Bohemian Rhapsody

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

Si bien hoy en día, las ciudades de todo el mundo pueden estar empapeladas de afiches con la imagen de Rami Malek luciendo como Freddy Mercury, es justo decir que el camino para que el film llegara a salas, no fue nada sencillo. Imaginen a priori, un proyecto para describir parte de la trayectoria del cantante de una de las cinco bandas más legendarias de la música pop mundial (¿The Beatles, Rolling Stones, The Police, Pink Floyd podrían ser las otras cuatro?)
Piensen en el guión, los acuerdos por derechos musicales, los aportes de los protagonistas presentes de la historia, pero por sobre todas las cosas, no dejen de pensar que la figura más rutilante y vital de ese grupo, era un hombre único viviendo una historia disruptiva e increíble que marcó para siempre, la escena musical mundial a fines del siglo pasado.
La pregunta surge naturalmente: ¿Por dónde empezar? ¿Qué destacar?¿Cómo sentar las bases de un relato que alterne la singularidad de Mercury en función de sus compañeros de grupo? Sin dudas, este proyecto era un gran desafío.
Y a la luz de los resultados, amerita cierto análisis. Creo que hay cosas que están muy logradas (todo lo referente a la "cocina" de los procesos creativos de la banda, la recreación de época, las destacadas presentaciones en vivo), y otras que no (el implante bucal de Malek era necesario? y sin dudas, la falta de intensidad dramática en instantes crudísimos para la vida de Freddy). Pero vamos por partes.
Lo primero que hay que decir es que "Bohemian Rhapsody", rodada por el exitoso Bryan Singer (aunque terminada y editada por Dexter Fletcher), fue guionada por Anthony McCarten ("Darkest Hour" pero por sobre todo, "The Theory of Everything") luego de un arduo proceso de producción que insumió muchas horas hombre y gran cantidad de acuerdos complejos.
La cinta inicia presentandonos a Farrokh Bulsara (Malek), aka Freddy, un chico de origen pakistaní nacido en Zanzíbar, inquieto, talentoso y con intenciones de trascender desde su estilo, personal y único.
Estamos en los 70' y la aventura inicia en los bares universitarios. Freddy dará con una banda que lo gusta y de la que querrá ser parte. Y sus futuros compañeros Brian May (Gwilym Lee) y Roger Taylor (Ben Hardy), al escuchar su registro y la calidad de su voz, lo aceptarán rápidamente como el gran integrante que estaban esperando para dar el salto. Al poco tiempo se sumará al trío, John Deacon (Joseph Mazzello), el bajista que les faltaba y se lanzarán al ruedo de conquistar audiencias con su música. Primero localmente, luego recorriendo Gran Bretaña en su pequeña van, hasta llamar la atención del productor adecuado, en el momento justo, para firmar su primer contrato con el sello EMI.
La dupla Singer y McCarten eligen estructurar el relato basados en el ascenso de Queen a la categoría de súper banda y a la vez, mostrar los vaivenes emocionales de la vida de su cantante principal. Freddy Mercury, además de sus excepcionales cualidades vocales y la riqueza de su repertorio como artista, era un personaje disruptivo para la escena musical. El buscaba innovar y alterar la lógica tradicional inglesa, en cada pequeña acción que encaraba.
"Bohemian Rhapsody" intenta entonces mostrar cómo la banda resolvía sus diferencias creativas a través del diálogo y apuntalando el valor de ser familia, elemento que permitió que estuvieran unidos (más allá del intervalo que muestra el film) durante toda su existencia como sociedad creativa.
Es importante en este punto recordar (sobre todo para los lectores jóvenes), que Mercury falleció muy joven, por haberse contagiado de virus del SIDA, en tiempos en que no había medicación y paliativos para enfrentarlo. El impacto de su muerte contribuyó a concientizar a su audiencia y le dio dimensión de leyenda a Freddy, quien sobrellevó la enfermedad, con gran hidalguía hasta el final.
El guión de "Bohemian Rhapsody", sin embargo, elige no anclar tanto espacio para esta cuestión (a mi juicio, central en cualquier biografía de Mercury), y dedicar un tiempo importante al vínculo del cantante con su esposa Lucy (Mary Austin) y a la relación que sostenía con Paul Prenter (Allen Leech), amigo y mánager, quien potenció el espíritu más superficial y vano del cantante.
Donde sí el film se hace fuerte, es en las recreaciones de los shows. Ahí hay mucha magia en recrear los movimientos y la mística de Queen. Y funciona a la perfección. La última media hora de la película es absolutamente hipnótica y si viviste en los ochenta, la emoción te va a hacer lagrimear, sin dudas.
También debemos decir que en líneas generales, los secundarios están bien (la banda es casi idéntica desde lo físico a la original!), pero sin descollar. La intensidad la pone Austin, responsable de darle cierta altura dramática a sus intervenciones, no siempre resueltas con éxito.
La trama se estructura de manera simple y bastante lineal y no ofrece demasiadas sorpresas. El relato posee una carga moral importante y sus picos de tensión se ven venir, conozcas o no la trayectoria de la banda. Es cierto que Malek intenta de estar a la altura de Freddy, pero le falta fibra y presencia en los momentos críticos del film. Hábilmente, el guión escapa de las situaciones más dramáticas de la vida de Freddy (el proceso de la pérdida de su voz es breve aquí y anticipa lo que vendrá), y los enmarca como episodios de una sinfonía en avance. Ergo, son resueltos en el siguiente cuadro sin detener el ritmo de la acción.
Más allá de eso, creo que "Bohemian Rhapsody" es una experiencia cinematográfica necesaria, para el público interesado en conocer el legado y la obra de uno de los grandes intérpretes de la historia de la música pop /rock de todos los tiempos.
Desde lo cinematográfico, es una biopic clásica, en la que la selección de material parece no haber hecho lugar para muchas cosas por las cuales, Mercury, es leyenda. Más allá de eso, es una cinta que se disfruta y debe verse en una sala con el Dolby que de auténtico valor al visionado.