Alguien más en quien confiar

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

Érase una vez en el Oeste.

Paradojas de la vida o no “El reloj” fue una banda nacida allá por fines de los ’70 muy ligada al rock pesado. Y esa banda, heredera de Pescado Rabioso, Pappo’s Blues y otras de aquella época, que no podía cruzar la General Paz para darse a conocer, pudo a pulmón grabar varios discos, mutar de estilos y formaciones hasta 2001, con presentaciones en el Teatro Astral de la Capital Federal y el mítico Luna Park, siempre seguida por sus incondicionales fans y por aquellos que escucharon alguna de esas melodías de guitarras gemelas y rabiosas o la voz de su líder Willy Gardi, los veloces dedos del tecladista Luis Valenti o la impresionante destreza a dos bombos de “locomotora” Espósito, entre otros monstruos del rock vernáculo.

Pero en la vida real de este grupo de muchachones provenientes del Oeste del gran Buenos Aires, el tiempo también jugó de las suyas y sembró a la banda una serie de contratiempos que no sólo cronológicamente encuentran una correspondencia en los álbumes y las mutaciones, sino que hizo mella en disoluciones en medio de una carrera hacia el éxito sin perder un centímetro de honestidad en la propuesta musical y con sumo riesgo de experimentar diversos sonidos y técnicas para que ningún show fuese igual al otro.

Reacios desde un comienzo al encierro de un estudio, “El reloj” apostaba a la energía de la música en vivo, a encontrarse -musicalmente hablando- en esa conjunción de virtuosismo, magia y amor por la música. Sus presentaciones dan cuenta de ese pequeño milagro, que rápidamente multiplicó público y la expansión de su nombre no desde lo comercial sino en circuitos cerrados.

El documental de Gabriel Patrono y Matías Lojo reconstruye los años de esta banda de rock pesado poco difundida, apela a la voz de testimonios especializados como el de Alfredo Rosso, cuya autoridad en la historia del rock no se discute desde sus inconfundibles micros radiales en la Rock & Pop bajo el nombre “La casa del Sol Naciente”, pero también suma material de archivo casero, archivo televisivo con presentaciones de las distintas formaciones de “El reloj” hasta 2001 y la palabra de varios de sus integrantes originales como “Locomotora” Espósito antes de su fallecimiento en 2016.

Alguien más en quien confiar es mucho más que un rockumental, si separamos las palabras tiene mucho rock pero también es mental, es decir, construido milimétricamente con la pasión de un fan, seguidor de la banda, pero con el rigor de una investigación para retratar un ícono del rock de los ’70 y ponerlo en el lugar que se merece teniendo en cuenta de dónde partió y hasta dónde pudo haber llegado, sin mirar ni un segundo la hora.