Anida y el circo flotante

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

El circo es una actividad artística antiquísima. Siempre armando y desarmando la carpa en cada pueblo o ciudad que visita. La particularidad de este dibujo animado argentino es que el circo se encuentra instalado sobre una plataforma flotante, se desplaza por los ríos, convoca a los habitantes costeros que encuentra en su recorrido, y con botes los llevan a presenciar la función.
Bajo la dirección de Liliana Romero la narración se centra en la figura de Anida, una chica que se especializa en leer las líneas de las manos y adivinar el futuro, que fue criada y vive con la dueña del circo, Madame Justine, persona muy estricta y autoritaria con todos los que trabajan para ella.
La fantasía de esta película incluye a Fígaro, el “galán”correspondiente en estas ocasiones, que aparece de la nada, sólo, en el medio del río, tratando de no ahogarse, que la “mala” de la historia lo rescata y emplea como mago, pese a no serlo.
Las escenas se suceden a buen ritmo, en cada situación pasa algo importante por lo que hay que estar atentos, y en ciertos momentos resuelven la acción cantando. Durante los diálogos se dice lo necesario y en varias ocasiones hay respuestas ingeniosas, lo que demuestra el buen trabajo del guión.
Lo llamativo es la ambientación y los elementos antiguos utilizados, como si fuera situada en otra época, porque escuchan un disco en un gramófono, y el mago toca música con un serrucho. Los chicos que la vean van a tener que preguntarles a sus mayores que son dichos artículos porque son de museo.
El film transita los cánones clásicos del secreto bien guardado, con la víctima, la villana, el héroe, y los personajes pintorescos que acompañan a la protagonista día a día, etc.
Anida sufre, en su interior sabe que hay algo de su pasado que la atormenta, pero no sabe qué es, pues Justine borró sus recuerdos para poder manejarla a su antojo. Pero una serie de sucesos inesperados provocan una rebelión de los artistas, y también de Fígaro, donde se abocan a ayudarla y a saber quién verdaderamente es.
La imaginación, los hechizos, sueños, ilusiones, engaños, promesas, esperanzas, son los componentes que integran este dibujo animado destinado especialmente al público infantil, los más chicos, con un mensaje claro: si uno desea algo, lo puede conseguir.