Asesinos de Elite

Crítica de Pablo O. Scholz - Clarín

Amigos son los amigos

Un filme de acción se disfruta más cuando también tiene una buena trama. Este es el caso.

Los filmes de acción, cuando tienen un buen entramado, se disfrutan mejor. Asesinos de elite tiene peleas cuerpo a cuerpo, a balazos o sillazos, mucho vidrio roto, persecuciones en auto, alguna que otra exageración y el agregado de que se basa en un libro que asegura que lo que se cuenta son hechos reales. Ver para creer.
Es la historia de un mercenario –o asesino a sueldo, como les guste más- que por 1980 sufre una crisis de conciencia cuando un atentado en México no sale como había sido planeado, y decide bajarse del trabajo, y recluirse en Australia. Al año, ya retirado, Danny (Jason Statham, cada vez más parecido a Mario Ledesma, el pilar de Los Pumas) recibe un encargo. Hunter, su compañero de tareas (ejem) ha sido secuestrado por un jeque árabe, que le dice que si no elimina a los tres agentes británicos de las Fuerzas especiales que mataron a tres de sus hijos en la guerra sucia, no liberará a Hunter. Interpretado por Robert De Niro (¿quién le da los 68 años que tiene?), Hunter aparenta ser más bueno que Lassie. Pero no lo provoquen.
Tampoco desafíen a Spike (Clive Owen, con un ojo de vidrio ¡que se mueve!), ex de las SAS (las Fuerzas Especiales) que se dedica a cuidar a otros ex agentes para que no les pase nada.
La película se sigue con interés, no sólo por la cantidad de confrontaciones arriba mencionadas, que están muy bien filmadas y dosificadas por el debutante Gary McKendry, sino porque el team que reúne Danny para encontrar a los asesinos, hacerles grabar sus confesiones y luego liquidarlos haciendo pasar sus muertes como meros accidentes, no tiene desperdicio.
Por un momento olvídense de De Niro, Owen y Statham y presten atención a Dominic Purcell (el actor de Prison Break, algo irreconocible con sus bigotazos) y Aden Young: si hubiera un premio a mejor ensamble, se lo llevarían seguro.
Entretenida de cabo a rabo, Asesinos de elite es todo lo que debe ser un filme de acción. Y aunque se base en hechos verídicos, ya se puede planear una secuela...