cuando promedia el film, ya sabemos que las sorpresas de último momento no lograrán salvarlo.
El problema con "The void" es que cuando llegamos a los 40 minutos de proyección, la tensión decae y el conflicto comienza a incorporar demasiados elementos innecesarios que enturbian la relación que venía construyendose con el espectador.
Como si los cineastas hayan sentido la necesidad de reafirmar su pertenencia al indie con muchas ideas transgresoras, sin importar los resultados de tamaña apuesta.
Las actuaciones son mediocres, los rubros técnicos están apenas correctos (el maquillador estuvo bien, eso si hay que reconocer) pero lo errático del guión no permite que "Conjuros..." se transforme en un entretenido film de género.
Se instala una sensación de que el guión, no sigue la norma “menos es más”y va sumando elementos en una curva incesante, con la clara idea de atrapar al espectador casi por la fuerza, sin nada de sutileza. "The void" ergo, es una experiencia fallida, la cual sólo funciona para fans del gore y aficionados incondicionales del género . El resto debería absternerse, sin dudas.