Asesinos de Elite

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Una de acción en serio.
Después del fiasco de Identidad secreta, una película de tiros concebida para la generación Justin Bieber, que placer encontrarse con una ópera prima que le hace justicia al género.
Asesinos de elite es un gran debut del director Gary McKendry quien dio su primer paso como realizador con un sólido film de acción que está inspirado en hechos reales.
Esta producción estuvo basada en la polémica novela de Ranulph Fiennes “The Feather Men” que a comienzo de los ´90 generó todo un escándalo en Inglaterra.
El autor inglés, quien fue parte del Servicio Aéreo Especial (SAS) y participó en operaciones militares clandestinas en distintas parte del mundo, denunció estos temas en su trabajo, además de revelar la existencia de una sociedad secreta integrada por ex miembros del SAS que estuvieron involucrados en negocios sucios y asesinatos.
La historia real que recrea el concepto de esta película tiene muchos puntos en común con los acontecimientos de Munich (el film de Steven Spielberg), ya que en el fondo se trató de actos de terrorismo realizados de manera clandestina por miembros de una fuerza de elite militar.
Estos hechos ocurridos en la década del ´80 se desarrollaron durante un período de 17 años, que en la película condensaron bastante.
El director McKendry tampoco hizo un film como Munich, sino que adaptó esta historia y la desarrolló como una película de acción con Jason Staham, quien una vez más vuelve a demostrar que es el mejor actor de este género en la actualidad.
Lo interesante de Asesinos de elite es que no hay héroes impolutos. Todos los personajes son escorias de la sociedad que no tienen inconvenientes en matar gente por dinero.
El personaje de Statham por momentos presenta algunos códigos morales y un poco de humanidad, pero en el fondo es un asesino con un pasado oscuro que no lo diferencia demasiado de los tipos que tiene que eliminar.
Salvo por alguna que otra pirueta loca del protagonista, en términos generales, la acción es trabajada de manera realista y es probable que en este punto el director haya tomado como influencia a varios filmes de los años ´70.
Especialmente los que solían dirigir Michael Winner (El vengador anónimo) y Don Siegel (Harry, el sucio).
Con respecto al reparto, Robert De Niro tiene un rol secundario en esta historia pero las escenas en la que aparece se las roba por completo.
Por otra parte, Clive Owen interpreta un digno antagonista de Statham y quien se destaca también con un buen trabajo es Dominic Purcell, conocido actor de la serie Prison Break.
Dentro de las producciones de acción que se estrenaron en el año, esta película es claramente una de las mejores que vimos hasta ahora y merece su recomendación.