Bohemian Rhapsody

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Freddie Mercury revive en un formidable film musical

"BOHEMIAN RHAPSODY", DE BRYAN SINGER, CON UN ELENCO NOTABLE ENCABEZADO POR RAMI MALEK - La película recrea con talento e imaginación los mejores años de la banda británica Queen, eludiendo además los aspectos melodramáticos en el retrato del protagonista y su muerte. El fuerte es la música.

Basta mencionar los dos actos que se refieren a la concepción del disco de Queen "A Night At The Opera", enfocados en el inolvidable tema "Bohemian Raphsody", para referirse a esta película de Bryan Singer como una obra maestra. El director de "Los sospechosos de siempre" logra en esos pasajes del film algo tan difícil y poco común como contar una historia emocionante y entretenida, sin descuidar la música que es lo que finalmente debería importar antes que nada en la biografia de este artista.

Y con estos hallazgos no separa la creatividad del protagonista de esta historia, Freddie Mercury, del talento de los otros músicos del grupo Queen. Estas son, entre muchas otras cosas, las razones por las que Singer logró una película excepcional, donde también hay un énfasis especial en la descripción de los cambios sociales que ocurrieron en el lapso en el que transcurre la historia. Singer tiene una predilección por las películas de época, como se vio por ejemplo en "X Men: días de futuro pasado", donde llevaba los personajes de Marvel a la crisis de los misiles de la guerra fría, y aquí se ocupa en detalle de marcar las transformaciones vividas entre la década del 70 y la del 80, es decir, el momento en el que surgió y reinó Mercury y su banda (todos interpretados por excelentes actores, empezando por Rami Malek).

Por supuesto, Anthony Mann no habría filmado "The Glenn Miller Story" si Miller no hubiera muerto trágicamente en un accidente aéreo, y si Freddie Mercury no hubiera muerto de HIV tampoco existiría esta película. Pero, en una decisión brillante, el guión elude el melodrama y se concentra en la música. Justamente, la recreación de los grandes clásicos de Queen es formidable, y el antológico diseño de sonido ayuda a convertirla en una de las grandes películas de rock.