Ben-Hur

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Fallido intento de traer a Ben Hur al siglo XXI

La nueva versión del clásico hace extrañar no sólo la que dirigió William Wyler y ganó 11 Oscar en 1959, sino hasta la película muda que filmó Fred Niblo en 1925 y hasta hoy sigue siendo un prodigio formal.

No hay manera de que una gran historia épica como "Ben Hur" pueda ser contada adecuadamente en sólo 126 minutos (la misma duración de "Escuadrón suicida"). Y no tiene sentido perder demasiado tiempo analizando esta remake que ni siquiera llega a ser lo bastante mala para ser divertida.

Los detractores de los péplums (películas de romanos, bíblicas o gente antigua con pecheras y sandalias) citan a Groucho Marx, que en relación con "Sansón y Dalila" de DeMille dijo: "No me gustan los films en los que el astro masculino tiene mejores pechos que la actriz". Este Ben Hur le gustaría menos, ya que tampoco los hombres tienen buenos pectorales.

La versión muda de 1925 de Fred Niblo sigue siendo un prodigio formal que cambió las técnicas de rodaje. En la famosa ganadora de 11 Oscar en 1959, William Wyler agregó sonido, color y Scope, pero enfatizando la tensión homoerótica entre Ben Hur y Mesala. El truco fue decirle a Stephen Boyd que actuara como si fueran novios, pero que jamás le mencionara el tema a Charlton Heston, dándole así un rol más activo. Esta remake no aporta nada en lo técnico, y sólo muestra dos personajes pasivos. Lo más creativo es el prólogo, que va directo al clímax de las cuadrigas (dura un minuto), para retrotraer a los dos rivales a sus monturas adolescentes. Luego, durante desesperantes 50 minutos, no pasa nada digno de mención, hasta la breve batalla naval de galeras romanas.

Timur Bekmanbetov es un talentoso experto en acción y terror, como el film de culto "Guardianes de la noche", pero aquí sólo se luce en la carrera de cuadrigas, donde usa muy bien el 3D y aporta giros intensos pero respetuosos a Niblo y Wyler.

Las actuaciones van desde lo mediano hasta lo directamente pésimo. Sólo se salva Morgan Freeman, a pesar de que como jeque árabe tiene unos hilarantes dreadlocks rastafaris. Él dice la frase que resume este nuevo Ben Hur: "A estos romanos, si les das suficiente plata, terminan haciendo cualquier cosa".