Bailar la sangre

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

Hay ecos, similitudes y aparece omnipresente en este documental, ese espíritu de Carlos Saura filmando al gran Antonio Gades y a Cristina Hoyos. Ellos interpretaban bajo el influjo de un baile flamenco el texto de Federico García Lorca, que, tal como lo es toda su obra, se ha convertido en un clásico moderno indiscutible.
Fue tal el impacto que produjo su “Bodas de Sangre” que ha sido el único texto teatral que, debido al enorme éxito, fue publicado como libro en vida del autor.
A partir de su aparición, desde 1933, muchas han sido las puestas teatrales y las múltiples versiones de este texto, abordadas por artistas de diversas extracciones como la reciente adaptación para el cine con “La Novia”, el filme de Paula Ortiz, con un estupendo trabajo protagónico de Inma Cuesta.
Todo este espíritu lorquiano sobrevuela el documental dirigido por Eloísa Tarruella y Gato Martinez Cantó y en “BAILAR LA SANGRE”, los directores se dedicarán a registrar el proceso de montaje de la obra de Lorca, en una nueva versión flamenca contemporánea, expresando los versos del poeta de Granada a través de la danza.
Lo que en principio podría ser una nueva mirada, una relectura más al trabajo que ya había realizado Saura oportunamente, en manos de Tarruella y Martinez Cantó se convierte en un entramado de disciplinas, un juego de espejos en donde la obra lorquiana se conjuga por un lado con una puesta teatral, un montaje flamenco, pero al mismo tiempo dialoga con el mundo del cine que será el encargado de registrar este proceso y, a su vez, se va construyendo el documental con entrevistas y reflexiones acerca de la obra general de Lorca, que exceden solamente este texto.
Es por eso que inteligentemente los directores van hilvanando estas diferentes facetas artísticas para que el documental sirva de caja de resonancia para que puedan vincularse la danza, el teatro, el cine, la poesía: todo el arte desplegado en un mismo ámbito.
El planteo de cine dentro del cine, teatro dentro del cine, danza dentro del teatro invita a un juego seductor de ver cómo se van imbricando las piezas de un trabajo deliciosamente enhebrado.
La cámara irá registrando todo el proceso de puesta en escena de la obra, comenzando por el casting y la selección de los actores/bailarines, hasta mostrar cómo la directora del espectáculo va logrando armar su puesta en escena, tanto desde el texto, como desde la danza y sus actores –van sintiendo una necesidad de sumergirse más profundamente en la dramaturgia de Federico, sus poemas y su obra, algo que se subraya por sobre todo en la actriz principal-. Algo de este gran clásico que es “Bodas de Sangre”, sigue teniendo plena vigencia hoy en día.
Lorca se ha involucrado en sus textos con temas tan controvertidos, universales y atemporales como la traición, el amor, los vínculos filiales y la tragedia y Eloísa Tarruella y Gato Martinez Cantó –también en sus manos está la responsabilidad del guion- vuelven a darle una nueva lectura.
Un gran aporte, alejados del mero diario del montaje teatral y de la técnica del flamenco, son los fragmentos en donde dos brillantes actrices como Mimi Ardú (quien también interpreta a la madre dentro de la puesta) y Cristina Banegas son entrevistadas y hablan sobre sus sentimientos acerca de la obra de Lorca.
Allí expresan la forma en que han vibrado con sus textos, de la revolución en sus palabras y del impacto que ha significado Lorca en sus trayectorias (Banegas refiere a una obra como “Los caminos de Federico” que oportunamente había sido interpretada por Alfredo Alcón con enorme éxito y que casi treinta años después ella retoma y hace propios esos textos).
Por otra parte, Jorge Dubatti, crítico, historiador y docente teatral, aportará anécdotas sobre el vínculo de Lorca y Lola Membrives, en el marco de una Buenos Aires que sentía fascinación por Federico y ese sentimiento era completamente recíproco.
Aquí la colectividad española lo recibía como un ídolo absoluto de la época, el público le demostraba el total apasionamiento que sentía por su obra y él pudo vivenciarlo tan profundamente, que siempre se sintió inmensamente querido por un público porteño tan fiel y admirador a la función política y social de su teatro.
Y dentro de una fábrica recuperada por sus trabajadores, volverá a reverberar este texto de Lorca en cuatro cuadros, fusión de teatro y de musical que sigue explorando el inagotable universo del único, de Federico, expresado a través del cuerpo de tres bailarines.
Jonathan Acosta será el novio, Gastón Stazzone será Leonardo y el papel de la novia queda a cargo de Brenda Bianchimano quien además ejercitará ese espíritu de investigación que va nutriendo al documental, para alejarse del mero registro de una mera puesta teatral, para intentar indagar sobre la compleja figura alrededor de Lorca y su teatro.
“BAILAR LA SANGRE” se convierte de esta forma en un documental diferente, de múltiples disciplinas, que homenajea a Lorca, a su dramaturgia, al flamenco, a la danza y a la poesía en una propuesta -que aún con sus reminiscencias a otros trabajos cinematográficos anteriores sobre este mismo tema-, logra imponer un estilo propio con su abordaje al universo del gran Federico.