Amapola

Crítica de Susana Salerno - N3F

Para conocer el verdadero amor se pueden hacer cambios en el futuro y alcanzar la felicidad.

Esta es la ópera prima del argentino Eugenio Zanetti (ganador del Oscar a la mejor dirección de arte por el filme "Restauración" de 1995), protagonizada por la norteamericana Camilla Belle (“10,000 B.C.”; "El mundo perdido: Jurassic Park"), como Amapola, con un excepcional elenco de actores argentinos entre los que se encuentran: Leonor Benedetto, Lito Cruz, Elena Roger, Nicolás Pauls, Luciano Cáceres, Nicolás Scarpino, Santiago Caamaño, Esmeralda Mitre, Liz Solari y otras grandes figuras internacionales como Geraldine Chaplin y el canadiense Francois Arnaud (“The Borgias” TV Series), entre otros.

Su narración transcurre en tres etapas que fueron importantes en la vida del director. En 1952 el fallecimiento de Eva Perón, el golpe de estado que derrocó al presidente Arturo Illia en 1966 y la Guerra de Malvinas de 1982. A través de un relato de ficción se hace un homenaje a una parte de la historia argentina, como así también a aquellas películas que marcaron su infancia: “Las zapatillas rojas", "Fanny y Alexander", “Los cuentos de Hoffmann”, entre otras.

Como un cuento de hadas, todo comienza en el Gran Hotel Amapola a orillas del Río Paraná, lo primero que se menciona es la famosa grabación donde se anuncia el fallecimiento de Eva Perón y se van presentando los personajes. En ese lugar se hospedan distintos turistas extranjeros que buscan descansar, divertirse, disfrutar del arte, la música y la representación cada noche en versión musical de la clásica obra “Sueño de una noche de Verano” de William Shakespeare. La protagonista del relato es Amapola Guerrero cuyo sobrenombre es Ama (Camilla Belle), y a quien su abuela Meme (Geraldine Chaplin) le dice que: si le regala al Río algo que es importante para ella este le concederá su deseo, entonces ella le entrega un fonógrafo.

Nos introducimos en 1966 mediante el canto, el baile, los colores, las buenas coreografías, al ritmo del mambo, con representaciones artísticas y que nos permite ir conociendo más de cerca a personajes como: Tincho , el hermano menor de Ama, Ariel (Nicolás Pauls), Titi (Elena Roger) su hermana, esta última en un principio está enamorada del rufián Lalo (Nicolás Scarpino), Saporitti (Juan Acosta, en una buena actuación como aquella del Inspector Saporiti, el famoso personaje que inmortalizó la frase “Saporitti nunca se equivoca”), Roque (Juan Sorini) y sus padres Clara (Leonor Benedetto) y Ramiro (Lito Cruz) que se encuentran atravesando una crisis. El Río trae a Luke (François Arnaud) y será el primer flechazo, él es un joven fotógrafo muy apuesto que estuvo en la Guerra de Vietnam y se encuentra acompañado por Sisy (Esmeralda Mitre).

Todo se irá desarrollando entre encuentros y desencuentros, pasiones, traiciones, noches mágicas, romanticismo, un encuentro con Samirof (Ricardo Merkin) y Meme donde se conjuran las energías, tiempo, espacio y como una viajera en el tiempo Ama se encuentra en 1982 inmersa en la decadencia familiar y de un país enfrentándose a la guerra de Las Malvinas, pero que mediante una lluvia constante que se ve en pantalla nos da la idea que todo se puede purificar y perdonar, que con el amor se puede rescatar la familia y hasta soñar algo mejor.

Llena de elementos mágicos, visualmente impactante, con un gran vestuario, escenografía, fotografía, dirección de arte y banda sonora (“We’ll meet Again”, "Amapola”, entre otras), mezcla de idiomas y nacionalidades, bien barroca, un gran romanticismo a lo largo de esta fábula estilo shakesperiano y llena de metáforas cinematográficas. La actriz Belle en un gran trabajo con su rostro y sus miradas. Estupendo los momentos de Geraldine Chaplin que llena la pantalla, correctas las actuaciones de Lito Cruz y Leonor Benedetto aunque por momentos están un poco sobreactuadas.