Asesino: misión venganza

Crítica de Matías Orta - A Sala Llena

Aún en sus momentos menos inspirados, el cine de acción siempre es garantía de entretenimiento, de pasar un buen rato lejos de la rutina diaria. Asesino: Misión Venganza (American Assassin, 2017) cumple al pie de la letra con ese objetivo, y lo hace con tópicos que constituyen una fórmula ganadora.

Mitch Rapp (Dylan O’Brien) nunca tuvo una vida tranquila. De joven, sus padres mueren en un extraño accidente automovilístico. Ya de adulto, estando de vacaciones en España, no logra impedir que Katrina (Charlotte Vega), su novia, muera en medio de un atentado terrorista. Consumido por el dolor, comienza a prepararse para aplicar la Ley de Talión contra quienes terminar por arruinarle la existencia. Su entrenamiento en las artes marciales y en el manejo de armas lo llevan a ser reclutado por la CIA. Allí pasará a ser entrenado por el veterano Stan Hurley (Michael Keaton). Juntos deberán enfocarse en un objetivo claro: detener a un criminal que no perdona ni a civiles ni a militares. Pronto descubrirán un plan maestro para desencadenar la Tercera Guerra Mundial.

La película está basada en uno de los libros de la saga de novelas escritas por Vince Flynn, que mezclan espionaje, persecuciones, disparos, explosiones y torturas. Todos esos elementos forman parte del film, que jamás escapa de la sombra de anteriores -y mejores- historias de este estilo, como la franquicia de Jason Bourne.

Aunque Antoine Fuqua y Edward Zwik estuvieron involucrados en el proyecto, quien se encargó de dirigir es Michael Cuesta. En L.I.E. (2001), su estupenda ópera prima, mostró una mano interesante para contar dramas, sacar lo mejor de los actores y plasmar climas inquietantes. Eso también se nota en su paso por la televisión (realizó capítulos Six Feet Under y Homeland, entre otras) y en Kill the Messenger (2014). Asesino: Misión Venganza continúa la premisa de presentar personajes tratando de sobrevivir en un mundo oscuro, corrupto y violento, pero se queda en un producto más rutinario.

Dylan O`Brien es más conocido por la serie Teen Wolf y por su protagónico en la saga de Maze Runner: Correr o Morir (The Maze Runner, 2014). Aquí tiene mayor oportunidad de lucimiento, y su nivel de corrección -como el de la mayoría del elenco- le alcanza para sostener la película. Por su parte, Michael Keaton se ve cómodo en su rol de mentor, en gran parte porque siempre le parte un carisma especial a sus personajes.

Asesino: Misión Venganza no ofrece innovaciones en el terreno del thriller de espionaje, pero se las arregla para cumplir con su propósito de divertir un rato. La idea de los responsables es adaptar más novelas de Flynn con Rapp de protagonista. ¿Se dará?