Asesinos de Elite

Crítica de Juan Campos - Loco x el Cine

La acción no da descanso en la nueva película de Jason Statham, Robert De Niro y Clive Owen.

Si hay un gran error que comete Asesinos de elite es arrancar con ese cartel de “basada en un hecho real”. Ok, vamos a creer que la historia de Danny, que recorre el mundo y mata a cuantos se le pongan adelante con tal de rescatar a su mentor, Hunter, es real. Pero, vamos, las peleas elegantes al estilo El transportador, las coreografías y las piruetas no son algo que se vea todos los días, por más que el protagonista sea un mercenario entrenadísimo para lo que sea.

Por eso, si vamos a juzgar la película sólo por ese cartel, podríamos decir que no cumple su cometido: no nos cuenta una historia humana, nos muestra un baño de sangre constante y sonante. Ahora, sabiendo esto, el espectador tiene que ir preparado para disfrutar una película de acción pura y dura, en donde el argumento queda en segundo lugar, y las persecusiones y los tiros toman la delantera.

Como decíamos, Asesinos de elite nos muestra cómo Danny (Jason Statham) decide retirarse del ejército, en donde trabajaba como mercenario, luego de que una misión salga muy mal. Un tiempo después, él recibe en su casa en Australia una carta con una foto que mostraba a Hunter (Robert De Niro), su mentor, cautivo. Junto a la imágen, le adjuntaron un pasaje aéreo a Oman.

Danny viaja hacia allí para enterarse que el Sheik desea vengarse de quienes asesinaron a sangre fría a sus hijos. Si él los mata, Hunter será liberado y, además, será recompensado con seis millones de dólares. Esto dará comienzo a una cacería que tiene varias aristas: por un lado vemos a Danny y a sus cómplices matando a los supuestos asesinos de los hijos del Sheik de tal forma que parezcan accidentes y, por el otro lado, conocemos a una sociedad secreta de ex militares en donde participa Spike (Clive Owen), que pronto querrá cazar al cazador que está matando a sus hombres.

Aquí es donde la película se vuelve loca: traiciones, dobles traiciones, espionaje, tiros, persecusiones y un escenario en donde nadie parece ser quien dice.

Esta obra es el primer trabajo como cineasta de Gary McKendry, y tomó como base el libro (basado en hechos reales, claro) de Ranulph Fiennes, The Feather Men. Como primer trabajo, hay que admitir, que no está nada mal. Pero hay algo que falla, y está en la forma de contar la historia, con algunos flashbacks inecesarios y con una historia de amor que claramente sobra en el film. De todas formas, el resultado total de Asesinos de elite – de nuevo, si la vemos como una película de acción y ya – es mayormente positivo.

En otras palabras, aquellos que quieran ver una interesante historia militar, no van a encontrar algo muy atractivo en Asesinos de elite; pero si son fanáticos de Statham y de sus peleas brutales, les recomiendo que ya mismo saquen la entrada para el cine.