Ausencia de mí

Crítica de Diego Batlle - La Nación

En dos pasajes de este documental sobre el extraordinario cantautor uruguayo Alfredo Zitarrosa (1936-1989) se lo ve acompañado durante kilómetros y kilómetros por decenas de miles de personas el 31 de marzo de 1984, día en el que regresó a Montevideo tras ocho años de exilio, y luego cantando en un recital también multitudinario en el estadio Centenario.

Sin embargo, para quienes crean que se trata de una película épica sobre los grandes éxitos de un artista y militante popular deberán saber que Ausencia de mí es exactamente lo contrario: un registro intimista sobre el dolor del exilio, la censura, la distancia y la decepción. Zitarrosa tuvo que abandonar su tierra en 1976 y deambuló por Buenos Aires primero y luego por Madrid y Ciudad de México. La añoranza lo convirtió en poco menos que un fantasma, un hombre que luchaba contra los efectos de la ausencia, la desesperanza y el miedo al olvido.

A partir de materiales de archivo inéditos (el film comienza con la decisión de sus hijas de donar al Estado su gigantesca colección de fotos, escritos, grabaciones, objetos e instrumentos) y de una sensibilidad nunca subrayada, la guionista y directora argentina Melina Terribili expone las facetas más íntimas, frágiles, tiernas y dolorosas de ese hombre de apariencia dura, gestos solemnes y voz grave que escribió y cantó versos cargados de belleza, dulzura y verdad.