Birdman o (La inesperada virtud de la ignorancia)

Crítica de Fabio Luayza - La Nueva Provincia

Un vuelo poético para unos pocos

Primero hay que aclarar que Birdman seguramente no es una película que todo el público la disfrute. Se trata de uno de los trabajos más complejos del mexicano Alejandro González Iñárritu, quien aquí abandona su afición a los dramas intensos para buscar un nuevo desafío plagado de ironías hacia Hollywood.

Cuenta la historia de cómo un actor --muy popular por haber interpretado años atrás a un superhéroe en cine, el Birdman del título-- lucha contra problemas económicos, la crítica, su familia, los celos de otros colegas y especialmente contra su propio ego, para montar una obra teatral en Broadway que lo regresa a la fama y le devuelva la fe en sí mismo.

En medio de esa crisis emocional y ante la posibilidad cierta de un rotundo fracaso, Riggan Thomson toma una serie de decisiones que le producen más problemas, frente a los cuales comienza a crecer la voz interior de su conciencia.

Así se va un relato --muchas veces claustrofóbico-- que algunos elogiarán y del que otros querrán escapar, como el vuelo del final.