Carrie

Crítica de Alberto Harari - MI CINE - por halbert

"ENTRETENIDA REMAKE DEL CLÁSICO DE 1976" (por halbert)

Esta “Carrie” es una nueva adaptación del libro homónimo de Stephen King: esta versión 2013 está protagonizada por Chloë Grace Moretz y tiene además la actuación estelar de Julianne Moore como la madre de Carrie, Margaret White.
Si tuviéramos que resumir el conflicto central del filme, diríamos que trata sobre la vida de una adolescente que, a consecuencia de sus poderes psíquicos, se convierte en el terror de una pequeña ciudad.

Carrie vive con su madre, una fanática religiosa que vive agobiada y se autoflagela, y domina de forma muy dura la vida de su única hija, impidiéndole desarrollarse como la mujer en la que está por convertirse. El ejemplo más cabal es la escena inicial en la que conocemos a la joven Carrie, que tiene su primera menstruación mientras se ducha al término de una clase de ejercicio físico, y ella desespera porque cree que se está desangrando. Sus compañeras, quienes desafortunadamente han visto toda la escena, aprovechan la ocasión para humillarla, arrojándole tampones y compresas, denotando el bullying del que Carrie es víctima. Acto seguido irrumpe la profesora de gimnasia y descubre horrorizada que la chica no es consciente de lo que le sucede e ignora por completo este ciclo natural femenino.

Paralelamente, la jovencita descubre que posee extraños poderes telequinéticos que, con el paso de los días, irá investigándolos de forma teórica mediante los libros de la biblioteca; y también de modo práctico, haciéndolos funcionar a su antojo, manipulando a su madre (o mejor dicho, defendiéndose de sus abusos).
La larga y antológica secuencia final del baile de promoción, donde se produce la catástrofe con una Carrie bañada en sangre, logra impactar, aunque no tanto como en la original de Brian de Palma, en la que el particular estilo del director, con largos planos-secuencia, aumentaba el suspenso de las escenas, sin dejar de mencionar los ojos desorbitados de la original Sissy Spacek y los giros cortantes de su cabeza.

En realidad, todo el filme de Kimberly Peirce (“Los muchachos no lloran”) es bastante fiel al protagonizado por aquella Spacek veinteañera, pero no se erige como el clásico de horror que fue el filme de 1976. Sí se han aggiornado a los tiempos actuales algunas cuestiones, especialmente la del bullying cibernético, tan (tristemente) común en nuestros días: en el episodio inicial en las duchas, Carrie es filmada con un celular y luego ese video es subido a Internet para burlarse de ella.

La actuación de Moretz está a la altura de las expectativas y defiende honorablemente el conflictuado y complejo rol central. Esta joven actriz de 16 años, que hizo sus primeros pasos en el cine con la remake de “The Amityville Horror”, se destacó luego por sus roles en “Kick Ass”, “Let me in” (otra remake) y “Hugo” de Scorsese. Para esta película eligió no ver la versión de De Palma y sí leer la novela de King, para poder enfrentar el personaje sin condicionamientos previos.
Hubiera sido acertado y más atractivo incluir actores jóvenes más conocidos, con similar trayectoria y nivel actoral que la joven Chloë, así como John Travolta le daba vida (hace 37 años) al chico popular y galán de la escuela que acompaña a Carrie a la fiesta de graduación.
Podríamos afirmar que no era necesaria la remake, pero el filme entretiene y está bien realizado, y no está mal que una nueva generación conozca a este mítico personaje adaptado al celuloide, que infundió terror a mediados de los 70s y marcó una creativa época del cine.