Abattoir: recolector de pecados

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

A partir de su paso por la saga SAW, donde dirigió los episodios 2, 3 y 4, Darren Lynn Bousman logró llamar la atención entre los realizadores independientes del género terror.
Sus historias no siempre son interesantes pero están impecablemente realizadas y presentan muy buenas ambientaciones.
Abbatoir no es la excepción y tiene la particularidad de ofrecer una extraña combinación entre el cine de terror y el policial negro clásico de los años ´50.
La trama tranquilamente podría haber formado parte de los viejos cómics de la editorial E.C., como Tales from the Creep o Vault of Horror.
De hecho, este proyecto nació de una historieta que el director Bousman publicó hace unos años, donde presentaba un relato que capturaba la esencia de esas revistas.
La idea es original y a través de esta adaptación para la pantalla grande el cineasta le rinde un homenaje al cine de William Castle, con escenas que traen al recuerdo clásicos como 13 fantasmas y La casa de la colina embrujada.
El concepto de esta propuesta es interesante por la fusión de géneros pero su ejecución resultó algo fallida.
Bousman tarda demasiado tiempo para llegar al núcleo del conflicto y su película por momentos se vuelve aburrida.
Tampoco ayuda que la resolución del misterio que se construye en el conflicto luego resulte decepcionante.
El guión no es bueno pero tiene una gran puesta en escena donde sobresale especialmente el diseño de producción de la casa embrujada y la fotografía. Los grandes fuertes del cine de Bousman.
La labor del reparto también es decente pero las debilidades del argumento generaron que este experimento del director no resulte demasiado entretenido.