Blue Velvet Revisited

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Treinta años después del rodaje de Blue Velvet, Peter Braatz recopila imágenes y audios que grabó ahí mismo junto al propio David Lynch para un documental que explora la creación y mística de una película de culto.
Lo de "Blue Velvet Revisited" está muy alejado de cualquier tipo de footage “behind the scenes”, de esas que aparecen en los extras de los dvds. Con el visto bueno del propio Lynch, al cual Braatz contacta para pedir permiso y documentar este rodaje, este documental tiene un estilo tan único como la propia película en sí y es así que audios e imágenes se mezclan y entremezclan de un modo parecido a los climas que Lynch supo crear, entre lo surreal, lo onírico y lo siniestro.
Hay en Braatz un director joven y por lo tanto también experimental, pero hay ante todo un admirador. “Nunca me sentí tan bien al ir a trabajar como con Blue Velvet”, cuenta un entusiasmado David Lynch, contento de poder contar con las alas para hacer la película que quiere, sin ser ésta ningún tipo de encargo. Braatz lo sigue detrás de escena, lo escucha, lo observa, a un Lynch siempre seguro de lo que quiere contar y mostrar.
También aparece el resto del elenco (Laura Dern, Kyle MacLachan, Isabella Rossellini y Dennis Hopper), a veces dando testimonios directos a cámara, otros deambulando entre escenas.
Además se hace algo interesante a la hora de revivir escenas de la película desde los audios pero intercalándolos con las imágenes del rodaje, con ese formato tan bello y nostálgico como lo es el Super 8.
La película de Braatz es un acercamiento personal, con un estilo embebido claramente por la influencia del propio Lynch, una exploración sensorial. Como documental en sí, resulta un film bastante extraño. Como documental sobre una película de David Lynch se complementa a la perfección, entra en ese mundo, se siente cómodo en él.
Es claro que no es la opción más adecuada para quien no conoce o no gusta del cine de este realizador. Quien no vio "Blue Velvet" no sabrá apreciar mucha de la magia que reside en cada momento de construcción de esa película.
David Lynch no hará ninguna película desde el 2006 (y según ha declarado, probablemente ya no vuelva a haber otra suya), pero sigue vigente más que nunca. Por un lado, a través del celebrado regreso de su serie "Twin Peaks", pero además por ese cúmulo de admiradores y cineastas que siguen explorándolo, quizás tratando de comprender un genio único e inigualable. Con "Blue Velvet Revisited" nos podemos acercar a un Lynch en plena formación del cineasta de culto en el que se supo convertir después.