Baby: el aprendiz del crimen

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Entretenimiento puro, acción con escapes de auto, guión elemental y banda sonora impresionante. Es lo que se propone el director Edgard Wright en un film donde el sostén del argumento es lo que menos importa. Baby es un joven con tinnitus crónico, un zumbido permanente en su cabeza, por eso siempre escucha música, para apagar esa molestia y para sincronizar su profesión “obligada” ser el conductor de escapes de asaltantes. El está en el bando de los muy buenos, como el hombre sordomudo al que protege y con quien convive y a su conquista amorosa, una chica soñadora que trabaja en una cafetería En el bando de los muy malos grandes actores: Kevin Spacey, Jamie Foxx, John Hamm entre otros. La cuestión esta en la acción y fundamentalmente en los escapes y habilidades únicas del conductor, filmadas como los dioses (en ingles el título es “Baby driver”). Y además una banda sonora que mezcla Queen, Young MC, Martha Reeves y Vandellas, Simon & Garfunkel. Para los que buscan su película pochoclera y aman la acción sin ninguna complicación argumental, esta es u entretenida película.