Avengers: Endgame

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

No habrá spoilers en esta crítica. Puede leerla tranquilo hasta el final.

Y hablando de final, el de Avengers: Infinity War era devastador, para fans y personajes protagónicos de la saga. Con el chasquido de sus dedos en el guante con las seis gemas del Infinito, el malvado Thanos había hecho desaparecer y vuelto cenizas a la mitad de la población del planeta Tierra y, entre ellos, a varios de los Avengers.

Pero si nada es para siempre, el público entrará a la sala con hipótesis y esperanzas varias y diversas: ¿Era irremediable? ¿Harán clones? ¿Podrán de alguna manera resucitarlos? ¿Era cierto? ¿Era un sueño, o sea, una pesadilla?

Sea como sea, haya muerto quien lo haya hecho -antes, o después… algunos actores han hablado ya de que éste sería el final del camino de sus personajes-, los fans saben que están ante una gran despedida dentro de este universo fantástico, surrealista o absurdo, como quieran llamarlo.

Y no quedarán defraudados, porque el final es, sí, espectacular, conmovedor. ¿Inolvidable? Tal vez. Son tres horas que parecen dos, o menos.

Hay que ver la manera en que se enfrentarán a Thanos quienes sobrevivieron a su ataque y no se esfumaron. Esto es, los “primeros” u originales I ron Man, quien escuchó de boca de Doctor Strange, antes de entregar la gema verde -atención: la del tiempo- que tenían una opción en 14 millones para vencer, Capitán América, Thor, Black Widow, Hulk y HawkEye, quien se había separado del grupo para estar con su familia, y aparece en la escena inicial. Ellos y cuatro más serán los diez que intentarán que esa opción entre millones se convierta en victoria.

Claro que Avengers: Endgame será disfrutable para quienes conocen a los personajes de la saga. Definitivamente es recomendable volver a ver Infinity War, para tener más frescos algunos conceptos. Y aquéllos que nunca se acercaron al Universo Cinemático de Marvel (MCU, por sus siglas en inglés) no entenderán mucho, y se perderán infinidad de guiños y apariciones sorpresas, y no podrán revivir y gozar, deleitarse con momentos imperdibles que pasaron en algunas de las 21 películas que la precedieron. Nostálgicamente o no.

Como terminaba Infinity War (Nick Fury -Samuel L. Jackson- texteaba en su pager, mandaba un mensaje a… y aparecía un logo) se dejaban pistas. Lo mismo que los finales después de los créditos de dos de las películas de la saga, con personajes que no estaban en Infinity War y que están en el afiche de Endgame (Ant-Man y Capitana Marvel), así que por ahí vendría la cosa.

Pero ¿cómo habrán tomado la derrota, o parcial derrota, cada uno de los Avengers que siguieron con vida?

La forma en la que encuentran una manera de derrotar a Thanos es medio cantada y vista en infinidad de oportunidades -hasta un personaje enumera los ejemplos cinematográficos en que ocurrió, o los guionistas recurrieron a ella-, y dentro de ella, se pudo haber optado otra -que también se menciona en los diálogos-, pero no es precisamente la novedad lo que prima en Endgame. Sí lo son la acción, el drama y el humor, conviviendo estos dos últimos de manera concisa.

No hay que ser demasiado perspicaz para imaginar que sí, habrá un último combate, una enésima batalla entre los buenos y los malos, de talla épica como toda saga se merece, de Star Wars a El Señor de los anillos pasando por Harry Potter. Y dónde sucederá, también es fácil de adivinar.

Pero lo sorprendente -alguna sorpresa deparan los hermanos Joe y Anthony Russo, que dirigieron, y los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeely- es que a los pocos minutos todo parece resuelto, para bien o para mal, para dar un giro y mil giros en cada situación.

Y más de uno tendrá su reencuentro con algún personaje central de su pasado. Habrá sacrificios, cómo no, porque hay que vencer, cueste lo que cueste. Habrá duelo, habrá legados.

Tampoco vamos a spoilear si hay escena postcrédito o no. Los fans se han (nos hemos) quedado siempre sentados viendo pasar cientos de nombres en pantalla aguardando algo. Eso nos une, eso nos revelaba algo por venir.

Si nada es para siempre, y todo concluye al fin -este crítico descree de ello-, la melancolía de Avengers: Endgame perdurará en la memoria emotiva de los fans por más de un motivo. No hay que ser mago ni superhéroe para entenderlo.