Battle Angel: La última guerrera

Crítica de Brian Bahar - Multiverso Pop

Los cyborgs también tienen sentimientos

En un futuro distópico en donde las personas remplazan su miembros por piezas robóticas convirtiéndose así en cyborgs, el Dr. Ido (Christoph Waltz) encuentra la cabeza de un cyborg y le da un nuevo cuerpo, y nombre: Alita (Rosa Salazar). Alita no recuerda nada de su pasado, pero todo indica a que esta relacionado con “la caida” una guerra entre las Repúblicas Unidas de Marte y la Tierra y la cual provoco la destrucción de las ciudades flotantes a excepción de una, Salem, donde viven los que logran destacarse de los demás, mientras que la tierra es habitada por la plebe.

Poco a poco va descubriendo quien es a través de una serie de encuentros con personajes peligrosos y pintorescos que la llevan a encontrar su verdadera razón de ser en el mundo.

La película dirigida por Robert Rodriguez y basada en el manga cyberpunk GUNNM es un espectáculo visual como pocas veces antes se vio. El CGI está muy presente, por su puesto, pero con una armonía tal que todo luce totalmente realistas y detallados, incluso aquellos personajes que tienen el 90% de su cuerpo robótico.

Las escenas de acción tienen una coreografía perfectas e impredecible dotadas de violencia al limite del gore como sello propio del director, sobre toda una que se desarrolla en un bar. Sin dudas todo lo relacionado a los aspectos visuales es lo mejor de está película.

Pero no solo de violencia se trata Battle Angel, ya que como casi toda historia distópica tiene su elementos filosóficos. En este caso esta centrado en Alita, su pasado y la pregunta de ¿quién soy en este mundo?

Si hay algo que falla es en los momentos románticos entre los personajes de Alita y Hugo (Keean Johnson), un joven humano que le enseña el mundo y su deseo máximo es poder viajar a la ciudad flotante, algo que esta completamente prohibido. Estas escenas de amor adolescente no están de más, ya que sirve para mostrarnos que ademas de violentos, los cyborg también pueden tener sentimientos, pero sí están demasiado estiradas que su no presencia podría haberla hecho funcionar mejor.

Sin spoilear la trama, podemos decir que por como se dan las cosas -por ejemplo varias incógnitas que no se terminan resolviendo- tendremos Alita para rato.