Candelaria

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Luego del éxito de su primer largo ("Chocó", que se estrenó en la Berlinale de 2012), llega el segundo proyecto de Jhonny Hendrix Hinestoza, colombiano cuya mayor habilidad, es la de proponer historias de su tierra y de centroamérica, con lenguaje simple y personajes queribles.
Eso sucede en "Candelaria", donde la acción se presenta en Cuba (este film es una coproducción entre varios países), territorio donde las dificultades económicas definen la agenda, y obligan a la población local, a hacer enormes esfuerzos para sobrevivir en el marco del conflicto que hasta hace poco tenía ese país con el resto del mundo.
Candelaria (Veronica Lynn) y Victor Hugo (Alden Knight) son una pareja de adultos mayores, que se ama con ganas. Pero la tienen complicada, como todos en la isla.
Corre el año 1994 y esta pareja sabe que la mano viene cambiada pero eligen no cesar en sus intenciones de vivir mejor y disfrutar del amor que se prodigan. Cuba se muestra como un universo donde la carencia obliga a potenciar la imaginación todo el tiempo. La historia nos presenta el día a día de la pareja, en su tarea por sobrevivir. No tienen hijos y como son artistas, intentan sobrevivir como pueden. Hinestroza pone mucho el lente en esta rutina y en describir cómo se vinculan con la privación y donde encuentran el combustible para seguir adelante.
Hasta que cierto día aparece una cámara en un hotel (en una circunstancia violenta) que va a caer en manos de Candelaria y este acto, definirá un cambio de rumbo de la historia.
Hasta aquí, tenemos un desarrollo vincular, sin demasiado voltaje, y este elemento discordante que se suma al relato, va a generar alguna respuesta en su medio inmediato... "Candelaria" entonces cobra su mejor forma cuando muestra a la pareja en escena (el cast ha sido impecable, es difícil imaginar mejores intérpretes), pero evidencia debilidades cuando el conflicto avanza, apelando a lo moral en relación a lo que se conoce y espera de cada uno, en un contexto tan difícil.
Como film que caracteriza una Cuba que esperemos cambie, "Candelaria" también cumple. Su ritmo cansino, de a ratos, es siempre detonado por el color del lugar donde se rodó. Digamos que es interesante lo que propone aunque no logre totalemente. Destaca actuación de Lynn, una intérprete maravillosa.